el año pasado se alcanzaron los 12.346 puntos de venta, según la memoria de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP)

La red de estaciones de servicio en España alcanzó los 12.346 puntos de venta al cierre de 2023, lo que representa un incremento del 2,2% respecto al año anterior, según apunta la Memoria 2023 de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). Este aumento supone 262 nuevos puntos de venta, siendo el mayor crecimiento dentro de la categoría de ‘Otras marcas’, con 276 nuevas instalaciones.

“Nos encontramos, en un momento clave y definitorio de las próximas décadas, en el que para alcanzar los objetivos climáticos tenemos que remar en la misma dirección. Esto significa no detraer recursos, ni penalizar a las compañías que están impulsando la transición energética y la reindustrialización de España. Nuestro sector tiene importantes activos industriales que, por un lado, se están transformando hacia las nuevas exigencias climáticas y, por otro, aún tienen un gran papel para seguir garantizando el suministro energético actual. Tanto Europa como España tienen que entender que nuestras regiones deben legislar para revertir la desindustrialización. En nuestro sector esto es imperativo para impulsar la independencia energética, porque solo tenemos dos opciones: continuar el proceso de desindustrialización y desarrollar preeminentemente un papel de consumidores, o revertirlo y ser productores y exportadores de energía”, expresó Andreu Puñet, director general de la AOP.

Al finalizar 2023, las estaciones de servicio integradas en la red de socios de la AOP alcanzaron los 6.099 puntos de venta, representando el 49,4% del total. Este dato refleja una reducción de casi dos puntos porcentuales en comparación con 2022, continuando la tendencia decreciente observada en la última década.

Por operadoras, Repsol mantuvo la posición más destacada con 3.275 estaciones, aunque registró una disminución de 29 estaciones respecto al año anterior. Le siguen Cepsa con 1.514 estaciones (30 más), bp con 750 (31 menos) y Galp con 560 (catorce menos).

La categoría de ‘Otras marcas’, que incluye a empresas de la Asociación de Operadores Independientes del Sector Energético (UPI), gasolineras de bajo coste, desatendidas y las que operan bajo su propia marca, incrementó en 276 unidades, un crecimiento del 5,5 % respecto a 2022. Las estaciones de servicio de hipermercados aumentaron ligeramente, sumando cinco nuevos puntos de venta para un total de 327.

El fraude en la distribución de combustibles líquidos es uno de los desafíos más grandes para el sector. Según la AOP, las prácticas fraudulentas llevan años dándose en cinco ámbitos: el fiscal (mediante el impago del IVA), los biocarburantes, el Fondo Nacional de Eficiencia Energética, las Existencias Mínimas de Seguridad y las importaciones.

De acuerdo con los datos de KPMG, los presuntos defraudadores podrían estar gestionando un volumen de ventas de 26 mil millones de euros (de 2013 a 2022), y el fraude detectado en materia de IVA asciende a 588 millones de euros.

“Y en este contexto, donde un marco fiscal claro predecible e incentivador es fundamental a los retos de la industria, se une un nuevo desafío el fraude en la distribución de los combustibles. Aquí la novedad son las cotas alarmantes que está alcanzando en los últimos meses que además de lastrar la competitividad del sector y afectar a la calidad de los productos tiene un impacto muy negativo sobre las arcas públicas”, apuntó Luis Travesedo, presidente de la AOP

“Dado que es un problema que atañe al conjunto de la ciudadanía, a la Hacienda Pública y a la competitividad del sector, además de suponer un grave riesgo en las fases de la cadena de suministro, la AOP ha recalcado varias veces que es urgente actuar e implementar un conjunto de medidas en distintos ámbitos que atajen estas prácticas fraudulentas”, indicaron desde la asociación.

En cuanto al panorama internacional, la AOP destaca en su informe que la inflación y los precios de la energía continuaron siendo puntos críticos durante 2023. La prolongación de la guerra en Ucrania y el conflicto en Gaza contribuyeron a la volatilidad del mercado petrolero.

“En lo que respecta a las variaciones del crudo Brent, este cayó en un 20 % desde los máximos de septiembre, llegando a los 77 dólares por barril (dólares/b). Al comenzar 2023 el precio era de 82,5 dólares/b, cayendo por debajo de los 80 dólares por barril en marzo. Y aunque en abril recuperase los 84,6 dólares/b, coincidiendo con el pico de exportación de petróleo ruso, tuvo una tendencia descendente los meses posteriores, con un precio de 75,47 dólares/b en mayo y de 74,84 dólares/b en junio. En julio volvió a superar ligeramente los 80 dólares/b, iniciando una tendencia ascendente en los meses posteriores, alcanzando su pico en septiembre con 93 dóalres/b y manteniéndose a 90 dólares/b en octubre, coincidiendo con los atentados de Hamas en Israel y la respuesta del ejército israelí”, recordaron desde la asociación.

Finalmente, el año se cerró con un precio de 77,63 dólares por barril. Como consecuencia, la Opep cedió ante las presiones de Arabia Saudí y decidió implementar un recorte de producción de un millón de barriles de crudo al día con el fin de frenar la caída del precio de esta materia prima.

