Innovación y transferencia de tecnología en la recolección mecanizada del olivar
Figura 1. Cosechadora cabalgante trabajando en una plantación joven de olivar intensivo.
Mayor mecanización de los olivares menos tecnificados
La diferencia en avances tecnológicos en función de la tipología de olivar hace que los costes de producción varíen entre un tipo de plantación y otra. Los costes de producción oscilan entre los 1,58 €/kg de aceite de oliva para las explotaciones superintensivas de regadío y pendiente moderada de tamaños superiores a 50 hectáreas y los 4,02 €/kg de aceite en las explotaciones tradicionales de secano y alta pendiente de superficie inferior a 10 hectáreas, con un valor medio de 2,72 €/kg (MAGRAMA, 2010). Aunque estos valores son dependientes de las condiciones específicas y de manejo de cada explotación, reflejan una diferencia en la rentabilidad entre distintos tipos de explotación. Estas diferencias deben ser corregidas o mitigadas para evitar la supervivencia de la actividad económica ligada al sector olivarero en nuestro país, que es el motor económico de muchas zonas rurales en nuestro país.
En algunas campañas de escasa producción, como es el caso de la actual 2014/15, los precios han sido notablemente superiores, sin embargo, esta coyuntura no implica que la rentabilidad de las explotaciones sea mayor, ya que, si la producción disminuye, el coste por kilogramo de producto se dispara. El precio en origen para el periodo comprendido entre las campañas 2001/02 y 2013/14 se han situado en torno a un valor medio de 2,16 €/kg para el aceite de oliva y 2,27 €/kg para el aceite de oliva virgen extra (CAP, 2015).
En este sentido, la mejora de la rentabilidad del cultivo pasa por una mayor mecanización de los olivares menos tecnificados, ya que ello supone una importante disminución de los costes de producción. Resulta vital reducir el coste de recolección ya que este supone aproximadamente el 50% de los costes del cultivo y así poder aumentar la competitividad en este sector. Además la introducción de innovaciones en la mecanización del olivar tradicional debe ir ligada a una formación de los agricultores y trabajadores agrícolas en el uso de maquinaria y gestión de las explotaciones para aumentar la eficiencia del sistema productivo. Por otro lado, la organización y estructuración del sector es fundamental, especialmente para las explotaciones de pequeño tamaño, donde la adquisición de maquinaria propia es inviable debido a los elevados costes de amortización que esto supondría.
El proyecto Mecaolivar
Para abordar parte de esta problemática y otros aspectos importantes de la mecanización del cultivo (aplicación de productos fitosanitarios y control de cubiertas), el grupo de investigación AGR 126 de la Universidad de Córdoba está trabajando en un proyecto de Compra Pública Precomercial ‘Mecaolivar’, pionero en la mecanización y modernización del olivar de almazara. Este proyecto ha sido financiado mediante anticipos reembolsables de fondos europeos FEDER (80%) concedidos por el Ministerio de Economía y Competitividad y con la aportación de la Universidad de Córdoba (20%) con el respaldo de la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español (IAOE).
El proyecto Mecaolivar mediante estrategias de I+D adaptadas a la demanda del sector empresarial ha licitado Compra Pública Precomercial para el desarrollo de prototipos que mejoren la tecnificación y rentabilidad económica del olivar tradicional e intensivo de almazara, debido a la continua pérdida de rentabilidad que está sufriendo. A la par, pretende afianzar un tejido empresarial industrial innovador y con capacidad de desarrollar maquinaria comercial que mejore la tecnificación del sector incrementando su competitividad y posicionamiento internacional. El resultado esperado del proyecto es el diseño y desarrollo de prototipos precomerciales no disponibles en el mercado actual de maquinaria, que deben dar lugar a máquinas comerciales disponibles para los agricultores en las siguientes líneas:
- Prototipo para la recolección integral del olivar tradicional mediante sacudidores de copa.
- Prototipo para la recolección integral del olivar intensivo mediante vibradores de troncos.
- Sistemas y materiales de agarre para reducir el descortezado generado por vibradores de troncos.
- Prototipo de aplicación de productos fitosanitarios adaptado al olivar tradicional.
- Prototipo para el control de cubiertas en la calle y bajo copa para olivar tradicional.
- Sistema de poda para adaptar el olivar tradicional e intensivo a la recolección mecanizada y sistema de evaluación de la deriva para equipos de aplicación de productos fitosanitarios.
