Perfil del comprador de platos preparados de pescado
La comercialización es una parte muy importante del futuro del sector pesquero. A pesar de los avances conseguidos en materia de conocimiento de los productos de la pesca, su comercialización responsable, las diferentes presentaciones de los productos y las distintas maneras de elaborarlos, el consumo no ha dejado de descender en los últimos años.
Ante esta situación, las autoridades han considerado necesario realizar un análisis en profundidad para revertir esta tendencia. Para ello, el Ministerio ha puesto en marcha actividades como la realización de estudios de mercado, análisis del comportamiento del consumidor o ciclos de conferencias.
Una de las medidas tomadas por el MAPAMA ha sido la de estudiar el mercado y su consumidor. Por ello, junto a AECOC, ha elaborado el estudio ‘El comprador de conservas y de platos preparados de pescado’, cuyo objetivo es evaluar los elementos que influyen en la compra de estos productos, con especial énfasis en algunos elementos como ‘arte de pesca’, ‘país de origen’ y ‘zona de captura’.
Varitas de merluza Eismann.
La percepción: productos cómodos pero poco sanos
En relación con la categoría de los platos preparados de pescado, el estudio concluye que se trata de productos cómodos basados en el convenience: fáciles de usar, duraderos, de fácil transporte, limpios, prácticos y ágiles para su consumo. Sin embargo, los productos preparados se perciben como de escasa calidad de ingredientes y, al contrario que las conservas, no se consideran productos que puedan tomarse a diario.
De este modo, la mayoría de consumidores considera a esta tipología de platos como poco naturales –ya que suelen llevar aditivos, conservantes, colorantes, saborizantes…–, poco nutritivos –rebozados, empanados, listos para freír– y poco frescos –congelados, precocinados y artificiales–.
Proceso de compra
Según el estudio, la mayoría de consumidores compra platos preparados de pescado una vez al mes, seguido por los que lo compran una vez cada quince días, una vez a la semana y, por último, los que los compran una vez cada tres meses.
Por lugares de adquisición, la compra de estos productos se realiza principalmente en el supermercado e hipermercado. No obstante, la compra de sushi tiene mayor peso en tiendas especializadas, tiendas gourmet y por Internet.
Empanadillas de atún y bonito Eurofrits.
El papel del envase
Respecto a los envases, algo más de la mitad de los compradores de conservas y platos preparados de pescado suelen mirar la información que contienen y aproximadamente un 30% considera que falta información en los envases. De los conceptos clave, la fecha de envasado es el aspecto más necesario para los consumidores, seguido de la cantidad de pescado que lleva el plato preparado, la especie concreta, el número de piezas, el fabricante y/o envasador, el país de origen, la zona de captura y el arte de pesca.
Así pues, el país de origen no aparece como uno de los aspectos más relevantes a la hora de comprar este tipo de productos preparados puesto que la gran mayoría reconoce no haberse fijado ni haber buscado esta variable a la hora de comprar –excepto si el plato sigue alguna receta o tradición de regiones específicas–. Lo mismo sucede con la zona de captura y el arte de pesca, ambos casi irrelevantes.
Muslitos Elmar.
¿Pagar más por una pesca sostenible?
El 79% de los entrevistados en el estudio han oído hablar del término ‘Pesca Sostenible’. La mayoría de ellos dice que pagarían más por un producto obtenido a partir de este sistema de pesca. Esta respuesta puede ser más social que real y puede variar en función de condicionantes como el precio o la marca. De hecho, no es una información que se eche en falta en el envase.