Semilla de calidad, garantía de cosecha
El objeto de sembrar un campo de cultivo es llegar a obtener la mayor cosecha por unidad de superficie para así disponer del mayor rendimiento económico posible. Para ello es condición necesaria poder disponer del mejor material de siembra, es decir, de una semilla de calidad que garantice una elevada implantación del cultivo y capacidad de germinación, dotando así al cultivo de un crecimiento sano y vigoroso, evitando aportar a nuestra parcela semillas de plantas no deseadas que puedan competir por la disponibilidad de nutrientes, luz y agua. En este sentido, podemos afirmar que el mejor material de siembra es la semilla certificada.
La calidad de la semilla certificada queda acreditada por el doble control realizado tanto por los organismos oficiales de cada CC AA como por la empresa productora de semillas, siendo ésta producida y comercializada con arreglo a la normativa vigente que establece unos requisitos y controles que garantizan la calidad de la semilla que es entregada al agricultor.
La calidad queda certificada con la presencia de la etiqueta oficial, dispuesta en todos los lotes de semilla producidos, que garantiza los requisitos establecidos por el reglamento Técnico de Control y Certificación, entre los que podemos destacar el porcentaje mínimo de germinación, de pureza específica y varietal, el contenido máximo de semilla de otras especies y atacadas por enfermedades, así como el contenido máximo de humedad de las semillas.
El agricultor está siendo consciente del gran esfuerzo que vienen realizando los investigadores y mejoradores del sector obtentor vegetal para poder desarrollar y poner en el mercado nuevas variedades más productivas, resistentes a enfermedades y adaptadas a las diferentes zonas de cultivos. Fruto de ello, el consumo de semilla certificada consumida en España en los últimos 10 años ha pasado del 18% al 40% y, aunque aún queda mucho trabajo por hacer, esta evolución del consumo permite mantener la esperanza del sector obtentor en poder mantener en el tiempo los proyectos de investigación y desarrollo de nuevas variedades que permitan además anticiparse a los efectos adversos que tenga el cambio climático en el desarrollo de los cultivos y obtención de buenas cosechas. En este sentido, la producción de semilla certificada está encaminada a multiplicar el material de reproducción original fruto de la investigación, de modo que la transferencia de tecnología desde el mejorador hasta el agricultor se culmine con éxito.
Con el avance de la mejora, y como se puede ver en el gráfico, la semilla ha dejado de ser solamente el material vegetal que origina la planta, pues incorpora, además, la capacidad de potenciar la germinación, la implantación y el buen desarrollo del cultivo, favoreciendo nuevamente el tener la mejor cosecha posible.
La importante innovación en los procedimientos de selección y limpieza de semillas ha permitido perfeccionar los sistemas de preparación de las semillas, como puede ser la selección óptica que resulta imprescindible para poder desechar material que no puede ser segregado por la maquinaria convencional, como es el caso de algunas malas hierbas o los esclerocios del cornezuelo del centeno. Del mismo modo, en la semilla se vienen acoplando otras tecnologías que permiten incorporar en la semilla productos que favorecen la emergencia y el buen vigor de las plántulas (coating), así como acoplar productos fitosanitarios, tanto de contacto como sistémicos, en dosis más reducidas que hacen muy eficiente la acción de las materias activas empleadas.
Es importante remarcar, que, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, nuestro país gasta al día más de 100.000 toneladas de cereal, por lo que si tenemos en cuenta el segundo avance de Cooperativas Agro-alimentarias de España con respecto a la campaña actual que indica que está será la segunda mejor cosecha en nuestro país, contaremos con un total de 24,47 millones de toneladas (4,38% más que la media de las últimas campañas). Pero aún así no alcanzamos los 38 millones de toneladas que nuestro país consume
Debido a este déficit, traemos cereal de fuera de nuestro país. Debemos poner todo nuestro esfuerzo para que cada vez la importación sea menor, y por ello debemos seguir trabajando para producir más con menos. No podemos aumentar las tierras de cultivo ni el uso de otros recursos como el agua, y por ello es fundamental poner a disposición de los obtentores todas las herramientas que la ciencia tiene para que se puedan desarrollar mejores variedades, más adaptadas y con una mayor capacidad de producción.
