“Es necesaria una transición energética justa e inclusiva, que permita a Europa recuperar el protagonismo que nunca debió perder”, expresó Antonio Brufau, presidente de Repsol

El Campus Repsol fue el escenario de la jornada ‘Impacto geopolítico en los mercados energéticos 2024: análisis y perspectivas’. Este evento, organizado por Fundación Repsol dentro de su ciclo de conferencias de Open Room, acogió la presentación del ‘Anuario Estadístico Energético Repsol 2024’, informe de referencia sobre el sector energético, que constituye una base de datos energéticos con especial énfasis en los precios del crudo, gas natural, electricidad y emisiones de CO₂.

Además, se han analizado cómo los últimos acontecimientos mundiales están afectando a los precios de la energía y cuál ha sido la evolución de los mercados energéticos en los últimos años.

El acto, al que han asistido 250 personas de forma presencial y más de 300 personas conectadas por en línea, de acuerdo con los datos proporcionados por la empresa, ha contado con la presencia del presidente de Repsol, Antonio Brufau, el director de Estudios de Repsol, Antonio Merino; el gerente de energía de la Dirección de Estudios de Repsol, Rodnan García; el economista líder del Clúster de Economía del Cambio Climático de BBVA Research, Julián Cubero y António Calçada, director general de la Fundación Repsol.

De izq a dcha:  El director de Estudios de Repsol, Antonio Merino; el presidente de Repsol; el director general de la Fundación Repsol, António Calçada; y el economista líder del Clúster de Economía del Cambio Climático de BBVA Research, Julián Cubero.

Durante su intervención Brufau subrayó “la energía es un vector esencial para el desarrollo, ya que sin ella no es posible el crecimiento económico, la mejora del bienestar ni el progreso de la sociedad”. En este sentido, subrayó que el 2024 ha estado marcado por una gran resiliencia en la demanda de petróleo, que, a pesar de la desaceleración en China, ha crecido en más de un millón de barriles diarios, impulsada por economías en desarrollo. Sin embargo, alertó sobre el impacto de los factores geopolíticos, como el conflicto en Oriente Próximo y las tensiones entre EE.UU. y China, que han generado aranceles y políticas que frenan la economía global.

Además, destacó la elevada presión sobre la competitividad industrial europea debido a los altos costes energéticos: “Mientras que en EE.UU. el gas natural cuesta 13 euros/MWh, en España su precio se triplica, superando los 45 euros/MWh, lo que dificulta enormemente que nuestros productos sean competitivos en otras geografías”. Este escenario, advirtió, pone en riesgo la viabilidad de sectores estratégicos como el refinado de petróleo y la industria química, que dependen de precios energéticos estables para mantener su producción y exportación. En este contexto, enfatizó la necesidad de encontrar un equilibrio entre la transición energética y la competitividad industrial, asegurando un suministro asequible y sostenible sin comprometer el desarrollo económico europeo.

El 'Anuario Energético Repsol 2024' nace con el propósito de ser una referencia para entender la evolución del sector energético en España y el mundo. Se trata de un informe detallado que recopila datos estadísticos sobre los mercados energéticos globales, analizando las tendencias en consumo, producción y precios de las distintas fuentes de energía, desde los hidrocarburos hasta las renovables.

¿Cómo acceder al Anuario Energético de Repsol?

Este informe se encuentra disponible en varios formatos para facilitar su consulta y análisis:

• PDF y Excel: se pueden descargar desde la página oficial de Repsol en la sección de tecnología y digitalización.
• Plataforma interactiva Power BI: permite visualizar los datos de manera dinámica, con filtros por país, región y tipo de energía, lo que facilita el análisis comparativo y la interpretación de tendencias en más de 50 países y diez regiones.

Además, el anuario está disponible en inglés y español. Aquellos interesados pueden acceder al documento aquí: https://www.repsol.com/es/tecnologia-digitalizacion/anuario-energetico/index.cshtml

Julián Cubero, subrayó que “hay que tener datos y modelos. El cambio climático es el fenómeno perfecto para ser lo más incierto posible”.

¿Por qué es una herramienta útil?

Para profesionales del sector energético y de las estaciones de servicio, este anuario ofrece información fundamental en áreas clave como:

• Evolución de la demanda de hidrocarburos, con datos de consumo y producción a nivel mundial.
• Precios de los combustibles y tendencias en el mercado del gas y el petróleo, fundamentales para entender la competitividad del sector.
• Impacto de la geopolítica en los mercados energéticos, con análisis de conflictos, regulaciones y estrategias de los principales actores internacionales.
• Transición energética y futuro del mix energético, permitiendo conocer cómo evolucionan las fuentes renovables y su impacto en el mercado.

“Conocer estos datos es clave para tomar decisiones estratégicas en un entorno cada vez más incierto”, enfatizó el gerente de energía de la Dirección de Estudios de Repsol, Rodnan García. Foto: Foto de Wassim Chouak en Unsplash.

