Una mirada a la empresa familiar en femenino
Ricard Agustín, fundador de Family Business Solutions y consultor de empresas familiares
22/01/2024Un rayo de optimismo
En concreto, en la actualidad hay alrededor de un 15% de mujeres en esta posición, en contraposición al 11% que se registraba en 2019, por lo que podemos afirmar que la pandemia no ha frenado el avance hacia la igualdad en las empresas familiares, si bien el dato todavía es muy lejos de ser paritario. Esta leve mejora de las cifras demuestra que las familias empresarias están cada vez más abiertas a considerar a mujeres para ocupar los puestos de máxima responsabilidad.
Asimismo, también hemos observado que cuando tienen que realizar un proceso de selección externo para contratar a cargos directivos, las empresas familiares eligen incorporar a una mujer para ocupar la vacante en un 40% de las ocasiones. Por ende, prevemos que las estadísticas sobre la presencia de mujeres en las empresas familiares irán mostrando una tendencia más igualitaria progresivamente.
Otro apunte positivo lo encontramos en la brecha salarial, ya que, si bien desgraciadamente todavía existe, se está reduciendo paulatinamente, también en los puestos de alta dirección, e incluso de forma más acusada que en las empresas no familiares. La concienciación por erradicar esta brecha entre los sueldos de hombres y mujeres es superior en las grandes ciudades y en aquellas empresas familiares en las que mujeres de la familia han llegado a ocupar cargos en la dirección general o en el órgano de administración.
Todavía queda mucho camino por recorrer y estereotipos que romper
Hemos detectado que, con mayor frecuencia en los municipios pequeños y en las zonas rurales, los padres suelen preferir que el relevo generacional pase a los chicos de la familia, sobre todo para el primogénito, a pesar de que ellas se hayan preparado académicamente y profesionalmente durante años y de que tengan las competencias necesarias para ser las sucesoras. Probablemente, esto está ligado con los tradicionales roles de género con los que han estado asociadas las mujeres, que las ligan al ámbito familiar y emocional.
Lo anterior nos lleva a hablar de otro estereotipo: la maternidad. Todavía hoy hay bastantes familias empresarias que siguen creyendo inconscientemente que las mujeres deberían tener una mayor implicación que los hombres en cuidar de la familia y del hogar y que cuando sus hijas sean madres podrán dedicar menos tiempo al negocio. Estos roles de género que imperan en la familia empresaria a menudo se trasladan también a la empresa familiar y esto hace que en muchos de estos negocios la maternidad sea uno de los momentos en los que las mujeres se encuentran con más dificultades, creando así un techo de cristal.
Para acabar, solo nos queda animaros a poner de vuestra parte para que, más pronto que tarde, podamos decir que ahora sí hemos alcanzado la plena igualdad de oportunidades y el mismo reconocimiento entre ambos sexos en las empresas familiares, así como en todo el sector.