La cerrajería tradicional amenazada

No es sólo una percepción de quien escribe estas líneas, sino más bien el mensaje que, sin querer, o queriendo, nos transmite la European Locksmith Federation, ELF, a la que Apecs pertenece como único representante en España.

Este asunto ha cobrado una especial importancia en el seno de ELF a raíz de las declaraciones que los fabricantes mundiales más importantes realizaron en las jornadas celebradas en Bolonia con motivo del congreso de la federación europea. Por decirlo de una manera simple, han incorporado en su estrategia la potenciación de las llamadas Smart Locks, cerraduras inteligentes, digitales, electrónicas, mecatrónicas o como más cómodo nos resulte denominarlas, más allá de las diferencias técnicas entre ellas.

Me baso en que la tipología del mercado español y su nivel de digitalización, comparado con el de otros países europeos, así como la edad media de las construcciones residenciales, renta per cápita y otros parámetros que nos diferencian de los países europeos punteros, nos pueden dejar entrever que las estrategias de los fabricantes tardarán todavía en penetrar en nuestro mercado. Con lo que, todavía tenemos 'margen' para considerarlo amenaza, aunque nos debiéramos ir adaptando a lo venidero.

Ahora bien, si profundizando en el análisis añadimos la variable del dispositivo que nos ha cambiado la vida y cuyo nombre también empieza por Smart, ahí sí los paradigmas de la cerrajería tradicional empiezan a tambalearse. El Smart Phone, teléfono inteligente, móvil, o como lo queramos llamar, es la herramienta en la que los fabricantes están basando su estrategia para dejar a un lado la cerrajería mecánica, y como daño colateral, a gran parte de las empresas de cerrajería.

Muchos son los sectores para los cuales la irrupción del Smart Phone en su actividad ha supuesto un cambio total de paradigma. ¿Significa que como sectores han desaparecido? No. ¿Que han sufrido una importante reconversión? Pues sí.

El más significativo, sin duda, el que está directamente relacionado con la fotografía. Las cámaras de fotos, en la actualidad, salvo quien sea un aficionado-purista de ellas, o haga un uso profesional de las mismas, se puede decir que prácticamente han desaparecido. Su sitio lo ha ocupado el móvil. Algo similar sucede con la impresión de las fotografías. Salvo para casos concretos, el usuario habitual las almacena en el mismo teléfono o en un servidor en nube.

Habrá quien considere que al tratarse de un asunto de seguridad, no será lo mismo que con la fotografía. Y puede que tenga razón, no lo voy a negar. Cierto es que como sectores diferentes que son y con la gran flexibilidad que aporta el teléfono, la cerrajería se verá afectada de otra manera, asumiendo su singularidad. Posiblemente habrá una primera fase de adaptación, pruebas de implantación para determinados usos, en la cual, por si alguien no se ha enterado, ya estamos. Para muestra, el sector de las viviendas turísticas. Raro es la que no tiene incorporada tecnología electrónica.

Siendo prudentes, más que nada, para no confundirnos mucho en las predicciones, hagamos un 'mix' de los dos puntos de vista planteados. Llegará, no sabemos exactamente cómo ni con qué celeridad, pero que lo tendremos encima, antes o después, parece evidente. Luego habrá quien lo vea como una oportunidad, pero en términos generales, seguro que la mayoría de la cerrajería tradicional lo sentirá como una amenaza.