Sigre presenta un nuevo Plan Empresarial de Envases del Sector Farmacéutico

Sigre Medicamento y Medio Ambiente ha presentado y puesto en marcha el nuevo Plan Empresarial de Prevención (PEP) de Envases 2018-2020 del sector farmacéutico, el séptimo que acomete la industria farmacéutica con el objetivo de reducir el impacto medioambiental de los envases de medicamentos que se comercializan en nuestro país. Este nuevo Plan, que acaba de ser editado por Sigre, se presentó a las autoridades ambientales y se puso a disposición de los laboratorios el pasado mes de mayo y contempla un objetivo de reducción del 1% del peso global de todos los envases de medicamentos (envase inmediato, externo, de agrupación y transporte), durante los próximos tres años.

“Este nuevo Plan Empresarial de Prevención de envases trienal muestra, una vez más, el compromiso asumido por la industria farmacéutica para minimizar al máximo el impacto medioambiental de sus envases y aplicar los principios en los que se inspira la economía circular”, explica Juan Carlos Mampaso, director general de Sigre.

Como novedad, este Plan Empresarial de Prevención de envases es el primero que se aborda íntegramente desde la perspectiva de la economía circular, incorporando los últimos avances en materia de ecodiseño para lograr reducir el tamaño y espesor de los envases, mejorar su reciclabilidad y minimizar su impacto ambiental. Todo ello a lo largo del ciclo de vida del medicamento, desde la selección de los materiales, el diseño y envasado, el transporte, distribución, uso y conservación, hasta el fin de su vida útil y el reciclado de sus residuos.

El nuevo objetivo de reducción se ha fijado teniendo en cuentas tres factores clave. El primero de ellos, los avances y resultados alcanzados por la industria farmacéutica en los anteriores planes trienales ya finalizados, en los que se ha conseguido una reducción acumulada del 25% del peso medio de los envases.

El segundo factor contemplado a la hora de fijar el objetivo son las limitaciones técnicas y normativas a las que se enfrenta la industria farmacéutica, así como los consiguientes trámites administrativos y autorizaciones que debe obtener de las autoridades sanitarias, cada vez que modifica el envase de cualquiera de sus presentaciones farmacéuticas.

Y, el tercero, la incorporación de los nuevos sistemas antifalsificación a los envases farmacéuticos, que se va a realizar a corto y medio plazo, y que, en muchos casos, supondrá la inclusión de dispositivos que aumenten el peso del envase.

El PEP 2018-2020 es el séptimo que acomete la industria farmacéutica y, en él, participarán 311 laboratorios farmacéuticos, la totalidad de los que comercializan productos farmacéuticos en nuestro país. Los anteriores seis Planes trienales fueron desarrollados con éxito por la industria farmacéutica, superándose en cada uno de ellos los objetivos de reducción inicialmente previstos.

En los últimos 15 años, la industria farmacéutica ha implementado 2.266 mejoras medioambientales sobre más de 436 millones de envases farmacéuticos. El mayor número de mejoras se ha aplicado sobre el envase externo del medicamento, representando el 52,60% de las iniciativas ambientales llevadas a cabo por los laboratorios.

Le siguen las medidas incorporadas sobre el envase inmediato, el que está en contacto con el medicamento, que ha supuesto el 29,75% de las actuaciones realizadas. En los envases de agrupación se han realizado el 12,09% de las medidas aplicadas y en los de transporte el 5,56%.

Para impulsar y coordinar este nuevo Plan, Sigre seguirá poniendo a disposición de los laboratorios farmacéuticos la aplicación informática Sigrelab 5.0, especialmente diseñada para este cometido y que recoge información detallada de los materiales utilizados y el peso de los envases de venta de más de 18.798 presentaciones farmacéuticas que se comercializan en nuestro país.

En el último Plan Empresarial de Prevención de envases finalizado, correspondiente al periodo 2015-2017, los laboratorios han aplicado 564 mejoras ambientales sobre 41,4 millones de envases, logrando con ellas una reducción global del peso medio de los envases comercializados del 6,86%, lo que superó ampliamente el objetivo marcado para ese periodo por las autoridades ambientales.