¡Sensación de buen balance!
El brindis con el espumoso y la algarabía no le aseguraban mejores resultados en la feria a mi amigo expositor pero servía para que, en los días siguientes, más de uno comentara: “pues al que creo que le fue bien la feria es a fulanito”... y ya se sabe lo que la publicidad bien hecha ayuda a vender y la del boca a boca no tiene precio.
Al final, más de uno acababa comprándole porque “si en la feria le ha ido tan bien como dicen será porque tiene mejor producto que los otros”.
Pues bien, parece que esta estrategia de crear una sinergia positiva entorno a uno mismo está en desuso y algunas empresas se inclinan ahora por lo contrario, es decir, crear una sinergia negativa.
Digo esto porque en mi vuelta al trabajo con el sector ferretero, después de mis comienzos allá por 1987, me he encontrado con una desagradable sorpresa contenida en la expresión: “nosotros no vamos porque nuestra competencia no va”.
¡Si mi amigo, el del balance positivo, oye esto, le pone las pantuflas a la competencia para que se quede sentadita en el sofá de su casa, que ya se arreglará él para que le vean por la feria!
¿Se imaginan a una empresa diciendo “nosotros no vendemos este producto porque nuestra competencia tampoco lo vende”? Difícil de creer, ¿verdad?.
Pues bien, “nosotros no vamos porque nuestra competencia no va” no puede ser una razón de peso para dejar de ir a una feria como Ferroforma.
Si alguien se ha equivocado al hacer algo habrá que decírselo, pero intentar debilitar un punto de encuentro como es Ferroforma para el sector de la ferretería, el bricolaje y el suministro puede perjudicar al propio sector en sí más que a nadie.
Claro, que también hay quien hace publicidad porque “está mi competencia” o quien monta su página web porque “la competencia tiene la suya”.
Hacer algo porque lo hace la competencia no deja de ser un planteamiento legítimo. Legítimo pero defensivo: “primero que tome decisiones la competencia que luego ya iremos nosotros”. Y la defensa siempre depende del ataque o, lo que es lo mismo, se deja la iniciativa a la competencia y se acaba condicionado por ella, al menos en una parte tan importante de la empresa como es el contacto con el mercado, ya sea a través de los medios de comunicación o a través de un punto de encuentro como lo es la principal feria del sector en nuestro país.
En las crisis se entra poco a poco, exponiéndose a una fina lluvia de realidad y corrientes de pesimismo y se sale de ellas con una mejora real de la situación y con una dosis generosa de jarabe de optimismo contagioso.
Sigo opinando que Ferroforma es un buen punto de partida para dar sensación de buen balance y lanzar al aire sectorial, al menos, un atisbo del contagioso optimismo. Interempresas estará allí para tratar de insuflar lo que pueda.
Pesimistas abstenerse.