Genes de resistencia al tifón tardío en la patata que podrán incorporarse a las variedades comerciales para reducir costes de producción y
Las patatas han sido un elemento básico de la dieta escocesa y de otros muchos países europeos durante medio milenio, pero una nueva investigación sugiere que las limitadas diferencias genéticas en las variedades de patatas que se están cultivando en la actualidad han dejado a las especies británicas y estadounidenses vulnerables algunas enfermedades, como la que causó la hambruna de papas en Irlanda: phytophthora infestans) conocida comúnmente como roya o tifón tardío.
Investigadores en biología de la Universidad de Dundee y el Instituto James Hutton han descubierto que los cultivos comerciales de patata están en estos momentos bajo la amenaza constante de tizón tardío, el patógeno que estuvo detrás de aquella devastadora hambruna, y sin embargo los genes de las papas silvestres podrían ser el remedio frente a ese problema.
El Dr. Ingo Hein, investigador principal en co-evolución de patógenos de plantas, dice que el uso de las herramientas que su equipo ha desarrollado podría tranquilizar a los cultivadores ayudándoles a producir tubérculos más resistentes. "Al utilizar las herramientas dRenSeq y PenSeq que hemos desarrollado aquí en Escocia, en colaboración con colegas del Laboratorio Sainsbury en Norwich, por primera vez en la historia pueden rastrear los patrones históricos y geográficos de genes resistentes en las papas estadounidenses y británicas ". asegura el doctor Hein. “Nuestros datos preliminares –añade- sugieren que las variedades de patata más valiosas comercialmente cultivadas en estos momentos en el Reino Unido o los EEUU contienen un máximo de cuatro genes ya ‘vencidos’ por el patógeno del tizón tardío, P. infestans. Sin embargo –precisa-, hemos podido identificar nuevos genes que son todavía efectivos contra esta enfermedad y que no se usan actualmente en la producción comercial de patatas, pero al combinar estos genes efectivos en la selección de las variedades que se siembran podemos prolongar la longevidad de las resistencias individuales a la enfermedad y reducir la necesidad de productos fitosanitarios sobre las plantas”.
Y este es un hallazgo importante para los productores de patatas en todo el mundo, porque los métodos de control actuales para el tizón tardío en la mayoría de los países se basan en el uso de aerosoles químicos que incrementan los costes de producción y resultan peligrosos para el medio ambiente.