Aspy Prevención recomienda aumentar las evaluaciones de riesgos por sustancias peligrosas
Sustancias químicas y biológicas peligrosas están presentes en el 38% de las empresas europeas
Foto: Aspy Prevención.
Reglamento REACH
La normativa europea en este ámbito (Reglamento REACH) obliga a los fabricantes a informar en el caso que las sustancias que se ponen en el mercado sean peligrosas y de sus posibles riesgos. Con ese objetivo se creó el inventario ECHA, un listado de clasificación y etiquetado de compuestos químicos en el mercado de la UE publicado por la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos.
La exposición a sustancias peligrosas y sus contaminantes se pueden transmitir al cuerpo humano por vía ocular, respiratoria, digestiva, dérmica y/o parenteral y está relacionada con problemas de salud graves y de larga duración como enfermedades profesionales y relacionadas con el trabajo, respiratorias, inflamatorias de la piel, cáncer, etc.
Gestión de riesgos
La evaluación de riesgos es el primer paso fundamental para su prevención, tal y como lo especifica la legislación de la Unión Europea. Para realizar una correcta evaluación del lugar de trabajo, es importante que las empresas sigan una serie de pasos:
- En primer lugar, debe realizarse un inventario de sustancias peligrosas y las sustancias generadas por los procesos de trabajo como procesos de combustión, gases de escape, humos metálicos, nieblas de aceite, formaldehídos en las colas, vapores orgánicos, productos procedentes del reciclaje y de la eliminación de residuos…
- Recopilar información sobre cómo gestionar los productos peligrosos existentes, como sustancias químicas, biológicas o carcinógenas.
- Evaluar la exposición a las sustancias peligrosas teniendo en cuenta el tipo, la intensidad, la duración, la incidencia y la frecuencia de la exposición a los trabajadores.
- Diseñar un plan de acción que enumere los pasos a seguir para gestionar estas sustancias en orden de prioridad. La posibilidad de eliminación o sustitución debe considerarse como primera opción. Si esto no fuera posible, se debe intentar prevenir o reducir su exposición y como opción última, se debe optar por utilizar un equipo de protección específico en materia de sustancias peligrosas.
Equipos de Protección Individual
Según el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, los grupos de actividad con mayor siniestralidad debido a sustancias peligrosas son la industria manufacturera, la construcción y la agricultura.
Para una correcta protección de los trabajadores, es importante conocer en primer lugar y de forma precisa el tipo y magnitud de los riesgos a los que están expuestos. Una vez identificados los riesgos y evaluados e implantados los sistemas de protección colectivos, la elección correcta del tipo de EPI pasa por un conocimiento de la normativa, de las particularidades de la tarea a realizar y, también, de las particularidades del trabajador:
- Protección ocular: gafas de montura integral o pantallas faciales. Protegen frente a gotas o salpicaduras de líquidos. También frente a la proyección de partículas a alta velocidad.
- Protección respiratoria: máscaras autofiltrantes contra gases, vapores o partículas. Protegen frente a la inhalación de sustancias químicas o ausencia de oxígeno.
- Vestuario de protección: trajes herméticos frente a gases, líquidos o sólidos. Protegen frente al contacto con sustancias químicas.
- Protección de manos y pies: guantes, cremas y calzado de alta resistencia. Protegen frente al contacto con sustancias químicas.