“El 'Anuario Energético Repsol 2024' surge de la necesidad de ofrecer datos energéticos accesibles y objetivos que sirvan de base para el análisis y el debate del sector”, explicó el gerente de energía de la Dirección de Estudios de Repsol, Rodnan García.

Más allá de la recopilación de datos, el anuario ofrece una perspectiva global sobre el impacto de la energía en la economía y el medioambiente. “Las emisiones de CO₂ no dejan de crecer, salvo en momentos de crisis como la financiera de 2008-2009 o la sanitaria de 2020”, apuntó García, destacando que el informe permite visualizar cómo las diferentes regiones contribuyen a la huella de carbono y cómo varían sus estrategias energéticas. Además, resaltó la importancia de comprender estas dinámicas a nivel comparativo: “Si observamos a China, vemos que más que duplica al siguiente mayor emisor de CO₂, que es Estados Unidos”, añadió.

“Conocer estos datos es clave para tomar decisiones estratégicas en un entorno cada vez más incierto”, enfatizó García. En un contexto de transición energética y cambios en la geopolítica de los mercados energéticos, disponer de información precisa y actualizada permite anticipar riesgos y oportunidades.

Durante 2024, el conflicto en Ucrania, la presión sobre Irán y la estrategia de la OPEP+ han condicionado el suministro de hidrocarburos, elevando la volatilidad del mercado global.Foto: Imagen de Vilius Kukanauskas en Pixabay.

Geopolítica e incertidumbre en la oferta energética

Uno de los factores más influyentes en el sector ha sido la inestabilidad geopolítica. El conflicto en Ucrania, la presión sobre Irán y la estrategia de la OPEP+ han condicionado el suministro de hidrocarburos, elevando la volatilidad del mercado. China, el mayor importador de petróleo del mundo, enfrenta un reto estratégico debido a su dependencia de proveedores como Arabia Saudí. “El gran importador de petróleo del mundo, que es China, tiene una pata problemática”, advirtió Merino, señalando la fragilidad de la cadena de suministro global.

Además, la relación entre Europa y Estados Unidos en materia energética ha generado un escenario de contradicciones. Por un lado, Bruselas busca eliminar el gas natural en 2035, lo que ha desincentivado las inversiones en infraestructura gasista, pero por otro, se insta a los países europeos a comprar más gas y petróleo estadounidense. Este tipo de mensajes contradictorios afectan la seguridad de suministro y la planificación a largo plazo.

Crecimiento energético y transición: China y el papel de las economías emergentes

China sigue siendo un actor central en el crecimiento de la demanda de energía, aunque enfrenta desafíos económicos internos como la crisis del sector inmobiliario y un descenso en su población. Mientras la demanda en el gigante asiático podría estabilizarse, economías emergentes como India, Brasil, Indonesia y Vietnam están impulsando el consumo de energía a nivel global. “En el 2025 la demanda de petróleo seguirá creciendo”, señaló Merino, contradiciendo la idea de una inminente reducción del uso de hidrocarburos.

El caso de China y su apuesta por el vehículo eléctrico es un ejemplo de cómo la geopolítica influye en las decisiones energéticas. “China no es que prefiera el vehículo eléctrico por razones ambientales. Lo hace porque es el mayor importador de petróleo del mundo y necesita reducir su dependencia”, explicó. Sin embargo, la mayor parte de la electricidad china sigue generándose con carbón (70%), lo que pone en cuestión el impacto real de esta transición en términos de descarbonización.

La transición energética supone un desafío económico de gran magnitud, pero la inacción conlleva un coste aún mayor. Tal como señaló Cubero, “El cambio climático tiene costos en términos de PIB, pero los costos son menores en escenarios de cero emisiones que en la alternativa de no hacer nada.” Esto significa que, si bien la inversión en tecnologías limpias y la reducción de emisiones pueden generar inicialmente un impacto en el crecimiento económico, las consecuencias de no actuar serían mucho más perjudiciales a largo plazo. La degradación ambiental, el aumento de fenómenos climáticos extremos y la inestabilidad en los mercados energéticos afectarían severamente la productividad y la competitividad de las economías.

Además, el retraso en la adopción de políticas sostenibles puede agravar la volatilidad en los precios de la energía y la incertidumbre en las inversiones, dificultando aún más la transición en el futuro. Así, Cubero señaló como la planificación de una estrategia energética sostenible no solo es una cuestión ambiental, sino también un imperativo económico para minimizar riesgos y asegurar la estabilidad de las economías globales.

El dilema eléctrico europeo: el impacto del CO₂ y el mercado marginalista

El precio de la electricidad en Europa sigue siendo un problema estructural, en gran parte debido a los altos costes del CO₂ y el sistema de precios marginalista. “En Alemania, hay semanas en las que el 50% de la generación proviene del viento, pero la siguiente puede caer al 24%. ¿Cómo se compensa esta variabilidad? Con gas y carbón”, explicó Merino.

