Más de 40% de los pacientes tratados con anticoagulantes orales clásicos en España están mal controlados
Más de 40% de los pacientes con fibrilación auricular (FA) no valvular tratados en España con los anticoagulantes orales clásicos, los denominados antagonistas de la vitamina K (AVK), presentan un mal control de su anticoagulación durante el último año y, por lo tanto, tienen un riesgo aumentado de sufrir complicaciones. Este fue uno de los hallazgos del estudio Paula, recién publicado en la 'Revista Española de Cardiología', y realizado por iniciativa de Bayer, con la implicación de las tres sociedades científicas de Atención Primaria en España: semFYC SEMERGEB y SEMG.
Este estudio observacional, retrospectivo/transversal y multicéntrico, incluyó a 1524 pacientes de 99 centros de salud de 16 Comunidades Autónomas, con el objetivo de evaluar el grado de control de los pacientes con fibrilación auricular (FA) no valvular tratados con anticoagulantes antivitaminaK en Atención Primaria, y mostró que un número elevado de pacientes tratados con anticoagulantes orales clásicos, tiene un riesgo aumentado de sufrir complicaciones debido al mal control de la anticoagulación, medido por las determinaciones del INR.
El estudio Paula promovido por Bayer, ha estado coordinado por un comité científico multidisciplinar y ha contado, por primera vez en un estudio clínico, con el aval de las tres sociedades científicas de Atención Primaria en España: la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Sociedad Española de Médicos Generes y de Familia (SEMG).
“El estudio revela que más de un 75% de los pacientes evaluados, a pesar de seguir el tratamiento anticoagulante recomendado, poseen un riesgo tromboembólico alto y cerca de 13% tienen un riesgo hemorrágico elevado”, destaca el Dr. Vivencio Barrios, de la Unidad de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal (Madrid) y coordinador del estudio.
Cabe destacar que el estrecho rango terapéutico de los antivitamina K hace que haya poco margen para que el fármaco ejerza el efecto que se le demanda. Con un INR de 2-3 se considera que el paciente está óptimamente controlado, mientras que si se encuentra por debajo del valor de 2, está insuficientemente anticoagulado (con el consiguiente incremento del riesgo de sufrir un proceso trombótico, como un ictus) y si se supera el valor de 3 supone que hay un exceso de anticoagulación (y, por lo tanto, habrá un riesgo aumentado de sangrado).
“Como se evidencia en el estudio, al menos 4 de cada 10 de los pacientes que reciben fármacos antivitamina K se encuentran fuera del rango terapéutico óptimo, por lo que no están siendo tratados de forma adecuada y están sometidos a unos riesgos. Estos pacientes, son candidatos a recibir otras terapias alternativas, como los anticoagulantes orales de acción directa”, afirma el Dr. Vivencio Barrios.
El estudio Paula también refleja diferencias notables entre Comunidades Autónomas en lo que respecta al control de la coagulación de los pacientes con FA, que será fruto de una publicación específica posterior. Y es que, como revela el Dr. Vivencio Barrios, “hay Comunidades en las que el grado de control de la anticoagulación en esta población supera el 70% y en otras no llega a tasas del 30%”. Así, el País Vasco se sitúa como la Comunidad Autónoma líder en el control de la anticoagulación de estos pacientes, mientras que Canarias, Extremadura, Cantabria o Baleares se encuentran a la cola en la tasa de control.