Asimismo, la Opep anunció cambios en sus integrantes a final de año. Por un lado, Angola confirmó que abandonaría la organización tras manifestar su rechazo a la cuota de producción de crudo que se le impuso en noviembre. Y por otro, Brasil, el mayor productor latinoamericano de petróleo y el tercero más grande de la región, solo por detrás de México y Venezuela, comunicó su incorporación a partir de enero de 2024.

El sector de refino en España también experimentó cambios importantes, asegura la entidad en el documento. Las importaciones de crudo se redujeron en un 3,3 %, mientras que la producción en las refinerías sumó 62,5 millones de toneladas, con un grado de utilización del 79 %, de acuerdo con los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). España continuó siendo exportadora neta de productos petrolíferos, aunque las exportaciones disminuyeron un 2,1 % respecto al año anterior.

“El veto a las importaciones de crudo y productos rusos también planteaban en Europa una preocupación sobre la seguridad de suministro, pero en España, gracias a las inversiones de nuestras compañías asociadas en entre 2008 y 2012, esa seguridad de suministro estaba garantizada. La capacidad y la flexibilidad de nuestro sistema de refino ha permitido sustituir el crudo ruso por otros sin poner en riesgo el suministro, siendo Estados Unidos el principal país del que España ha importado el crudo (14,1%), seguido de México (11,4%) y Brasil (10,8%)”, indicaron fuentes de AOP.

Por otra parte, el consumo de productos petrolíferos se ha reducido en un 1,2 % en 2023, situándose en un total de 56.919 millones de toneladas. “El consumo de los combustibles de automoción (gasolinas y gasóleos) sigue sin recuperar los niveles previos a la pandemia. En 2023 también ha disminuido un 1,2 %, situándose en 27,60 millones de toneladas (Mt), un 4,3 % inferior al de 2019 y un 1,2 % inferior respecto a 2022. Las gasolinas han vuelto a aumentar (5,4 %), mientras que los gasóleos de automoción han descendido respecto a 2022 (2,8 %)”, de acuerdo con las cifras recogidas en el informe.

El consumo en estaciones de servicio alcanzó un total acumulado anual de 21.686 miles de toneladas, de las cuales, 5.749 son gasolinas y 15.937 gasóleos. Destaca el consumo en Cataluña y Andalucía, mientras que el consumo de querosenos fue de 6.641 miles de toneladas en 2023, destacando el de la Comunidad de Madrid.

En el ámbito nacional, los precios de los carburantes mostraron una tendencia a la baja. El precio promedio anual de la gasolina 95 se situó en 1,644 euros por litro, y el del gasóleo A en 1,567 euros por litro, lo que representa una reducción del 8,2% y 13,2% respectivamente en comparación con 2022, de acuerdo con los datos de la entidad.

La edad media del parque automovilístico español aumentó a 14,2 años, consolidándose como uno de los más envejecidos de Europa. Las matriculaciones de turismos crecieron un 16,7%, alcanzando los 949.000 vehículos, con una mayor proporción de coches híbridos de gasolina.

En línea con una transición energética justa, accesible y eficiente, la AOP promovió el uso de ecocombustibles como una opción de descarbonización de la movilidad. La asociación es una de las 18 entidades que forman parte de la Plataforma para la Promoción de los Combustibles Renovables, una iniciativa que busca impulsar el uso y la producción de combustibles líquidos renovables y neutros en carbono como una vía complementaria para la descarbonización de la economía y la reducción de emisiones.

“Nuestras compañías asociadas llevan años trabajando para asegurar nuestro presente y nuestro futuro energético. Con la innovación como motor, estamos mejorando la eficiencia energética en nuestros procesos industriales el aprovechamiento de los recursos, pero además transformando el producto que ofrecemos. Ya hay combustibles renovables disponibles en nuestras estaciones de servicio y lo que es más importante se están poniendo en marcha proyectos de producción de este tipo de combustibles en nuestro país”, dijo Luis Travesedo.

“Ahora mismo, España tiene abierta una gran ventana de oportunidad que hay que aprovechar y nuestra industria es clave para ello. El Peniec estima que se necesitan casi 300.000 millones de euros de inversiones para la transición energética de los que el 85 por serán aportados por el sector privado. Para ello es muy necesario y urgente concretizar el despliegue de medidas incentivadoras para movilizar el volumen de inversión requerida”, añadió el presidente de la entidad.

Según los datos de la memoria, entre 2016 y 2023 se evitó la emisión de 3,5 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera gracias al uso de los combustibles neutros en carbono. “Nuestro papel es seguir siendo garantes del suministro de una energía cada vez más limpia hasta conseguir que sea neutra en emisiones de CO2. Pero, además, tenemos por delante el reto de lograr una mayor seguridad energética sin comprometer la sostenibilidad y la asequibilidad de la energía, ” señaló Luis Travesedo, presidente de la AOP.

“En definitiva enfrentamos el 2024 con los y desafíos importantes que debemos abordar como sociedad para cometer la transición energética desde nuestra industria vamos a seguir trazando y abriendo el camino hacia un futuro energético sostenible y eficiente, tejiendo nuevas alianzas e impulsando nuevos proyectos que nos sitúan en la vanguardia de esta transformación”, concluyó Luís Travesedo, presidente de la AOP.