España ha aumentado su capacidad de generación renovable, pero el precio sigue afectado por el mercado europeo. “A pesar de que exportamos electricidad, seguimos viendo precios más altos que en Francia o Alemania en ciertos periodos”, añadió.

Riesgos para 2025: inversión en gas y seguridad de suministro

Uno de los grandes desafíos para el próximo año será la falta de inversión en infraestructura gasista, lo que podría generar problemas de suministro a mediano y largo plazo. La dependencia del GNL estadounidense es otro factor de vulnerabilidad para Europa, especialmente ante las restricciones que pueda imponer Washington.

A nivel global, el gas natural sigue siendo un elemento clave en la estabilidad energética, pero Europa está enviando señales contradictorias al mercado, lo que complica las inversiones. “Si eliminamos el gas en 2035, las empresas no pueden firmar contratos de largo plazo para abaratar costos. Esto genera incertidumbre y eleva los precios”, advirtió.

Europa: precios elevados y una industria en riesgo

Uno de los principales problemas que enfrenta Europa es su elevado coste energético, que está afectando la competitividad de su industria. Mientras que en EE.UU. el gas es considerablemente más barato, en Europa los precios han obligado al cierre de industrias intensivas en consumo energético. Esta diferencia ha desincentivado la inversión en sectores estratégicos. “Si en 2035 no va a haber gas natural en Europa, ¿cómo vamos a invertir en plantas de regasificación hoy?”, cuestionó Merino, evidenciando la falta de claridad en la planificación energética.

La incertidumbre regulatoria también ha tenido un impacto directo en el sector del transporte, particularmente en España. “El 60% de la flota de camiones tiene más de 20 años”, explicó, señalando que los autónomos y empresas no saben si deben invertir en diésel, GNL o vehículos eléctricos, lo que continúa provocando un envejecimiento del parque automotor.

La transición energética no solo depende de avances tecnológicos, sino también de la capacidad de financiar su desarrollo y aplicación a gran escala. Como advirtió Julián Cubero, “hay que desatascar los problemas de financiación para alimentar la innovación”, ya que muchas tecnologías emergentes no logran consolidarse debido a la falta de inversión privada. Este fenómeno responde a que los proyectos de energía limpia suelen implicar un alto nivel de riesgo en sus primeras etapas, lo que desincentiva la participación de capital privado. Sin embargo, Cubero subraya que cuando el sector público asume parte de ese riesgo inicial, se genera un efecto catalizador que incentiva la entrada de inversores privados: ”Si el capital público se involucra en las fases iniciales, el privado llega.”

En este sentido, la falta de un mercado de capitales eficiente en Europa supone una desventaja competitiva frente a otras economías como Estados Unidos y China, donde la inversión en I+D vinculada a la sostenibilidad ha crecido con más rapidez. "Europa está perdiendo la batalla de la inversión en I+D en tecnologías sostenibles frente a China y EE.UU. porque no tiene un mercado de capitales integrado y eficiente”, alertó Cubero. Para que la transición energética avance sin frenar la competitividad económica, es imprescindible crear mecanismos de financiación más flexibles, facilitar la diversificación de las inversiones y eliminar trabas burocráticas que impiden el flujo de capital hacia las tecnologías limpias.

La OPEP+ sigue ejerciendo un control estratégico sobre la oferta de petroleo, impidiendo que el precio del crudo caiga por debajo de los 70-80 dólares por barril, niveles que resultarían insostenibles para los países productores. Foto: Imagen de Talpa en Pixabay.

Precio del petróleo y tensiones en la oferta

La OPEP+ sigue ejerciendo un control estratégico sobre la oferta, impidiendo que el precio del crudo caiga por debajo de los 70-80 dólares por barril, niveles que resultarían insostenibles para los países productores. Rusia, a pesar de las sanciones, sigue siendo el segundo mayor exportador de petróleo y diésel, y cualquier sanción adicional podría restringir aún más la oferta.

Merino también destacó el desajuste en la recopilación de datos como un factor que agrava la incertidumbre. “En 2024 es el año con menos datos disponibles. Rusia no está dando información a las bases de la Agencia Internacional de Energía, lo que genera aún más tensiones en los precios”, explicó.

Las claves energéticas del 2024 reflejan un mercado en constante tensión, donde los precios de la energía, las decisiones políticas y los conflictos geopolíticos seguirán influyendo en la evolución del sector. Mientras la demanda de petróleo sigue creciendo en mercados emergentes, Europa enfrenta desafíos estructurales que pueden comprometer su competitividad industrial y energética. Julián Cubero señaló: “Los mismos escenarios, con los mismos datos, en función del modelo que uno elija, te dicen que las emisiones deben caer un 30% o un 50% para ser de cero. ¿Quién hace un plan de inversiones así?”

En este contexto, la seguridad del suministro, la estabilidad regulatoria y la planificación estratégica serán elementos cruciales para garantizar una transición energética ordenada, sin que esto implique un golpe irreparable para la industria y el desarrollo económico del continente.