Un viaje al corazón del maíz europeo

El pasado mes de septiembre, la Federación Nacional Francesa de Producción de Semillas de Maíz y Sorgo (FNPSMS) organizó un 'Study trip' para conocer en profundidad la industria que rodea a la obtención, producción y multiplicación de semilla de maíz en Francia. Interempresas tuvo la oportunidad de acompañar a un grupo de expertos procedentes de Italia, Francia, Bulgaria y Rumanía en un completo itinerario que recorría desde la explotación familiar de varios agricultores, al centro de investigación de una empresa multinacional dedicada a la obtención de variedades y los campos de experimentación donde se ponen a prueba los futuros híbridos que el mercado demanda ante el reto del cambio climático.

El cultivo de maíz en Europa es uno de los pilares del sistema agroalimentario en el Viejo Continente. Su adaptación al clima y suelo existentes en la región europea ha permitido aprovechar las cualidades de una planta que puede cosecharse en verde y que también, es capaz de ofrecer un grano versátil que sirve tanto a la industria del etanol como a las fábricas de alimentación animal; es además una apreciada hortaliza que se consume en fresco y es la base de las palomitas o de almidón para uso industrial.

El maíz en España ha dado lugar a un complejo agroindustrial dedicado íntegramente a este cultivo que en nuestro país representa una de las alternativas mejor valoradas en el regadío. Su alto rendimiento se refleja en las más de 20 toneladas por hectárea que ya obtienen algunos de los 'maiceros' más experimentados. La mejora de las variedades ha sido en este aspecto un factor determinante para la rentabilidad del cultivo, incluso en campañas con elevados costes de producción como las actuales.

Francia es uno de los principales actores del cultivo de maíz en Europa, tanto en lo que se refiere a la producción de grano y forraje como a la semilla, en la que es líder al producir el 60% de la semilla empleada en toda Europa. En el año 2022 se cultivaron en este país un total de 1,2 y 1,4 millones de hectáreas de maíz grano y forrajero, respectivamente. En lo que respecta a la produccion de semilla de maíz, Francia albergó el pasado año 84.500 ha de cultivo, casi un 50% de la superficie europea que se situó en 178.000 ha.

La semilla producida en Europa es sobre todo para satisfacer la demanda interna del continente, mientras que la exportación de semillas de maíz producidas en Francia tiene como principal destino Alemania. Sobre la dimensión de este sector productivo en Francia, destaca que la cifra de variedades que se multiplican anualmente se sitúa por encima de las 2.400. De media, una hectárea de maíz para multiplicación de semilla es capaz de producir suficiente cantidad como para sembrar 120 ha de maíz a escala comercial (grano-forraje).

La sede de la FNPSMS en París fue el punto de encuentro del evento organizado por esta asociación a nivel europeo.

La Federación Nacional Francesa de Producción de Semillas de Maíz y Sorgo, la FNPSMS, es una organización interprofesional que agrupa a todos los operadores implicados en la producción de semillas de maíz y sorgo en Francia, es decir, las empresas semilleras y los multiplicadores. Todos comparten el mismo objetivo: gestionar la producción francesa en términos técnicos y económicos, contribuir al desarrollo del sector en Francia y en el extranjero, y actuar juntos como órgano representativo ante las autoridades francesas y comunitarias.

Los productores de maíz para semilla están organizados en 25 uniones departamentales-regionales y federados en la AGPM MAÏS SEMENCE (Asociación General de Productores de Maíz de Siembra de Francia). Las 26 empresas semilleras (obtentoras y subcontratistas) del sector están federadas en la sección de maíz y sorgo de la UFS (Unión Francesa de Semillistas). La FNPSMS es la única organización de estas características en el mundo que acumula una experiencia de más de 70 años. Actualmente tiene en marcha la campaña 'Seeds for Future' para promover, entre otros objetivos, el aumento de la superficie destinada a la producción de semilla de maíz y sorgo en la UE.

Las empresas obtentoras de semilla tienen un papel fundamental en esta industria. Sus esfuerzos en I+D son clave para poner en el mercado la genética que demandan los nuevos tiempos, marcados cada vez más por el impacto del cambio climático y la necesidad de elevar los rendimientos para alimentar a una población mundial en constante crecimiento. Durante el viaje de trabajo organizado por la FNPSMS tuvimos la oportunidad de visitar el centro que la empresa alemana KWS tiene en la región de Chartres.

En estos momentos, la prioridad para KWS y otras empresas obtentoras en Europa es la adaptación de las nuevas variedades de maíz al cambio climático.

La compañía mantiene en la actualidad 8 programas de obtención de variedades de maíz en Francia que comprenden un rango de ciclos FAO desde 200 hasta 570. Los principales rasgos que se buscan en las nuevas variedades son el rendimiento de grano y su estabilidad, la resistencia a enfermedades y el vigor precoz. En cuanto a los plazos para sacar una nueva variedad al mercado, se necesitan "5 años más otros 2 para su registro y ensayos oficiales", aseguró Romain Proffit, responsable de producción de semilla de KWS en Francia.

En estos momentos, la prioridad para KWS y otras empresas obtentoras es la adaptación de las nuevas variedades de maíz al cambio climático. En esta línea, KWS está desarrollando una nueva generación de híbridos bajo el distintivo 'ClimaControl' que tienen como característica diferenciada la tolerancia a la sequía. Las variedades certificadas como 'ClimaControl' tienen además que superar un periodo de 3 años de ensayos donde han de demostrar su resistencia al estrés hídrico, la estabilidad y el aumento en el rendimiento.

