Otras dificultades, más allá del relevo generacional
Ricard Agustín, fundador de Family Business Solutions y consultor de empresas familiares
08/05/2023Empresa: la profesionalización de un negocio familiar
Sin embargo, no olvidemos que profesionalizar una empresa familiar no siempre es algo fácil de asumir por las familias, ya que supone incorporar a personas ajenas al negocio familiar, ver no cumplido el sueño de que los miembros de la familia ocupen los puestos de mayor responsabilidad en el negocio e, incluso, limitar la participación de algunos familiares a los órganos de gobierno.
Familia: mantener una comunicación fluida y transparente
Por este motivo, es indispensable poner en marcha nuevos canales de comunicación en la familia y aprender a escuchar al resto de miembros. Pero escuchar de verdad, con empatía y respeto, prestando la atención necesaria al interlocutor que nos habla, atendiendo a la comunicación no verbal y sin tener ideas preconcebidas del mensaje del otro.
Mantener una comunicación fluida y transparente en el día a día, tanto con los familiares que trabajan en la empresa como con los miembros de la familia que solo son accionistas, ayudará a generar confianza, a evitar conflictos familiares y a resolverlos cuando surjan, para impedir que trasciendan a la evolución del negocio.
Propiedad: ser accionistas responsables
Asimismo, cuando se trabaja con familiares, muchas veces se trasladan a la empresa las etiquetas y los roles que se tienen en la familia, lo que puede hacernos confundir si estamos actuando como trabajador, como familiar o como propietario. También puede ocurrir que los familiares no sean conscientes del rol desde el que tienen que actuar en cada momento, especialmente cuando no están en la gestión del día a día y solo participan en los órganos de gobierno.
Por todo ello, es importante prestar atención a las diferencias de formación e información entre los familiares que sí que trabajan en la empresa familiar y conocen el negocio y el sector ferretero, y los familiares cuya participación se limita a los órganos de gobierno, por lo que tienen menos contacto con la compañía. Además de como propietarios responsables, estos últimos también necesitarán recibir cierta formación que les ayude a ser accionistas pacientes y comprometidos.
Pensad que, si no se trabaja esta cuestión, se puede poner en una posición incómoda a los familiares que trabajan en el negocio y pueden aflorar roces y conflictos entre las múltiples ramas familiares. Los ejemplos son muchos y muy variados y todos ellos entrañan riesgos para el futuro del negocio. Un accionista puede entrometerse en la gestión diaria y, por ejemplo, ordenar el cambio de decoración de las instalaciones porque no le gusta, o dar órdenes en la fábrica, aunque no trabaje en el día a día del negocio. O seguir actuando como jefe-empleado en la paella del domingo o, al contrario, desarrollar conductas de nepotismo dentro de la empresa familiar…