Cuatro mil granjas navarras en situación límite

“Es muy bonito ir un día a Las Bárdenas, al Valle de Salazar o La Barranca y ver ovejas y vacas, pero hay que ser conscientes de que detrás de todo eso hay un ganadero que lo está pasando mal y que, en muchas ocasiones, para poder mantener todo eso, está vendiendo parte de su patrimonio”. Con estas palabras, el presidente del sindicato Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN), Félix Bariáin, quiso reflejar ayer lo “crítico de la situación de la ganadería". De hecho, el sindicato ha iniciado una campaña bajo el lema 'Salvemos la ganadería' con el fin de sensibilizar a toda la sociedad sobre la importancia de que sigan existiendo granjas en Navarra.

La protesta del sindicato, que concentró a medio centenar de ganaderos, tuvo como escenario el monumento al Encierro, en plena avenida de Carlos III, de Pamplona. Allí, colocó entre los astados dos muñecos hechos con paja que simulaban ganaderos "embestidos por las cornadas de la distribución”. Luego, los rompieron y tiraron pienso delante de los toros. Al final, el mismo sindicato se encargó de limpiar el lugar.

“Siervos" de la distribución

La campaña para llamar la atención sobre la magnitud de la crisis del sector ganadero ha incluido hasta la fecha reuniones con la distribución, con asociaciones de consumidores, con el gremio de carniceros, con fábricas de piensos, etc. "Cuando ven nuestras cifras se dan cuenta de lo insostenible de nuestra situación. No podemos aguantar con un incremento de imputs como los piensos de más de un 40% cuando para algún sector ganadero supone más del 70% del coste anual”.

La subida de la luz, del gasoil o las crecientes importaciones de productos que no cumplen los mínimos controles que los alimentos producidos aquí son motivo de queja. "¿Sabéis que estáis comiendo cordero que no ve la luz, que nace, lo montan al barco, está un mes ahí y luego os lo coméis?", preguntó Bariáin. Leche que se oferta por debajo de costes como producto reclamo, falta de financiación de los bancos, exigentes y costosas medidas de bienestar animal “que hacen que en algunos casos los animales vivan mejor que nosotros”, fueron otras críticas.

El vicepresidente del sindicato, David Lezáun, puso los datos. Dijo que el precio que por la carne cobra el ganadero en los últimos 25 años ha permanecido entre 3 y 3,5 euros. Si se tiene en cuenta la deflactación por el IPC en esos años, “hoy vendemos la carne a la mitad que en 1986”. “La pérdida de rentabilidad ha sido tremenda”, concluyó.