Europa contra Europa
Jerónimo Cejudo Galán
Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía y Vicepresidente de la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos (ANIA)
05/03/2024¿Qué está pasando para que estén los tractores en las calles? No solo en España sino en otros países de Europa. Pues que los agricultores y los ganaderos están hartos de su situación. Cada vez tienen que cumplir más normas y más reglamentos, propiciados por personas ajenas al sector y que ni siquiera los han tenido en cuenta. Toda esta situación proviene de la normativa PAC. Los reglamentos de la Política Agraria Común parece que están hechos contra la agricultura y contra la ganadería. Todo va a favor de la preservación del medio ambiente, como si el medio del que disfrutamos ahora en los países europeos no viniera, sobre todo, de la mano de agricultores y ganaderos.
Pero para los profesionales la situación es muy complicada, con una renta relativa decreciente, con una compleja normativa muy difícil de cumplir y por si fuera poco considerados como sospechosos, enemigos del medio ambiente, de sus propias fincas y del medio en el que se desenvuelven, que es su presente y su futuro. Se sienten vigilados teniendo que anotar en un cuaderno electrónico todo lo que hacen, cosa que no ocurre en otros oficios o profesiones.
La normativa europea, les lastra la competitividad poniendo el énfasis en la sostenibilidad, pero sin sostenibilidad económica no hay sostenibilidad posible. El sector agrario europeo es un sector menguante, nadie quiere ser agricultor, genera poca renta y menos reconocimiento, pero es el que nos da de comer. El origen de la PAC fue la falta de alimentos después de la guerra europea. Aunque eso ha quedado olvidado.
Y, ¿por qué nos ocurre esto?
Porque el sector de la producción de alimentos ha tenido tanto éxito que los ciudadanos han dejado de pensar de dónde vienen; y creen que los alimentos siempre estarán en los supermercados en cantidad, calidad y a buen precio. Porque existe una gran desconexión entre la población urbana y los habitantes del mundo rural. Hace un par de generaciones todos éramos de pueblo pero hemos perdido el conocimiento de la vida que allí se tenía. Porque tras este cambio cultural, han cambiado las prioridades.
Porque se ha instalado entre la población una serie de creencias respecto a la naturaleza, a los animales, al clima, a la energía, al decrecimiento y varios asuntos más, sin una contrastada base científica, que van en contra de la producción agroalimentaria. Además con efectos multiplicados por las redes sociales y sin un relato sólido que contrarreste este discurso. Porque muchas veces las ideologías son una losa para la sociedad, sobre todo aplicadas sin conocimiento de la cuestión y sin sentido común.
En algunos países europeos donde han gobernado los verdes durante largo tiempo se han prohibido y cerrado centrales nucleares que, hoy día, la UE declara verdes, obligada por la realidad. Los gobernantes, en el sector energético, han tenido que rectificar, aunque nunca reconocerán que se han equivocado. Pero esto tiene un importante coste económico y de bienestar para toda la sociedad. Hay ciertas ideologías que pretenden en general el abandono de tierras agrícolas, el cierre de granjas y la destrucción de presas de almacenamiento de agua; esto resulta irresponsable.
Parece que la Unión Europea quiere externalizar la producción y que nos suministren los alimentos terceros países menos desarrollados, que por cierto, no pueden, ni quieren, cumplir ni la normativa ambiental ni laboral que se exige al sector en Europa. Porque, además, la política europea, de hecho, favorece a terceros países antes que a sus propios productores. Pero la geopolítica se impone. ¿De verdad creen que los países menos desarrollados, que tienen sus propias dificultades, nos van a alimentar a los europeos? ¿Nos vamos a poner en sus manos? ¿Por qué? Me gustaría saberlo.
Las pandemias, la guerra de Ucrania, la inestabilidad en Oriente Medio, la creciente población mundial, las potencias emergentes, nos deben hacer ver que la UE, con sus políticas agrarias, puede darse un tiro en el pie.
"Las pandemias, la guerra de Ucrania, la inestabilidad en Oriente Medio, la creciente población mundial, las potencias emergentes, nos deben hacer ver que la UE, con sus políticas agrarias, puede darse un tiro en el pie".
Europa legisla contra sí misma
Actualmente Europa está legislando contra sí misma, contra sus propios intereses y los de gran parte de sus ciudadanos; además las preocupaciones, los paradigmas, por los que se rige Europa no son compartidos por el resto del mundo.
Como ingenieros agrónomos consideramos de vital importancia la lucha contra la contaminación, la preservación del medio y de sus recursos, de la biodiversidad, la eficiencia y las buenas prácticas en la producción, la innovación, la salud de los consumidores a través de su dieta y la salud del medio ambiente, también, como parte de nuestra propia salud. Por ello y por responsabilidad con nuestra sociedad, no podemos dejar la llave de la despensa Europea en manos de terceros.
Por todo esto es por lo que los tractores han salido a las calles. Y por eso los ingenieros agrónomos estamos con los agricultores y con los ganaderos. Para terminar permítanme que lo haga con unas letrillas de Huelva, con permiso de su autor:
Así se escribe la historia,
que es malo lo que era bueno
y es olvido la memoria.
No es cosa contradictoria,
que el tiempo tiene el olvido
y también tiene memoria.