El pastoreo de pequeños rumiantes se consolida como estrategia en la prevención de incendios
La lucha contra los incendios forestales pasa por la gestión del territorio con la ayuda de la participación privada, de forma que se puedan sufragar los 10.000 millones de euros que costaría limpiar los bosques y extraer el principal material inflamable que alimenta el fuego, la biomasa. El dato lo aportó Jesús Casas, presidente del Grupo Tragsa, empresa pública de transformación agraria, durante la conferencia que abrió en Zaragoza la segunda y última jornada del foro ‘El desafío de los grandes incendios forestales: impactos en el territorio’.
El evento puso el acento en el aprovechamiento económico del monte como respuesta a la amenaza de los incendios y a la despoblación, y es en este marco donde la biomasa y la colaboración público-privada han aparecido como los elementos clave para emprender una nueva gestión del territorio.
El modelo de ordenación territorial que se daba hace 50 años ha desparecido por la despoblación, por lo que sin la actividad que antes realizaban las poblaciones rurales en el medio natural, la vegetación se ha expandido y la cubierta vegetal del territorio español es mucho mayor, apuntó Casas.
Esta situación supone un mayor riesgo de incendios forestales, que se puede atenuar interviniendo el territorio para extraer 10 millones de toneladas de biomasa por hectárea, un elemento que, además, puede tener un aprovechamiento económico. “Si pensamos en esa cifra de 10 millones de toneladas de biomasa por hectárea quiere decir que cada 5 años deberíamos darle una vuelta al monte para mantenerlo en ese estado ordenado de revista. Nos costaría 10.000 millones de euros”, expresó Casas. Por esa razón, tiene mucha importancia la utilización del ganado para la limpieza de montes.