En la agricultura europea, el estímulo principal para usar herramientas digitales es la ayuda que prestan a un modelo de trabajo más respetuoso con el medio ambiente

HABLAMOS CON DAVID NAFRÍA

Jefe de Área de Información Geográfica e Innovación del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), tras su intervención en la mesa redonda sobre Agricultura 4.0 que se desarrolló en el marco de las Jornadas GENVCE 2019 celebradas en Vitoria.

“Muchas de las tecnologías de la agricultura 4.0 son dudosamente rentables para el agricultor y la opción es demandarlas a una empresa de servicios que tiene más capacidad para amortizarlas”

LA AGRICULTURA DIGITAL.- ¿Sobre qué temas ha girado el debate de la mesa redonda que se ha celebrado en las Jornadas GENVCE 2019?

DAVID NAFRÍA.- La mesa redonda ha girado fundamentalmente en torno a tres aspectos principales. En primer lugar qué tipo de tecnologías hay disponible en estos momentos en el sector agrícola y cuáles se están utilizando por parte del sector. También se ha abordado el tema de qué nuevas aportaciones pueden hacer las tecnologías a los problemas de la agricultura actual, qué futuro hay y cómo vemos la agricultura en un plazo de 10 ó 20 años, y por último hemos debatido sobre el papel de la tecnología en asuntos como el relevo generacional en el campo o la despoblación.

L.A.D.- ¿Cuáles serían los obstáculos más importantes para la adopción de las nuevas tecnologías de la agricultura de precisión y la agricultura 4.0 por parte del sector agrario?

D.N.- Lo primero es que toda tecnología tiene que aportar un valor y un retorno adecuado a la inversión que conlleva, ya sea a nivel económico o en un incremento del bienestar y la comodidad para el trabajo del agricultor. Muchas veces esta tecnología no aporta un valor perceptible para el agricultor o simplemente este valor es dudoso por la dificultad de llegar a amortizarlo, por lo que desde hace tiempo se piensa que la mejor alternativa es recurrir a una empresa de servicios que va a amortizar antes este tipo de inversiones o ir avanzando hacia explotaciones más grandes que permitan amortizar mejor este tipo de inversiones.

L.A.D.- ¿Podemos considerar por tanto que es el tamaño de las explotaciones que hay en España el principal hándicap para una implantación efectiva de la Agricultura 4.0?

D.N.- Los modelos de desarrollo de Agricultura de Precisión que tenemos a nivel global están quizá más pensados para países de Sudamérica, Estados Unidos o Australia, donde una persona tiene la necesidad de gestionar por sí sola una cantidad de superficie mayor y se constituyen explotaciones más grandes. De esa forma, estas tecnologías disponibles no sólo se amortizan antes, sino que les van a permite realizar correctamente la gestión de su explotación mediante el acceso a una información y a un volumen de unos datos que de otra manera sería muy difícil obtener.

Ese modelo sin embargo no se corresponde con el de la agricultura familiar que mayoritariamente practicamos en Europa, y quizá el vínculo más fuerte que la Agricultura 4.0 puede tener con este modelo europeo de agricultura familiar reside en el aspecto medioambiental. La tecnología permite reducir y optimizar el uso de los inputs, lo que se traduce en un beneficio económico pero sobre todo ambiental que justificaría su utilización ante la sociedad europea, que reclama al sector un modelo de trabajo cada día más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

L.A.D.- ¿En estos momentos qué proyectos de ITACYL relacionados con la Agricultura de Precisión le gustaría destacar?

D.N.- Al ser una entidad que pertenece a la Administración, nuestra misión no es la de prestar un servicio directo al agricultor, que es una labor que deberán realizar los asesores y técnicos especializados en Agricultura de Precisión. Desde ITACYL lo que estamos intentando proporcionar son datos que faciliten la toma de decisiones en un entorno digital. Tenemos un servicio de corrección GPS para que los agricultores en Castilla y León puedan posicionarse con una precisión de un centímetro a través de la red RTK que tenemos, que es un servicio de carácter público y gratuito.

Además contamos con una base de datos climática que es capaz de ofrecer información cada diez minutos y con un registro de datos de los últimos 20 años. Otra de las bases de datos es la relacionada con la información relativa a los suelos de Castilla y León, con 15.000 muestras de suelo georreferenciadas y accesibles a través de un visor y con la posibilidad de descargarse. También tenemos un repositorio con información geográfica a través del cual podemos facilitar datos de SIGPAC, fotografía aérea, información topográfica…

Últimamente también estamos llevando a cabo bastantes desarrollos en el ámbito de la agro-meteorología, como son los sistemas de predicción de cosecha e información agronómica que intentan aportar un valor añadido y una visión más elaborada de toda esta información.