Transferencia tecnológica, un 'Win-Win' entre investigación, industria y pacientes
La transferencia de tecnología (TT) debe terminar impactando en la sociedad en forma de nuevos medicamentos, dispositivos y tecnologías que mejoren la salud. Para que esto ocurra, los centros de investigación públicos y la industria deben trabajar juntos. La última jornada Lessons Learned que han organizado Biocat y CataloniaBio, el día 31 de mayo en el Parc Científic de Barcelona (PCB), ha reunido cuatro expertos del mundo empresarial, académico y capital riesgo para compartir las principales lecciones aprendidas en los últimos años en Cataluña.
Felip Miralles, director de la Unidad eHealth de Eurecat, ha introducido la sesión explicando que la transferencia tiene tres etapas: identificación de la nueva tecnología, protección (patentes) y estrategia de desarrollo y comercialización. Miralles ha recomendado realizar pruebas de concepto ya que “ayudan a reducir costes y probar la viabilidad económica”. Actualmente, el centro tecnológico Eurecat lidera más de un centenar de proyectos como el Nextcare para la transferencia de tecnologías multidisciplinares en medicina personalizada financiado dentro de la comunidad de salud RIS3CAT que coordina Biocat.
“Hemos aprendido que la TT no se genera por azar y que es un proceso multietapa, multidisciplinar y multidireccional“ha explicado Francisco Moreno, director del Área de Ciencia y Transferencia de Tecnología de la Fundación Botín. Esta entidad lleva 20 años trabajando en transferencia tecnológica. Moreno considera que la innovación es responsabilidad de las empresas, no de los centros de investigación desde donde hay que generar el conocimiento y que”la implementación de procedimientos y métricas en la gestión permite valorar el progreso”.
¿Cuál es la visión desde la empresa?
La industria lo tiene claro: hay que empezar la innovación antes de la patente. Carlos Plata, CSO y CMO de Esteve con una trayectoria profesional que le ha llevado más de 20 años en países como Estados Unidos y Japón, recomienda que la empresa defina una estrategia de patentes a largo plazo: “Todas las estrategias son válidas, pero hay que personalizarla con los objetivos de la compañía”.
También se ha hablado de compartir beneficios y riesgos. “Los objetivos, las motivaciones y los intereses de las dos partes deben quedar claros para lograr una dinámica de éxito“ha comentado Plata. Pero sin el interlocutor clave no se va a ninguna parte, ”sólo si tienes la gente adecuada puedes llegar a un modelo de éxito”. Francisco Moreno de la Fundación Botín ha apoyado la misma experiencia y ha añadido que “debe ser una relación de confianza, de menos a más, y tener en cuenta que a veces el mundo académico no puede responder los plazos y las necesidades de la industria”.
Hace ocho años Esteve diseñó su estrategia de I+D+I, y una de las decisiones fue trasladar el centro de I+D en el PCB, donde trabajan 80 investigadores, por el entorno de sinergias que hay. Los modelos que han establecido para la TT son partenariados público-privados, consorcios de investigación y Strategic Joint Units con universidades.