En un tertulia virtual organizada por Agpme, Anpromis y Asaja Huesca
El sector del maíz en la Península Ibérica pide utilizar las herramientas biotecnológicas para afrontar el reto de la sostenibilidad
Redacción Tierras
25/09/2020Los productores de maíz españoles y portugueses reclaman el acceso a las nuevas variedades de edición genética ante los desafíos que plantean las estrategias europeas orientadas a restringir el uso de fertilizantes y fitosanitarios.
Un relevante grupo de expertos en el cultivo del maíz se ha dado cita en una interesante tertulia virtual, antesala del II Congreso Ibérico del Maíz cuya celebración estaba prevista para este mes de septiembre, pero que ha sido pospuesta a 2021 por motivos sanitarios, debido a la actual incertidumbre generada por la evolución del COVID-19. El evento se ha celebrado en formato digital bajo el lema 'Agricultura europea biotecnológica y sostenible, ¡YA!’, y ha sido organizado por Agpme, Anpromis y Asaja Huesca.
El encuentro ha comenzado con la inauguración a cargo de Javier Folch y José Luis Romeo, director y presidente de Agpme, respectivamente, y de Jorge Neves, presidente de Anpromis. Los tres han coincidido en señalar la "amenaza" que suponen las estrategias europeas 'Del Campo a la Mesa' y Biodiversidad 2030 para la productividad de la agricultura, en cuanto a que propugnan un cambio de modelo hacia la agricultura ecológica y una importante restricción en el uso de productos como fitosanitarios y fertilizantes de origen químico.
Jorge Neves, además, ha remarcado que existe una "defensa común" de los intereses de España y Portugal ante una problemática que les afecta "por igual" y ha insistido en la necesidad de trasladar a las autoridades comunitarias que "los problemas de los países del norte de Europa no son los mismos que los que tienen los países del sur".
Híbridos de alta densidad
La jornada ha continuado con una demostración práctica en campo efectuada por Carlos Martín, Market development representative de Bayer Crop Science. En ella se ha comentado los ensayos que Bayer y Dekalb están llevando a cabo por todo el territorio peninsular para comprobar la respuesta del cultivo a diferentes dosis de siembra. En el caso de los híbridos sembrados en el Valle del Ebro, Martín ha señalado que aunque lo habitual es sembrar unas 90-94.000 plantas por hectárea, la siembra de precisión a una dosis de 110.000 plantas y con la ayuda de la herramienta FieldView para aplicar una densidad variable en la parcela, puede deparar la más alta producción esperada que se sitúa según él en las 20 t/ha.
En el turno de preguntas, Carlos Martín aludió a la importancia de no perder el tren de la biotecnología dado que en los próximos años "van a llegar variedades que serán determinantes para mitigar el estrés de los cultivos".
A continuación se ha dio paso a una tertulia que se ha sido moderada por Soledad de Juan, directora de la Fundación Antama. En primer lugar ha intervenido Lluís Montoliu, investigador científico en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). En su opinión, la posibilidad que se abrió hace 7 años de utilizar la tecnología CRISPR como herramienta para la edición genética supone la oportunidad de modificar genes con una precisión "nunca antes vista". Un aspecto que cobra especial relevancia en aspectos como el estrés hídrico, ha señalado este experto.
David Millán, jefe de producto de maíz y cereales de Syngenta España, recalcó el compromiso de su empresa con el aumento de la productividad a través de la investigación en los próximos años, con 'The Good Growth Plan', aunque lamentó que no se pudieran emplear las herramientas que brinda actualmente la biotecnología.
Alberto Ojembarrena, director de Marketing de Semillas y Nuevos Cultivos de Corteva Agriscience, comentó en la misma línea que hoy en día nos encontramos con la paradoja de estar utilizando una tecnología en maíz -en referencia al MON810, único evento transgénico permitido en España- que data de 1998. Asimismo, el responsable de Corteva incidió en que se trata de una "incongruencia" si se tiene en cuenta el nivel de tecnología que utiliza actualmente un agricultor en su explotación.
Seguidamente intervino Esther Arranz, ex diputada del Parlamento Europeo (2002-2019) y antigua ponente de la reforma de la PAC, que puso sobre la mesa varias reflexiones como por qué la sociedad rechaza la biotecnología en la agricultura, mientras que en el ámbito de la farmacología es algo totalmente asumido... Del mismo modo lanzó la pregunta de quién se está beneficiando de la prohibición de los cultivos transgénicos en Europa y tildó al ecologismo de "un capricho de niños ricos europeos".
Finalmente se dio la palabra a Santiago Escudero, agricultor y productor de maíz que basó su discurso en la necesidad de que el sector agrario conecte con la sociedad y que "no nos vean como usuarios de pesticidas si no como garantes de la biodiversidad y del aprovechamiento de los recursos naturales".
También se refirió a la "falsa superioridad moral europea" que según él está provocando que se pueda llegar a suprimir un herbicida como el glifosato, "tan importante para los agricultores sobre todo para el cultivo del maíz en segunda cosecha" y en las prácticas de la agricultura de conservación. "No podemos desperdiciar una tecnología como la CRISPR, tenemos que poder competir con el resto de agricultores del mundo en igualdad de condiciones", concluyó Escudero.