El sector mantiene la evolución positiva de las ventas, pero la caída de la renta disponible en los hogares, la variabilidad de los costes de las materias primas y el descenso de nuevas hipotecas generan incertidumbre en el sector
El comercio de ferretería y bricolaje creció un 10,6% el año pasado
La distribución de la ferretería y el bricolaje mantiene la buena senda iniciada tras la pandemia en términos de venta y cerró el año 2022 con un crecimiento del 10,6% en su facturación. Así lo reflejan los datos del barómetro sectorial de Aecoc, que indican que las grandes superficies especializadas registraron un incremento del 11,5% en su facturación, mientras que los establecimientos tradicionales crecieron un 5,9%.
Evolución del sector
A pesar de las buenas cifras de facturación, el contexto de crecimiento de los costes y contención del consumo genera dudas sobre la evolución del sector. “La distribución de la ferretería y el bricolaje ha mostrado su resiliencia ante situaciones difíciles, como la crisis sanitaria o el actual escenario inflacionista. Ahora, la caída del ahorro de los hogares junto a la variabilidad de los costes de producción y el descenso en la concesión de hipotecas, con el efecto negativo que tiene en las reformas, son fuentes de incertidumbre sobre el futuro inmediato del sector”, expone el presidente del Comité de Ferretería y Bricolaje de Aecoc, Jaime Mendoza.
En su análisis de los resultados, el comité de Aecoc considera el mantenimiento de los volúmenes de compra como uno de los principales retos del sector. A pesar del contexto de incertidumbre, Mendoza valora el posicionamiento logrado por la ferretería y el bricolaje en los últimos años. “Desde el inicio de la pandemia hemos estado al lado del consumidor en el proceso de mejorar sus hogares para trabajar, crear sus espacios de ocio y, en general, pasar más tiempo en casa. En este tiempo hemos demostrado que somos un sector esencial”.