LIVINGRO: Sostenibilidad basada en la ciencia
Aproximadamente el 50% de la tierra habitable de nuestro planeta se destina a la agricultura, por lo que está claro que para proteger la biodiversidad tenemos que hacer cambios en nuestros agroecosistemas. Devolver un pequeño porcentaje de nuestras zonas productivas a los hábitats naturales supondrá una diferencia significativa: los paisajes agrícolas serán más diversos, albergarán más biodiversidad y liberarán el potencial de los ecosistemas.
LIVINGRO™ es el proyecto global de Syngenta relacionado con la biodiversidad en agricultura que tiene como objetivo principal demostrar las ventajas que ofrece un ecosistema agrario biodiverso en términos de sostenibilidad, y también de rentabilidad para las explotaciones.
El desarrollo de LIVINGRO se ha llevado a cabo en grandes extensiones de cultivos de cereales y en plantaciones de frutales y olivos de cinco países, donde agricultores muy diferentes cultivan alimentos de forma que demuestran con datos cómo la biodiversidad es clave para la sostenibilidad agrícola.
Su trabajo a lo largo de las fases de preparación, siembra y cosecha se basa en un conjunto de protocolos agronómicos ambiciosos, holísticos y basados en datos, adaptados a sus cultivos y condiciones. Estos protocolos tienen la posibilidad de mejorarar la biodiversidad en el campo y fuera de él, protegerán el suelo y mejorarán su salud, ayudando a asegurar el rendimiento y la calidad para el agricultor.
"Los cultivadores que sigan los protocolos de LIVINGRO, implementando áreas multifuncionales como las franjas de floración, no sólo contribuirán a mejorar la biodiversidad, sino que también se beneficiarán del poder de la regulación natural. Y lo que es más importante, preservarán los recursos más preciados, como los suelos productivos y vivos y el agua limpia, para las generaciones futuras", señala Michael Schade, experto en Biodiversidad de Syngenta.
El programa LIVINGRO se basa en las mejores prácticas de gestión ecológica de diferentes sistemas de cultivo y en diversas tecnologías modernas de protección de cultivos. Diseñado por los expertos técnicos de Syngenta Crop Protection, se lleva a cabo en colaboración con socios externos, incluidos científicos independientes de universidades e institutos de investigación.
Aunque hay muchos programas de sostenibilidad de este tipo, éste se distingue por dos factores distintivos: ser muy amplio en el número de parámetros que mide y estar validado por científicos independientes.
"LIVINGRO identificará los impactos positivos de la biodiversidad en importantes indicadores agronómicos como la polinización, el equilibrio natural entre plagas y depredadores y la salud del suelo", asegura Javier Peris, director de apoyo técnico y experto en Biodiversidad de Syngenta.
Medición del impacto: de los insectos al suelo
LIVINGRO comenzó como proyecto piloto de tres años a desarrollar en Argentina, Chile, Alemania, México y España, en 2020 y 2021, con los agricultores aplicando protocolos específicos en una variedad de cultivos: cereales de rotación (maíz, soja y trigo) en Argentina; maíz, colza, remolacha azucarera y trigo en Alemania; y maíz y trigo en México; así como frutas de hueso perennes en España y Chile, viña en Chile y olivar en España.
Los protocolos combinan el asesoramiento científico de los agrónomos de Syngenta con prácticas, productos y tecnologías ecológicas. Estas van desde variedades de semillas, productos químicos sintéticos para la protección de los cultivos, productos biológicos (biofungicidas y bioinsecticidas) e insectos beneficiosos, hasta la implantación de áreas multifuncionales que fomentan la coexistencia de la agricultura y la biodiversidad.
El trabajo de los agricultores se mide a través de los datos recogidos sobre nada menos que 38 parámetros diferentes, que abarcan diversos aspectos de la biodiversidad, el suelo y la sostenibilidad de la producción de los cultivos. Los parámetros van más allá que en muchos ensayos agrícolas: por ejemplo, se evalúa el impacto de los protocolos en todos los tipos de insectos que viven en la superficie del suelo y bajo tierra, no sólo en los polinizadores. Los datos del suelo incluyen su composición, antes y después de utilizar los nuevos protocolos, junto con el análisis de la microbiota, su capacidad para secuestrar carbono y movilizar nutrientes y hacerlos más biodisponibles para los cultivos. Se prestará especial atención a la medición de la erosión y la infiltración. Las plantas también se controlan en cuanto a la infestación de plagas, la incidencia de enfermedades, así como el rendimiento y la calidad.
Al final del estudio, la amplia gama de datos será evaluada por Syngenta y por científicos independientes de los cinco países piloto. Los informes finales estarán disponibles en 2024 y los resultados se publicarán en revistas científicas revisadas por expertos para su uso por parte de la comunidad científica y agrícola.
"La sostenibilidad agrícola y la rentabilidad de los agricultores son compatibles. Podemos producir alimentos sanos y de calidad al tiempo que preservamos y mejoramos la biodiversidad y la calidad del suelo en los ecosistemas agrícolas", afirma Gina Swart, jefa de Productos Globales de Control de Enfermedades de Syngenta.
En las empresas del Grupo Syngenta, los protocolos exitosos se ampliarán para mejorar la biodiversidad y la rentabilidad de los agricultores en diferentes cultivos, países y tamaños de explotaciones. De este modo, LIVINGRO ayuda a acelerar la innovación para los agricultores y la naturaleza y apoya el plan de sostenibilidad global del Grupo Syngenta, The Good Growth Plan, al generar los datos concretos necesarios.
Si desea conocer más sobre el proyecto LIVINGRO, acceda al siguiente vídeo: