Entrevista a Juan Maggio, secretario general de ADFB y director jurídico de Leroy Merlin
Juan Maggio Mas fue nombrado por unanimidad como nuevo secretario general de ADFB, en la última Asamblea General de la asociación. Licenciado en Derecho y Master en Gestión y Administración Ambiental por la Fundación Biodiversidad, desde 2001 trabaja en Leroy Merlin España. Desde 2008 es su director jurídico así como secretario no consejero de dicha sociedad y de otras empresas de Groupe Adeo en España. Su nombramiento en la Asociación de Distribuidores de Ferretería y Bricolaje marca una declaración de intenciones de la asociación hacia un refuerzo jurídico de la misma. En esta entrevista, Juan Maggio nos explica el porqué.
Ante todo, enhorabuena por su nombramiento. ¿Podría contarnos cuáles serán sus principales responsabilidades como secretario general de la ADFB?
Muchas gracias en primer lugar. En principio, desarrollar una función más de secretaría general técnica centrada sobre todo en asesoramiento desde un punto de vista jurídico de asuntos que sean de interés de la asociación y en su caso impulsando también aquellas acciones dirigidas a la defensa de los intereses del sector.
Su perfil es eminentemente jurídico y su nombramiento se debe a la necesidad de reforzar el área legislativa de la asociación, según informó la propia ADFB. Explíquenos por qué razones es necesario este refuerzo.
Se debe a los retos actuales y futuros de carácter normativo y regulatorio a los que va a tener que hacer frente el sector, en un entorno ya de por sí proclive a incrementar la carga regulatoria de fabricantes y distribuidores: seguridad y calidad de los productos, medio ambiente/sostenibilidad, innovación, transformación omnicanal, protección de datos, etc.
ADFB ha anunciado que entre algunos de los asuntos que se impulsarán en los próximos meses se encuentran la realización de un protocolo de actuación en materia de Precursores de Explosivos. ¿Puede contarnos, grosso modo, en qué consistirá este protocolo?
A finales del año pasado el Citco (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado) contactó con las diferentes asociaciones de distribuidores al objeto de monitorizar el grado de implementación del Reglamento (UE) 98/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de enero de 2013, sobre la comercialización y la utilización de precursores de explosivos (productos que en su composición incorporan sustancias químicas que a partir de una determinada concentración serían susceptibles de ser utilizadas indebidamente para la fabricación ilícita de explosivos).
El citado Reglamento persigue un doble objetivo: por un lado la identificación de las familias de productos que en su composición integren alguna de las sustancias químicas recogidas en el mismo y, por otro, que se establezcan los procedimientos internos necesarios dirigidos a restringir la comercialización de algunas de esas sustancias a particulares, así como a comunicar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tanto transacciones sospechosas de otras sustancias identificadas en el Reglamento, como los eventuales robos y desapariciones significativas que se puedan producir de las mismas.
El protocolo al que se refiere pretende consolidar de una forma ordenada y coherente las distintas acciones que ya se vienen realizando en aplicación del citado Reglamento.
¿En qué áreas de aplicación afectan los Precursores de Explosivos a la ADFB y sus asociados?
No se trata ya de un problema de mero cumplimiento, que también, sino además de un asunto muy sensible con el que están totalmente concienciadas las empresas integradas en ADFB. Aun cuando realmente sean pocos los productos comercializados en las tiendas de nuestros asociados que en su composición incluyan las sustancias identificadas en el Reglamento, podemos decir que afecta al grueso de nuestra actividad, ya que implica tanto a las tiendas (labor de control en el punto de venta) como a diferentes departamentos internos (identificación previa de los productos concernidos por el Reglamento, creación y seguimiento de los procedimientos correspondientes, interlocución con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, etc.).
Otro proyecto anunciado a poner en marcha será un estudio dirigido a la presentación de una Proposición no de Ley sobre rehabilitación de vivienda. ¿Qué objetivos tendrá esta proposición?
La proposición tiene el objetivo de presentar una ley de rehabilitación de vivienda con un modelo que sea más fácil de aplicar en el aspecto fiscal y sobre todo, que tenga en cuenta, una visión global de las necesidades de los hogares para ser más eficientes y sostenibles desde el punto de vista energético. Tomaremos como modelos la legislación francesa y alemana, que funcionan muy bien desde hace varios años.
Usted, además de secretario general de ADFB, es el director jurídico de Leroy Merlin. ¿Cuáles son sus principales tareas en este cargo?
Sintetizando (y eso que no es una virtud que se predique habitualmente de los juristas), acompañar jurídicamente el desarrollo de nuestro negocio, asesorar en la toma de decisiones estratégicas, minimizar los riesgos legales y de cumplimiento mediante el establecimiento de políticas y procedimientos oportunos, y garantizar en todo momento la seguridad patrimonial de la compañía, todo ello con el apoyo fundamental de uno de los mejores equipos jurídicos de la distribución española.
Para finalizar, ADFB es la única entidad que representa a la distribución de bricolaje en el ámbito nacional con más del 90% de la cuota de mercado entre sus miembros. Bajo su punto de vista, ¿tienen margen de crecimiento dentro del mercado español? ¿Tienen previsto aumentar sus miembros?
El margen de crecimiento está en línea con el del sector. El potencial es elevado. En cuanto a la incorporación de nuevos miembros a la Asociación, consideramos que sí es posible, además de deseable. Por otro lado, sería importante que desde el mundo de la distribución tradicional nos vieran como aliados para hacer crecer el sector y mejorar las condiciones de todos. La normativa sobre seguridad y calidad de los productos (etiquetado, reciclado, componentes, etc.) nos afectan a todos por igual, por ejemplo. Tanto el mundo de la distribución tradicional como el moderno tienen puntos de encuentro que, correctamente desarrollados, harían mejorar los procesos haciéndolos más eficientes y para ello sería deseable la conjunción de unos y otros en el marco de ADFB y trabajar todos en la misma dirección.
