La venta de piscinas y barbacoas aumentará más de un 50% este verano, según Comafe

La llegada de la primavera y el buen tiempo anticipa la compra de piscinas y de barbacoas. Según datos de Comafe (Cooperativa Madrileña de Ferreteros), se estima que este verano la venta de piscinas y de barbacoas aumente más de un 50% respectivamente en España en relación al año 2020. Con la llegada del COVID-19 y el confinamiento el verano pasado, solo la venta de piscinas aumentó más de un 75%, llegando a agotar existencias.

Asimismo, el mayor uso de estas piscinas hará que aumenten más de un 60% la venta de productos para el mantenimiento de las mismas: sal, cloro, estabilizadores de PH, robot limpia fondos, depuradoras, accesorios de piscinas escaleras, duchas, lonas, calentadores, suelos de jardín, césped artificial y ocultación para preservar la privacidad, etc. Como novedad, los spas adoptados a pequeños espacios también están ganando terreno y se espera que sus ventas tengan un crecimiento de más de un 500%.

José Manuel de la Paz, director de Ventas de Comafe, señala algunos consejos para cuidar las piscinas:

• Agente desinfectante. Para mantener unas condiciones óptimas del agua de la piscina es esencial utilizar unos niveles de algún agente desinfectante. El más conocido y utilizado es el cloro, en múltiples formatos: en tabletas, granulado, de disolución rápida, de disolución lenta, tratamientos de choque, etc. Pero también tenemos otras opciones como el oxígeno en tabletas, o el clorador salino. Para este último se necesita añadir sal de piscina al agua, y el clorador la utilizará para producir el agente desinfectante, en este caso hipoclorito sódico. En cualquier modo, son sustancias de naturaleza química oxidante, que basan su acción desinfectante en esta propiedad.
• Antialgas. Es necesario añadir también un agente específico antialgas para prevenir la formación de estas en las paredes o en el fondo de la piscina.
• Correctores de pH. Dentro del mantenimiento básico es importante que el agua esté dentro de unos niveles de pH correctos. Primero, porque de este pH va a depender en gran medida la acción correcta del resto de los elementos químicos de mantenimiento. Segundo, porque dependiendo del tipo de agua de la zona: aguas más blandas o más duras, las variaciones de pH pueden afectar a la solubilidad de las sales e iones que el agua normalmente lleva disueltas, y generar problemas de incrustaciones o turbidez.
• Accesorios. También es clave contar con elementos como los recoge-hojas, para eliminar hojas o insectos que puedan caer al agua; cepillos, para limpiar la línea de nivel de agua; o limpiafondos, para limpiar las partículas que van sedimentando de forma natural en el suelo o por el uso de floculantes.
• Otros elementos químicos: como floculantes o desincrustantes solo deberán emplearse en caso de necesitarlo expresamente.

Para elegir una buena BBQ, las características dependen de la necesidad del cliente, pueden venir marcados por diferentes factores, tal y como explica José Manuel de la Paz:

• Portátil o fija. Si se necesita una barbacoa para un uso ocasional, por ejemplo, dos veces al mes y en temporada de verano es recomendable optar por barbacoas portátiles. En cambio, si el uso va a ser más intenso y durante todo el año es mejor contar con una barbacoa de obra, ya que facilita la salida de humos y su mantenimiento y limpieza es sencillo.
• Tamaño: se ha de elegir en función del número de comensales.
• Tipo de combustible. Vegetales, leña y carbón son las principales. Es clave contar con materiales de calidad, hierro fundido y acero inoxidable. Si dispone de doble parrilla mejor, para así poder modificar la altura según el alimento, su ventaja principal es el buen sabor que la madera transmite al asado. La opción de gas es muy interesante, ya que supone menos cantidad de humos, mejor control del fuego y de la temperatura, así como facilidad de limpieza y encendido.

Para cuidar adecuadamente una barbacoa es fundamental seguir algunos consejos: realizar una buena limpieza, carbonizar y raspar las parrillas, mantener las salidas de humos siempre limpias y, en el caso de las de gas, llevar un correcto control de los mantenimientos del circuito de gas.