Nanopartículas antienvejecimiento
Este nuevo nanodispositivo inteligente sienta la bases para desarrollar futuras terapias contra el envejecimiento, ya que estas nanopartículas -que tienen un diámetro de 50 a 100 nanómetros- pueden liberar de forma selectiva sustancias terapéuticas en células humanas. La Universitat Politècnica de Valencia (UPV) ha indicado que estas nanopartículas tienen un gran potencial ya que se pueden emplear para tratar enfermedades de degeneración tisular (tejidos) o celular, como el cáncer, Alzhéimer, Párkinson y patologías de envejecimiento acelerado como las progerias.
Ramón Martínez Máñez, investigador del Centro de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) de la Politècnica y miembro del Ciber-BBN en Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina explicó que el nanodispositivo consiste en partículas porosas de sílice que están recubiertas con el sustrato (galactosa) de la misma proteína que fabrican las células envejecidas con las que van a reaccionar. La puerta molecular de la nanopartícula se abre de forma selectiva al identificar, precisamente, esa proteína (beta galactosidasa) que es un marcador específico de las células envejecidas.
Es un fenómeno de reconocimiento molecular que se produce por afinidad química entre la piel de la nanopartícula y la proteína que fabrica la célula envejecida. El investigador José Ramón Murguía, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (UPV-CSIC) explicó que cuando hay una cantidad de proteína elevada, la puerta molecular de la nanopartícula se degrada y el contenido que va en su interior se libera. Murguía indicó que la senescencia es un proceso fisiológico del organismo para destruir células envejecidas o con alteraciones. “La eliminación de estas células ralentizaría la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento”, declaró el investigador.
Los científicos han evaluado la eficacia de los nuevos nanodispositivos en cultivos celulares (fibroblastos) de tres pacientes con síndrome de envejecimiento acelerado (diqueratosis congénita). Las pruebas realizadas en el laboratorio de la doctora Rosario Perona, investigadora del CSIC/UAM, acreditaron que cuando las células eran senescentes se teñían de la pintura fluorescente que iba dentro del nanodispositivo al abrirse éste en su presencia. El ensayo se realizó en tres ocasiones y en todas se confirmaron los resultados.
El experimento se realizará dentro de un mes con ratones con envejecimiento acelerado, normal y con cáncer con moléculas terapéuticas para revertir o evitar la degradación y muerte de las células envejecidas.