La biotecnología se erige como industria clave en la estrategia de futuro de la Unión Europea

La reunión informal de los jefes de Estado o de Gobierno celebrada el pasado 6 de octubre de los Veintisiete ha sentado las bases del debate sobre los pilares de la futura Agenda Estratégica 2024-2029. Entre las prioridades fijadas destaca la Autonomía Estratégica Abierta (AEA) o cómo avanzar en el desarrollo de la Unión Europea para lograr que sea más resiliente, entre otros temas.
Recientemente la Comisión Europea lanzaba precisamente un proceso para revisar el riesgo de dependencia existente en cuatro áreas que son consideradas como trascendentales para el futuro de Europa: microchips avanzados, inteligencia artificial, tecnología cuántica y biotecnología, y adoptar medidas orientadas a reducir la dependencia actual en estas áreas.
El horizonte que vislumbra Europa no está exento de desafíos. La pandemia provocada por el covid-19, junto con la guerra de Ucrania y la crisis climática, han evidenciado las dependencias estratégicas en las cadenas de suministro claves. Retos ante los que la biotecnología ha demostrado ser clave a la hora de ofrecer soluciones.
La industria biotecnológica, crucial ante los desafíos europeos
La biotecnología está protagonizando importantes disrupciones que tienen un gran impacto en la salud, la alimentación y la sostenibilidad del planeta. El ejemplo más reciente lo encontramos en el desarrollo de las vacunas contra el covid-19 basadas en tecnología de ARNm. Las inversiones en I+D+i han permitido al sector biotecnológico dar respuesta a grandes retos como el descubrimiento de nuevos fármacos, la lucha contra la resistencia de antibióticos o el desarrollo de vacunas, entre muchos otros. En la salud de las personas, la biotecnología está detrás del 68% de los fármacos actualmente en desarrollo y en los últimos años ha liderado la lucha contra el cáncer con avances en medicina de precisión y terapias avanzadas.
Razones por las, dado el potencial científico-tecnológico de España tanto en el sector público como en el privado, España tiene la responsabilidad de dar un nuevo impulso al sector biotecnológico. La biotecnología se erige como un sector clave en la respuesta a los desafíos europeos planteados en la reciente Cumbre celebrada en Granada, por lo que la apuesta por industrias estratégicas para el futuro de la Unión Europea como la biotecnológica no puede continuar siendo una cuestión a debate en la construcción del ansiado futuro resiliente.
Esta iniciativa se fundamenta en un compromiso constituido por seis acciones claves:
- El reconocimiento de la biotecnología como un sector clave para la autonomía estratégica de España y de Europa.
- El establecimiento de un fondo para tecnologías profundas estratégicas que fortalezca y maximice el potencial de la industria biotecnológica en España.
- La aceleración de la llegada al mercado de las innovaciones biotecnológicas con instrumentos específicos y una regulación adecuada a su naturaleza e impacto.
- El impulso del talento para la industria biotecnológica del futuro.
- El fomento de la I+D biotecnológica a través de modelos colaborativos e incentivos adecuados.
- El fortalecimiento del papel de la administración pública como motor tractor de la innovación.