Acercar la empresa familiar a los niños y jóvenes, clave para su continuidad
Ricard Agustín, fundador de Family Business Solutions y consultor de empresas familiares
02/09/2024En una empresa familiar existe, por definición, la voluntad de que la siguiente generación continúe con el negocio que fundaron los padres o los abuelos. La intención es lograr que los hijos o nietos tomen las riendas de la empresa para continuar con el legado familiar. Para ello, es imprescindible el compromiso de la nueva generación con el proyecto y esto requiere acercar el negocio a los niños desde que son pequeños, de forma respetuosa y sin forzar, para despertar paulatinamente su interés por el negocio, que vean que la empresa familiar es algo positivo y sientan como suya la empresa que fundaron las generaciones anteriores.
Sin embargo, como decía al principio del artículo, lamentablemente muchos padres no saben cómo hacerlo y alejan a sus hijos del negocio, normalmente para protegerlos, pero desvinculándolos de la empresa. En otros casos, el exceso de insistencia para que los niños se vinculen a la misma, el exceso de trabajo y sacrificio o los conflictos entre los familiares son los culpables que los niños desconecten de la empresa familiar…
El punto medio: acercar sin imponer ni invadir
También es buena idea irles contando cómo es el día a día y la realidad en nuestra empresa familiar, siempre adaptando el discurso a la edad que tengan. Y, además también podemos hablarles con naturalidad sobre otras empresas familiares cercanas y que conocen, como la ferretería o la panadería a la que vamos habitualmente a comprar, o la marca de galletas que consumen. Cuando ya son adolescentes, podemos comentar con ellos noticias sobre empresas familiares de gran tamaño, como Mercadona o Inditex, para despertar su interés.
Por nuestra parte, como padres, es importante que aprendamos a usar la percha para separar cuando estamos en el rol de padres (familia) y cuando en el de trabajadores (empresa) y accionistas (propiedad), respetando los espacios de ocio y para la familia. Además, es importante evitar trasladar los conflictos de la empresa familiar a los hijos y a nuestras parejas, así como evitar que los problemas de trabajo traspasen el horario laboral para que los niños no se lleven una impresión sesgada y negativa de la compañía.
Y, evidentemente, cuando finalmente llegue el momento del relevo generacional, no debemos barrarles el paso o frenar su promoción para no desmotivarles y alejarles de la empresa. En este punto, puede ser de gran ayuda elaborar un Protocolo familiar para que todo el mundo entienda el proceso y su rol presente y futuro. Debemos saber jubilarnos del día a día, esto es, la gestión, para que la siguiente generación pueda encontrar su lugar de forma progresiva, con nuestro acompañamiento y apoyo. Desde los órganos de gobierno, como administradores, podremos seguir aportando mucho valor, pero sin obstaculizar el relevo y el papel de los jóvenes, para que puedan ejercer su papel de sucesores de la empresa familiar.