Masos: el regreso de la viticultura al Valle de Guadalest
Tras 100 años en el olvido por la plaga de la filoxera, el Valle de Guadalest vuelve a recuperar su modelo de actividad económica con los vinos Masos. El 13 de diciembre tuvo lugar el estreno del proyecto con una cata destinada a profesionales y autoridades. Una bodega incipiente y sostenible, bajo el sello de la Denominación de Origen de Alicante, que aúna la pasión por la historia agrícola, la entrega tradicional a la vid y a las variedades de la zona.
Las más de 5 hectáreas de viñedos –en Mas de la Mona y Alcalá– se han plantado respetando al máximo los bancales de piedra que ya existían hace 800 años. De estas plantaciones nacen los tintos ‘Vidal Balaguer’ y ‘Albor de Masos’, de la añada del 2020. El Chardonnay ‘Mas de la Mona’ y el Monastrell ‘Penya del Castellet’, ambos del 2021. El hilo conductor del proyecto apuesta por reactivar la viticultura de la zona con vinos de alta calidad gastronómica, sostenibles y de limitada producción. Los expertos, en una cata anterior exclusiva para profesionales, ya calificaron el vino con hasta un 94/100 para ‘Mas de la Mona’; y un 93/100 para ‘Vidal Balaguer’.
La presentación el pasado 13 de diciembre ofreció con un recorrido por el viñedo situado en Mas de la Mona y una cata de los vinos en su bodega, Mas de Ondara. El evento estaba dirigido para profesionales y fue guiado por el equipo de expertos de Masos: Antoine Medeville, enólogo asesor de Oenoconseil, que dirige el laboratorio más grande de Burdeos (vinifican el 15% de la localidad). Junto a Edouard Massie, Henri Boyer, Thomas Marquant y Emilien Delalande dirige el gabinete enológico Oenoconseil, que asesora a numerosas bodegas en Burdeos, principalmente en el Médoc y en varias denominaciones de la región. Tales como: Château Tour de By, Château Desmirail, Chateau Haut Marbuzet, Château Fonréaud, Château le crock, Château lestage, Château maucaillou, Château cissac, Château poitevin, Château Noaillac, Château La Bridane, Château de Portets, Château moulin rouge, Château clos Manou, Château Saransot Dupre, Château Martin, Château paloumey Château, Château Rieusec, Château Rabaud pomy, Domaine de la la solitude, Vignoble Castel y Château Lafaurie peyraguey, Sauternes, Entre-deux-Mers y Saint-Emilion. Al equipo de expertos le acompaña Javier Velasco, sumiller internacional y director comercial de Masos.
A la degustación le acompañó una selección de quesos con José Ángel Escorial, miembro de la Real Academia de Gastronomía; y jamón ibérico al corte de Florencio Sanchidrán, designado Embajador Mundial del jamón ibérico. Los asistentes tuvieron la oportunidad de catar otros productos de la firma, como los aceites ‘Oli del Clot’ y ‘Oro de Masos’, con el oleólogo Pau Ferrando.
La recuperación del paisaje agrícola y la reactivación económica de Guadalest
La llegada de la filoxera al Valle (alrededor de 1902) supuso la pérdida de más del 60% de las viñas de la Comunidad Valenciana y la extinción de muchas variedades autóctonas. Una catástrofe agrícola, económica y social, que provocó que muchos habitantes del Valle de Guadalest tuvieran que emigrar a Argelia, Argentina y EEUU (Nueva York, principalmente)
Tras muchos años de abandono del terreno de la vid, la familia Vidal Balaguer recupera las plantaciones como motor económico y agrícola. Después de la limpieza, arado y traslado de todos los árboles (como olivos o higueras) que ocupaban los bancales, han otorgado espacio al viñedo para aprovechar al máximo su eficiencia. En las 5’6 hectáreas de Masos se han recuperado las variedades autóctonas Monastrell, Garnacha Tintorera (también conocida como Alicante Bouschet) y crecen además las foráneas Cabernet Sauvignon, Syrah, Petit Verdot y Chardonnay. Además, en febrero iniciarán el cultivo de 5 hectáreas más en Mas de Ondara. A las que se añadirán otras dos variedades más: Viognier y Tempranillo.
Masos será mucho más que una bodega: también será un nuevo modelo de turismo en la zona de Guadalest. ‘Mas de la Mona’ se convertirá también en un hotel de 5 estrellas con 24 habitaciones, contará con un restaurante y estará diseñado por la interiorista Alejandra Pombo. En 2024 continuarán con la reconversión en hotel de ‘Mas del Molí’, otra de las masías que componen el proyecto.
Esta reactivación gastronómica-hotelera creará alrededor de 30 puestos de trabajo entre bodega y almazara; y 40 más para el proyecto turístico.
Un château en Guadalest
La pérdida del cultivo de la vid en Guadalest fue una gran pérdida para el enoturismo, ya que el valle tiene un terroir posee cualidades excepcionales: la tierra caliza y arcillosa, su altitud de hasta 650 metros sobre el Mediterráneo, la temperatura media anual de Guadalest y la frescura de sus noches de verano hacen del vino un producto de alto valor gastronómico. Además, la altitud de su bodega en Mas de Ondara, a 750 metros, y la fachada tradicional de piedra (típica de montaña) permiten una excelente regulación de la temperatura, que es muy similar tanto en verano como en invierno.
El concepto de bodega, dentro de la denominación de origen Alicante, es novedoso por su apuesta por la producción limitada: “Buscamos ser un Château, abogamos por la eficiencia y la calidad por encima del nivel de producción. Conseguimos así un vino con muchísimo recorrido tanto en boca como en evolución, en tiempo, en guarda”, afirma la dirección. Un proyecto de futuro, que promete recuperar el paisaje agrícola del Valle de Guadalest.