Soluciones para cada tipología de olivar
No todos los olivares son iguales y las soluciones de mecanización deben adaptarse a la tipología de olivar. Desde el punto de vista de la mecanización de la recolección del olivar podemos hablar de cuatro tipologías de olivar claramente diferenciadas. Según los datos de Andalucía con una superficie de 1,5 millones de hectáreas (60% del olivar español y 80% de la producción), las plantaciones tradicionales marginales o de difícil mecanización suponen unas 300.000 ha, las tradicionales productivas unas 900.000 ha, las de olivar intensivo 300.000 ha y las de superintensivo 50.000 ha. Al mismo tiempo es importante destacar la división existente entre plantaciones en regadío y en secano, siendo estas últimas las mayoritarias con un 78%. El riego es una característica fundamental que determina no sólo un mayor potencial productivo y estabilidad de las producciones, además las explotaciones de regadío permiten una mayor agresividad en los sistemas de recolección, al ser posible una rápida recuperación de los árboles mediante el riego.
Innovación en la recolección mecanizada del olivar en pendiente y de difícil mecanización
De acuerdo con los datos suministrados por la Unidad de Prospectiva de la Consejería de Agricultura y Pesca en Andalucía en torno a 1/3 del olivar de almazara tanto en número de explotaciones (100.000) como en superficie (450.000 ha) se sitúa en pendientes superiores del 20%. La gran dificultad a la hora de mecanizar este tipo de olivar hace que se califique como olivar no mecanizable (AEMO 2010). Sin embargo, aunque una pendiente superior al 20% se considera una de las mayores limitaciones para la mecanización de los cultivos, dificultando o impidiendo el uso de los sistemas de mecanización disponibles en la actualidad, este factor no implica que la explotación no pueda mecanizarse, sino que la mecanización de esta tipología de olivar se hace más difícil, pero no imposible. En este tipo de explotaciones es fundamental avanzar en el desarrollo de maquinaria adaptada y que además cumpla con los requisitos de seguridad en el trabajo ya que no hay que olvidar que el vuelco es una de las principales causas de la siniestralidad en agricultura.
En esta tipología de olivares, es importante diferenciar entre las plantaciones en pendiente con una elevada capacidad productiva, que podrían rentabilizarse por la vía de reducción de costes, y las explotaciones en pendiente con severas limitaciones productivas, que deben mantenerse y rentabilizarse por medio de la complementariedad con otras actividades (Figura 2).
Los sistemas de recolección como los vibradores de troncos o las cosechadoras presentan serias limitaciones a la hora de trabajar en olivares situados en terrenos con pendientes mayores del 15% (50% de la superficie de olivar de almazara y 6% del olivar de mesa). Y si la pendiente es superior al 20% muchas soluciones a la recolección mecanizada no son viables, debido a la dificultad de mecanización y al riesgo de vuelco de la maquinaria, al utilizar maquinaria inespecífica (Figura 3). El riesgo de vuelco se ve agravado al usar tractores de ruedas, que en movimiento pueden volcar en pendientes de 18-25%, con facilidad. Sin embargo, en numerosas explotaciones se hace inviable el uso de tractores de orugas debido a las limitaciones que presentan estas máquinas para el transporte, especialmente cuando la dispersión de parcelas es importante, y estas se reparten en zonas alejadas entre sí. Actualmente, las tareas en el olivar tradicional de pendiente se realizan de forma manual o con una maquinaria muy precaria que genera riesgos, sobreesfuerzos y pérdida de productividad y competitividad. En estas plantaciones muchos agricultores han apostado por la mecanización de las operaciones con tractores orugas capaces de circular por este tipo de olivar pero con maquinaría y aperos no adaptada e incurriendo en altos riesgos de vuelco.
Por otro lado, no hay que olvidar los problemas derivados de la atomizada estructura de la propiedad. El tamaño actual de las explotaciones del sector de producción de aceite de oliva es muy reducido, con más del 95% de las explotaciones (279.000 explotaciones) con un tamaño menor o igual a 15 hectáreas, representado éstas el 57% de la superficie de olivar de almazara. De estas, la mayoría se sitúan en el primer tercil, el 82,5% de las explotaciones no alcanza 5 ha de superficie. Por tanto, se puede afirmar la existencia de un alto número de explotaciones donde no se pueden emplear la mayoría de tecnologías de recolección desarrolladas comercialmente pues no llegan a amortizarse económicamente por reducido tamaño de la explotación.
Los desarrollos futuros deberían hacer más competitivo y seguro el olivar en pendiente de difícil mecanización mediante el desarrollo de equipos tractores de coste reducido capaces de trabajar en terrenos con pendiente elevada (superior al 20 %). Para alcanzar este objetivo es recomendable el desarrollo de aperos específicos que mantengan la proporcionalidad entre el vehículo tractor y el apero, y que el diseño de este permita que su peso no desestabilice el conjunto.
