"Que coincidamos con otras ferias del sector ya no depende de nosotros. El cruce de fechas de este año ha sido desafortunado, pero no fue nuestra voluntad"
Entrevista a Isabelle Alfano, directora de SIMA
Al mando de los salones agrícolas y de construcción de Comexposium desde febrero de 2019, Isabelle Alfano, se enfrentaba a su primera edición de SIMA como directora. Era una edición especial, por su centenario, a la vez que complicada, por la incertidumbre de los mercados y por la apuesta realizada por Axema, la patronal francesa de la industria de la maquinaria agrícola, de trasladar las fechas del Salón al mes de noviembre.
¿Cuáles han sido los puntos fuertes de esta edición de SIMA?
En esta ocasión hemos de referirnos indudablemente al centenario. Aunque no sea el único, ha sido sin ninguna duda el punto culminante del salón, siendo lo suficientemente significativo para hablar de ello. El primer SIMA fue en 1922 en París. 100 años después hemos organizado un salón en el que hemos querido destacar precisamente la evolución del mundo de la agricultura. Para ello, hemos contado con una exposición de equipos históricos en la entrada del recinto. Y, por supuesto, lo hemos celebrado con una gran fiesta y la ceremonia de los Premios a la Innovación.
Pero mirando al futuro, que es lo realmente importante, se ha evidenciado la evolución del sector de equipamiento y el hecho de que hay una gran cantidad de innovaciones y de nuevas tecnologías. Para ello hemos creado SIMA TECH, un espacio con 150 expositores, 70 startups y una aldea robótica. Un recinto dentro de la feria para mostrar a los agricultores nuevas soluciones, algunas revolucionarias, para producir más y de una forma más sostenible.
100 años de SIMA. ¿Qué ha significado este salón para la historia de la agricultura europea?
La parte internacional del Salón sigue siendo muy importante. Contamos con una gran oferta de expositores de Francia, pero también de marcas internacionales. Vienen a nuestro país porque es para ellos un mercado importante. Pero también nos centramos en la captación de visitantes internacionales, como hacemos normalmente, desde un doble punto de vista. En primer lugar, seguimos haciendo todo el marketing directo a través de nuestros agentes locales en los países objetivo. Pero también trabajamos en la calidad de los visitantes, queremos que SIMA sea internacional. Para ello contamos con un programa específico de compradores 'top', con proyectos de compra, a los que invitamos y con los que organizamos encuentros de negocio con los expositores.
Desde SIMA se ha apostado por una diversificación de la oferta en esta edición. ¿En qué consiste? ¿Es una estrategia que se mantendrá de cara al futuro?
Sí, por supuesto. La idea cuando preparamos SIMA es que sea un espectáculo para los agricultores, que han acudido durante 100 años para ver las grandes máquinas, porque era la única opción que tenían de hacer su trabajo. Ahora, además de equipos, necesitan otras soluciones. Y es por ello que ofrecemos una gama más amplia de oferta, y para clarificarlo hemos creado una serie de senderos que permiten guiar al visitante según sus intereses.
¿Por qué se ha apostado por un cambio de fechas trasladando definitivamente SIMA al mes de noviembre?
En primer lugar, hay que decir que organizamos el Salón con Axema, la federación que representa a los fabricantes y distribuidores franceses de maquinaria agrícola. Cualquier decisión que tomamos se hace conjuntamente con ellos y los expositores que la componen. Y había una solicitud de cambiar las fechas en las que se celebraba SIMA. Yo soy nueva en el Salón, pero el cambio de fechas se ha discutido durante años, y finalmente se decidió cambiar a noviembre porque se trata de un mes más favorable dentro del ciclo de compras y para el lanzamiento de nuevos productos y la toma de decisiones. La primera edición debía haber sido en noviembre de 2020, pero debido a la pandemia no ha podido ser hasta este año.
Ya hemos anunciado la fecha para el 2024, y estaremos de vuelta en noviembre de ese año, un poco más tarde, del 24 a 28, que resulta incluso mejor para los agricultores. Y ese será un nuevo ciclo, definitivamente. Que coincidamos con otras ferias del sector ya no depende de nosotros. El cruce de fechas de este año ha sido desafortunado, pero no fue nuestra voluntad. París y su centro de exhibiciones acoge una gran cantidad de salones y cuando decidimos mover las fechas debíamos encontrar un hueco en el calendario.
No solo dirige SIMA, sino también otros salones del sector de la agricultura y la alimentación. ¿Cómo cree que cambiará el panorama ferial en los próximos años?
Considero que todos hemos observado que después de este período que hemos vivido en casa, sin poder estar en contacto con otras personas, las ferias profesionales han salido reforzadas. La gente quiere ver de cerca las máquinas, reunirse, hablar y tomarse una copa con los compañeros y colegas, etc. Así que son buenas noticias.
Y no se trata solo del número de empresas y marcas, sino también de cómo preparan el Salón. Por eso trabajamos muy estrechamente con ellos, construyendo una experiencia del visitante. Y en ese sentido podemos trabajar desde la organización de la feria, pero no somos nada sin las marcas. Personalmente me gusta construir el Salón con los expositores, para asegurarnos de que ofrecemos a los visitantes lo que buscan, porque ellos son nuestros clientes.