Balance de 2017 en el sector ferretero canario
Es evidente que la mejora de la actividad en la construcción, un ámbito al que prestamos servicio de manera singular en Canarias, y en particular la renovación de establecimientos hoteleros y de viviendas que se incorporan al alquiler vacacional han servido para incrementar nuestras ventas. No obstante, permanece el peligro de la competencia y las dudas sobre la actualización de nuestros canales de venta.
Así, hemos constatado el crecimiento continuo de la cooperativa en los últimos años, lo cual ha llevado aparejado nuevos servicios con menos costes para los socios. Y hemos visto con satisfacción aspiraciones cumplidas: la implantación del segundo almacén logístico en la capital grancanaria, y la expansión de los establecimientos adheridos a Coarco en la provincia de Las Palmas.
Sin obviar la amenaza del envejecimiento empresarial en nuestro sector, aquejado de la falta de interés de las segundas y terceras generaciones. Un envejecimiento que arrastra a los propios negocios, puesto que cuesta más convencerse de la necesidad del cambio, de la renovación y adaptación a los nuevos clientes y entornos.
Esta modernización de las tiendas físicas, la incorporación a Internet y la formación para adaptarse a los cambios forman el triángulo estratégico del futuro de un sector que, acabando 2017, parece ir asumiendo aquello de ‘renovarse o morir’.