Innovación en la recolección mecanizada del olivar tradicional en pendientes reducidas
El olivar tradicional en pendientes reducidas es el olivar más extendido en España y en Andalucía, representando 900.000 has. Este olivar cuenta con amplios marcos de plantación regulares y baja densidad de plantación (menor a 200 plantas/ha) y se sitúa en pendientes menores del 20% (Figura 4). Además, está compuesto por olivos centenarios con varios troncos por árbol y grandes copas que dificultan su mecanización. Sin embargo, a pesar de estas dificultadas presenta unas producciones medias relativamente altas (3.500-6.000 kg/ha) que en muchos casos ponen en duda la viabilidad de su reconversión a corto plazo hacia olivares con otra morfología, principalmente por la alta inversión que representa, y el largo periodo requerido para obtener niveles de producción similares. A pesar de ser la tipología más extensa, presenta una tecnificación reducida. Este hecho conlleva una falta de competitividad con respecto a otras tipologías y la baja rentabilidad de estas explotaciones. En un alto porcentaje de explotaciones tradicionales de baja pendiente la reconversión a olivar intensivo es de dudosa rentabilidad, especialmente en las explotaciones que no disponen de riego.
El empleo de sacudidores de copa en olivar tradicional es un hecho novedoso y que actualmente no se realiza a escala comercial en las explotaciones españolas, pero que presenta características muy interesantes para desarrollar una cosechadora integral para olivar tradicional que trabaje de forma continua rodeando los árboles (Figura 5). Las ventajas de la sacudida de copa con respecto al resto de tecnologías existentes son la independencia de la eficiencia de derribo respecto a la estructura del árbol, y respecto a la dificultad de derribo del fruto en épocas de recolección temprana, aunque este método de recolección es incapaz de acceder a las ramas interiores del árbol, por lo que debe ir acompañado de un sistema de poda y formación de los árboles que favorezca la fructificación exterior y permita el giro de la máquina alrededor del árbol para su recolección. Hasta el momento, todos los sistemas de recolección en olivar han ido acompañados de una formación específica del árbol, siendo el máximo exponente de este principio el olivar superintensivo. Otro factor de suma importancia es la capacidad de adaptación de los sistemas de varas a la copa del árbol, maniobrabilidad del conjunto de la máquina y adaptación de los parámetros de funcionamiento para optimizar el porcentaje de derribo. Aunque no se ha contemplado en el proyecto actual, la trazabilidad del producto es fundamental, y pretende incorporarse a los futuros desarrollos.
Figura 5. Equipo comercial sacudidor de copa Oxbo 3210 adaptado con plataforma de interceptación y gestión del fruto derribado, desarrollada por el G.I. AGR 126 de la UCO para el estudio de la viabilidad de la recolección integral en el olivar tradicional.
Los futuros desarrollos encaminados a mejorar la competitividad del olivar tradicional en pendientes reducidas debería tener una maniobrabilidad elevada que permita trabajar dando la vuelta al árbol. Por otro lado es de suma importancia que el sistema de derribo tenga capacidad de adaptación a la forma del árbol. Además, es necesario acompañar el desarrollo de esta cosechadora de un sistema de formación del árbol para adaptarlo a la máquina, al igual que en el resto de equipos, aunque en este caso dicha necesidad se acentúa ya que la estructura de los árboles tradicionales hace más difícil la recolección integral de los mismos.
Innovación en la recolección mecanizada del olivar intensivo
El olivar intensivo, considerado como el olivar de un pie con una densidad de entre 200 y 600 plantas por hectárea, con marcos que oscilan entre el 7x7 y 6x3 (Figura 6), representa 438.000 ha de las 2.478.000 ha de olivar en España (ESYRCE 2012).
Los sistemas de recolección actuales para el olivar intensivo presentan varias limitaciones:
- Imposibilidad en algunos casos de trabajar en marcos con distancia entre árboles reducida (Vibrador con paraguas).
- Poca o nula gestión del fruto derribado exceptuando las cosechadoras cabalgantes con sacudidor.
- Limitada capacidad de trabajo, y dependencia del trabajo de operarios a pie, lo que obliga a contratar a un número elevado de personas para no limitar a la máquina exceptuando las cosechadoras cabalgantes con sacudidor.
- Bajos porcentajes de derribo y necesidad de vareo complementario que se acentúa cuando el fruto presenta una alta dificultad de derribo, principalmente en cosecha temprana.
- Nivel reducido de automatización.