La siguiente parada del viaje fue la estación de investigación agronómica y fenotipado de Arvalis en Ouzouère-le-Marché. Se trata de uno de los 27 centros de Arvalis en Francia y tiene como una de sus líneas de investigación principales medir la respuesta de los híbridos de maíz ante el estrés hídrico. Desde 2015 alberga una plataforma específica dedicada a los cultivos de trigo y maíz y su respuesta a la escasez de agua. Este instituto técnico de investigación aplicada está financiado por las cuotas de los agricultores en función de las toneladas que producen. Arvalis tiene un presupuesto cercano a los 60 millones de euros anuales.

En su intervención, Bastien Chopineau, ingeniero agrónomo de Arvalis, explicó que el objetivo de este trabajo es obtener y divulgar referencias técnicas para agricultores, instituciones y organismos públicos a través del trabajo en fincas comerciales de los propios agricultores y plataformas de experimentación que involucran a cerca de 450 técnicos e ingenieros en toda Francia. "Buscamos la calidad tecnológica y sanitaria del maíz en los más de 1.600 ensayos que realizamos al año, en colaboración también con otros países a través de proyectos europeos", afirmó.

Uno de los objetivos prioritarios de Arvalis es ganar eficiencia en el uso del agua, en la zona centro del país y a nivel nacional. Chopineau valoró que actualmente los desafíos que plantea el cambio climático "pueden suponer una ventaja para la adaptación técnica, los progresos genéticos y la absorción de carbono por parte de los cultivos". La proyección es que a partir de 2030 las fases del cultivo se adelanten aproximadamente un mes. Esto, en principio, favorecería según él un crecimiento más rápido del cultivo y un grano cosechado con un menor porcentaje de humedad que el actual (30%).

PHÉNOFIELD es el nombre de una plataforma de fenotipaje "única en el mundo". Tiene cabida para 400-800 microparcelas cada año gracias a la tecnología que incorpora. Arvalis ha invertido en el fenotipaje de alto rendimiento, a través de sensores, drones y otras herramientas para analizar imágenes. Se trata de observar el comportamiento de los distintos rasgos de las variedades de maíz y otros cultivos, en especial su respuesta al estrés hídrico. "Son datos muy importantes para el seleccionador, le permiten hacer una selección más fina en cuanto al perfil de las variedades que quiere lanzar al mercado", detalló el investigador de Arvalis durante la visita al campo experimental.

Tras conocer la tecnología y la labor investigadora que rodea a la producción de semilla de maíz en Francia, pudimos palpar sobre el terreno la realidad de los agricultores que se dedican a la multiplicación en campo. La visita a la explotación de Louis Bernard, agricultor de 36 años, multiplicador de semillas y miembro del 'Syndicat Producteurs Semences Maíz Loir et Cher' nos ofreció una idea clara del importante trabajo de estos profesionales. Su explotación familiar -representativa de la media- dedica 30 hectáreas al cultivo de maíz para semilla, junto a otros cereales para pienso y hortícolas.

Según los datos de la familia Bernard, el cultivo de maíz para semilla proporciona unos ingresos brutos de 5000-6000 euros/ha, con unos costes específicos de 3000 euros/ha a los que habría que añadir los habituales del maíz grano. El rendimiento medio se sitúa en las 3,5 t/ha. La organización en la producción que les facilitan los sindicatos es importante, así como el apoyo que reciben a través de plataformas nacionales. Disponen además de CUMAs para compartir la maquinaria agrícola necesaria para el cultivo.

Otras particularidades del cultivo es que requiere de una separación de 200 metros respecto a las parcelas de maíz comercial, por lo que las masas forestales son necesarias para aislar de alguna forma la producción de semillas. El manejo del cultivo demanda menos abono que el maíz grano y en lo que concierne a la sanidad, los tratamientos son muy parecidos aunque con especial atención a los problemas relacionados con las malas hierbas.

Frederic Bonlieu cultiva maíz para semilla en rotación con colza y trigo blando.

Otro ejemplo de agricultor que ha apostado por la alternativa de producir semilla de maíz en su explotación es Frederic Bonlieu. Este ingeniero agrónomo de 53 años indicó que una de las claves del cultivo es "sembrar en el momento preciso". Bonlieu aseguró que se trata de un cultivo "rentable" y que combina en la rotación con la colza y el trigo blando. "El maíz semilla es lo que me ha permitido evolucionar en mi explotación", confesó.

'Del agricultor al consumidor'. Este es el lema de Agrial, uno de los grandes grupos cooperativos franceses que ha diversificado sus actividades y apuesta también por la producción de semilla de maíz. Este gigante del sector agrario europeo facturó en 2022 más de 7000 millones de euros. Es un modelo cooperativo que aglutina el trabajo de 12000 miembros, de los cuales 600 agricultores deciden e intervienen de forma directa en los consejos rectores. Su volumen de negocio procede en un 68% de Francia y el 32% restante a nivel internacional. Agrial posee actualmente 3 centros de semillas en Francia.

Para Agrial, "la semilla es importante para la calidad, la producción y la seguridad alimentaria". La zona de producción de semilla de maíz se encuentra en el noroeste de Francia, una amplia zona con diversidad de clima y suelos que proporcionan el entorno ideal para favorecer esta alternativa entre los agricultores asociados. Éstos pueden salirse del compromiso de producir semilla en cualquier momento, aunque por lo general los productores tienen una superficie destinada a este cultivo que puede oscilar entre 9 y 145 ha. Con una filial en España (Florette), Agrial presta especial atención al asesoramiento técnico y la comercialización con el fin de garantizar la rentabilidad a sus agricultores y ganaderos.