"Esperamos que el sector ganadero español apueste cada vez más por el forraje deshidratado"
Entrevista a Luis Machín, director de AEFA
España exportó en la última campaña cerca de 1,3 millones de toneladas de alfalfa, cuyo destino principal fue China y Emiratos Árabes. Nuestro país es el mayor productor de forraje deshidratado de la Unión Europea y uno de los principales exportadores mundiales de alfalfa, solo por detrás de Estados Unidos. Luis Machín, director de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA), evalúa los principales retos del sector como son la aplicación de la nueva PAC y los cambios que se están originando en los mercados internacionales.
¿Qué balance puede hacer de la campaña de forraje deshidratado en España?
La campaña de forraje finalizará el próximo mes de marzo, por lo que todavía no podemos hacer un balance definitivo. Sí tenemos una estimación prácticamente cerrada en lo que respecta a la producción. Con las cifras que manejamos a 30 de septiembre de 2023, se puede afirmar que la producción española descenderá un 20-25% en comparación con el año anterior. Estamos hablando de una cosecha algo por debajo del millón de toneladas, unas 250.000 toneladas menos que la pasada campaña.
En cuanto a la distribución de esta cosecha, el 80% sería alfalfa mientras que el 20% restante lo componen otros cultivos forrajeros como la avena, ray grass, festuca... que cada vez tienen una mayor demanda, tanto en España como en otros países. En el total de alfalfa, un 75% serían balas deshidratadas -el formato que más se produce en España- y el resto sería en formato pellet.
Respecto a la superficie, este año tenemos 96.000 hectáreas de cultivo, en su mayoría alfalfa de regadío salvo en Castilla y León donde existe una superficie relevante de alfalfa y otros forrajes en secano. Esto supone un descenso del 10% aproximadamente si se compara con la campaña anterior.
¿Cuáles han sido las principales causas que han motivado este descenso en términos de superficie y producción?
Una parte importante se debe a la sequía que padecimos sobre todo en los meses de abril y mayo de este año, lo que se tradujo en un primer corte bastante malo en términos productivos. El otro condicionante ha sido la bajada en el número de hectáreas de cultivo. Esto se debe sobre todo al mayor atractivo de los cereales por los altos precios de las materias primas que se observaron en 2022. No obstante, los agricultores que apostaron por la alfalfa en regadío han podido sacar adelante los cortes a lo largo del verano y el beneficio ha sido superior respecto a los cultivos de cereal.
¿Qué momento atraviesa la industria española del forraje deshidratado?
Actualmente el sector atraviesa por un momento de inestabilidad generalizada. Tras superar la pandemia ahora nos enfrentamos a nuevos problemas como la inflación o las tensiones geopolíticas, todo ello marcado por una elevada volatilidad en los mercados y situaciones muy cambiantes en general y poco predecibles. Esto repercute de forma directa en la toma de decisiones de las industrias.
Sin embargo, me gustaría destacar la adaptación que han demostrado las empresas de este sector. Con la subida en el precio de la energía que provocó la guerra en Ucrania, la práctica totalidad de las industrias deshidratadoras han acometido grandes inversiones para no depender de la energía eléctrica, a través de instalaciones fotovoltaicas o calderas de biomasa, lo que ha permitido contener los costes. En este sentido. creo que somos un sector muy dinámico y puntero en materia de sostenibilidad.
El director de AEFA en el certamen Vietstock 2023 Expo & Forum celebrado el pasado año en Vietnam.
¿Qué papel juegan las cooperativas actualmente en este sector?
Las cooperativas son un modelo de negocio instaurado desde hace muchos años en nuestro país y tienen su peso en AEFA. En estos momentos hay 23 cooperativas que forman parte de la asociación y representan un volumen importante en la producción de forraje deshidratado en España.
El alza de costes que han experimentado los cultivos extensivos, ¿ha elevado el atractivo de la alfalfa en las rotaciones?
Entre las ventajas que tiene la alfalfa como cultivo es su baja demanda de productos fitosanitarios. Otra de sus cualidades reside en que se implanta cada 5 años, lo que reduce costes relacionados con las labores de siembra. Además, como hemos comprobado en las últimas campañas con la escasez de precipìtaciones, la alfalfa soporta sin dificultad estos periodos de sequía y tiene un coste de mantenimiento, en general, muy reducido si lo comparamos con otros cultivos extensivos. Por no entrar en las ventajas medioambientales que también aporta en las explotaciones.
¿Qué perspectivas manejan en cuanto a la superficie de cultivo para la próxima campaña? ¿La demanda de semilla ha aumentado?