En el caso de los desarrollos futuros enfocados a mejorar la recolección del olivar intensivo, se debe avanzar hacia una recolección mecanizada integral con una capacidad de trabajo elevada que permita a este tipo de olivar competir con el olivar superintensivo en grandes explotaciones. Por otro lado, la mejora de los porcentajes de derribo mediante la adecuación de la estructura del árbol, y la mejora de los sistemas de derribo es necesaria para eliminar el vareo complementario que ralentiza la operación de recolección. En último lugar, la reducción del descortezado es un factor fundamental que debe ser mejorado mediante el diseño de la pinza, regulación de los parámetros de vibración y su adaptación a las características del olivar, así como la introducción de nuevos materiales de agarre.
Requisitos que deben cumplir las futuras máquinas desarrolladas para la recolección del olivar
España es el líder mundial en producción de aceite de oliva con diferencia, por tanto, una de las debilidades que se achacan al sector desde el mercado internacional es la masificación de la producción sin incluir una apuesta global por la calidad y la diferenciación. Además, la trazabilidad del producto desde el campo al consumidor es una necesidad imperiosa en términos de seguridad alimentaria, que también puede emplearse para aportar valor añadido al producto. Actualmente la trazabilidad registrada en el sector del aceite de oliva es muy limitada, debido a las grandes dimensiones de los depósitos donde se almacena el producto, y a la ausencia de identificación del mismo cuando se recepciona en la industria. De cara al futuro, la maquinaria de recolección debería incorporar un sistema de georreferenciación que permita la identificación de partidas de producto más reducidas, aunque este fin no será posible sin la introducción de sistema logístico controlado desde la industria que dé servicio al agricultor.
La maquinaria agrícola en general, y la maquinaria de recolección en particular, adolecen actualmente de sistemas de control, automatización y robotización que faciliten y agilicen las tareas a realizar. La inclusión de estos sistemas en la maquinaria es necesaria para optimizar y adaptar el funcionamiento de un equipo a la parcela en la que está trabajando. Además el registro de la información obtenida puede permitir al fabricante una mejora continua de su maquinaria, y proporcionará mayor información a cerca de la regulación óptima de cada equipo en cada una de las condiciones de trabajo del mismo.
El punto de vista de la seguridad y salud es fundamental en maquinaria agrícola, sobre todo si se tiene en cuenta que la maquinaria agrícola es la principal fuente de riesgos laborales en agricultura. Especial atención merece el riesgo de vuelco en operaciones realizadas en terrenos con elevada pendiente, que puede erradicarse mediante el control remoto de la máquina, lo que permite al operario alejarse de la zona de riesgo durante el trabajo en campo.
Por último no conviene olvidar que la agricultura es una actividad económica que debe generar un beneficio para el empresario agrícola. Atendiendo al tamaño medio por explotación y a la estructura de la propiedad que presenta el olivar, especialmente el olivar tradicional, es fundamental la reducción de costes derivada del empleo de maquinaria, ya sea mediante la subcontratación de tareas a empresas de servicios externas, o mediante la agrupación de productores en entidades asociativas que les permitan acceder económicamente a la adquisición de los equipos desarrollados, evitando la obsolescencia de la maquinaria empleada, hecho muy común en la actualidad.
Agradecimientos
Los autores agradecen el convenio para el desarrollo del proyecto CPP Mecaolivar por parte del Ministerio de Economía y Competitividad cofinanciado con fondos FEDER y el apoyo recibido de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español (IAOE). Asimismo, al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte por la concesión de una beca FPU. También, agradecen la colaboración recibida por parte de las empresas de las líneas de recolección del proyecto: Moresil S.L., Maqtec S.L., Isotrol-MC2, Tecniagri Agrícola Forestal S.L., Bandcaucho, Camilo Inyecciones, Cristino Cabrero Carrasco y Gascón Tecnología Agrícola S.L.
Referencias bibliográficas
- CAP, Consejería de agricultura y pesca. 2015. Observatorio de precios y mercados. Consejería de agricultura y pesca, Junta de Andalucía. Último acceso: 23/01/2015. Disponible en: http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/observatorio/servlet/FrontController?ec=default
- ESYRCE, Encuesta sobre superficies y rendimientos de cultivos. Resultados. 2012. Ministerio de agricultura, alimentación y medio ambiente. Último acceso: 10/10/2014. Disponible en: http://www.magrama.gob.es/es/estadistica/temas/estadisticas-agrarias/agricultura/esyrce/
- MAGRAMA, Ministerio de agricultura, alimentación y medio ambiente. 2010. Observatorio de precios y el estudio de mercado de la cadena de valor del aceite de oliva, campaña 2009-2010.
- Velasco Gámez, M., Vilar Hernández, J., Puentes Poyatos, R. 2012. Implicaciones de la PAC 2014-2020 para el sector oleícola. Último acceso: 12-03-2015, Disponible en: http://xivrem.ujaen.es/wp-content/uploads/2012/05/100-R-152M114.pdf