La logística inversa, el enemigo del que nos tenemos que hacer amigos
Olga Fuertes, directora general de Montana Colors, vocal Junta Directiva y responsable de Economía Sectorial de AFEB
23/09/2019Las devoluciones de producto y los abonos no son queridos por nadie. El equipo de ventas es muy rápido en tramitar un pedido, pero muy lento en tramitar una devolución (“hoy lo hago sin falta”, “lo tengo que pasar a recoger”, “le llamé, pero no estaba” son frases muy comunes cuando tratamos este tema); el equipo de logística prefiere preparar pedidos que devolver al stock productos devueltos (las devoluciones son muy lentas…); el equipo de facturación prefiere facturar a abonar (los abonos siempre dan problemas de precios, descuentos, …). Muy lógico y comprensible si lo analizamos desde una perspectiva de corto plazo, pero muy ilógico si pensamos en el futuro en lugar del hoy.
Si no ponemos en foco en organizar estos procesos, no seremos eficientes en la gestión. Tenemos que dedicar tiempo en preparar los sistemas para los trámites inversos. De no ser así, una devolución nos provoca una triple pérdida: el coste del material, el coste del tiempo de gestionarlo y el coste de la ineficiencia en la gestión. Si conseguimos reducir el tiempo de proceso seremos capaces de minimizar la pérdida.
Educar a las personas de la organización; aquí os comparto 3 de mis máximas: un abono cuanto antes lo tramitemos mejor, cuanto más rápido lo hagamos, mejor y cuanto más analicemos el origen, mejor. Me detengo en la última: es muy importante conocer las causas de todo abono y devolución. Cuanto antes sepamos porqué un cliente nos devuelve un producto, antes podremos solucionar el causante del problema. Y lo más importante, hay que crear los vehículos para que los problemas se solucionen de raíz.
La tecnología nos ha convertido en máquinas de hacer varias cosas a la vez, pero ninguna en profundidad. Para arreglar los problemas de raíz tenemos que dedicar tiempo a analizar, reflexionar, compartir y aplicar propuestas de mejora. Una buena forma de fomentar esta praxis en la cultura de la compañía es creando concursos de proyectos. De esta forma fomentamos las ideas que surgen de la base y que implican a diferentes departamentos y responsables en la organización. La idea es que en lugar de sacar agua del barco, sacar el barco del agua y reparar el agujero antes de meterlo de nuevo en el agua.