La sensación que tienen las industrias, cuya interlocución con los agricultores es directa, es que podría haber más superficie de cultivo de cara a 2024. Esta año percibimos una mayor demanda de semilla de alfalfa y de otros cultivos forrajeros. La rotación de cultivos que promueve la nueva PAC, beneficia a los cultivos mejorantes. En todo caso sería positivo que se recuperara ese 10% de superficie que se ha perdido esta campaña, pero todavía es pronto para saberlo.
“Este año percibimos una mayor demanda de semilla de alfalfa y de otros cultivos forrajeros. La rotación de cultivos que promueve la nueva PAC, beneficia a los cultivos mejorantes”.
¿Cómo va a influir el diseño de la nueva PAC en el cultivo de alfalfa en España?
Para la campaña 23-24, la entrada en vigor de la PAC llegó un poco tarde para el cultivo de la alfalfa y con una complejidad elevada. Además, en diciembre de 2022 la mayoría de las decisiones de siembra ya estaban tomadas. A pesar de todo, una vez que se han entendido las claves de la nueva PAC y cómo hay que gestionar las explotaciones, creo que va a favorecer el cultivo de alfalfa en España. La obligatoriedad de introducir especies mejorantes en el ecorregimen relativo a la rotación de cultivos, puede beneficiar a la alfalfa por su condición de leguminosa forrajera.
Si hablamos de las exportaciones, este año se aprecia un descenso en las ventas a China y Emiratos. ¿A qué se debería esta circunstancia?
Respecto a estos datos, señalar que no se trata de una situación exclusiva de España sino que las ventas están cayendo en el resto de países exportadores de alfalfa como Italia, Rumanía o Estados Unidos. Esto se debe a la descompensación que existe en estos momentos entre oferta y demanda, una coyuntura provocada por el alza en los precios de las materias primas agrícolas que vivimos el año pasado. Es necesario encontrar un equilibrio ya que nuestro sector está muy condicionado por el precio de la leche a nivel internacional.
Por otro lado, la caída de las exportaciones se ha visto compensada por una fuerte demanda del mercado nacional a causa de la sequía que hemos vivido este año. Estamos trabajando para que esta demanda se reactive en España y no se trate de una situación coyuntural. Esperamos que se apueste cada vez más por el forraje deshidratado y por las cualidades que tiene en cuanto a homogeneidad de producto, salud de los animales, conservación, etc.
¿Qué nuevos mercados internacionales presentan mejores perspectivas para el forraje español?
El principal destino de los forrajes españoles va a seguir siendo el mercado asiático. Por un lado, los países de Oriente Medio, entre ellos Emiratos Árabes, Arabia Saudí, Jordania, Omán, Qatar y Kuwait. Y en el Lejano Oriente, destacar a China, Japón y Corea del Sur. Las razones por las que estos países han importado forrajes producidos en España en los últimos años no han cambiado. La falta de acceso a forraje autóctono de calidad y las condiciones de suelo y agua no han variado. Estos mercados van a ser los grandes demandantes de forraje deshidratado español a largo plazo.
A pesar de tener estos mercados como referencia, en la actualidad seguimos buscando nuevos destinos para el forraje deshidratado español. En base a nuestra experiencia, creemos que estos mercados se encuentran en el sureste asiático y más en concreto en países como Vietnam, Indonesia o Malasia. Son mercados densamente poblados que están aumentando el consumo de productos lácteos. Además, otro dato significativo es que grandes grupos lácteos han llevado a cabo recientemente importantes inversiones en estos países.
¿Qué temas principales se abordarán en la próxima Jornada Española del Cultivo de la Alfalfa (JECA 2024) que se celebra en febrero en Valladolid?
Se trata de una jornada técnica itinerante y de carácter bianual que AEFA impulsa desde el año 2020. La primera edición se celebró en Zaragoza, la segunda tuvo lugar en Lérida en 2022 y ahora, en 2024, será Valladolid la sede del encuentro el próximo 8 de febrero. Aunque todavía no está cerrado el programa al cien por cien, podemos decir que habrá unas ponencias de primerísimo nivel, se tratarán temas como la evolución de la semilla, el control de plagas en la alfalfa, ventajas del uso de la alfalfa deshidratada en la alimentación animal o el papel de la biotecnología para lograr alimentar el mundo. Tendremos conferenciantes españoles e internacionales de reconocido prestigio como José Miguel Mulet, Jaume Lloveras o nuestro colega argentino Daniel Basigalup.