El GLP mantiene su precio promedio en España
En medio de la creciente inquietud generada por el aumento del precio de los carburantes encontramos un tipo de carburante que podemos comprar en las gasolineras por menos de un euro por litro. Se trata del gas licuado de petróleo, más conocido como GLP. A pesar del incremento generalizado en los precios, el GLP destaca al mantener su precio promedio en España en 0,93 euros por litro. En este sentido, Manel Montero, director general de Grupo Moure, destacó que “después del gasóleo y la gasolina, el GLP probablemente es el combustible alternativo más utilizado en el mundo, pero en España el número de ventas no es muy significativo, y, en consecuencia, muchas gasolineras no lo ofrecen”.
“En España existen, aproximadamente, unos 800 puntos donde llenar el depósito de este tipo de carburante, mientras que la red de estaciones de servicio donde suministrarse gasoil y gasolina supera los 12.000 puntos”, indicó Montero.
Más económico para el bolsillo
Frente a esta novedad, es natural que muchos se planteen la misma pregunta: ¿por qué resulta más económico? Montero explicó que “el límite en el precio del gas permite que hasta el día de hoy se disfruten de costos inferiores a los de la gasolina. A pesar del aumento derivado de la Guerra de Ucrania, su tarifa sigue siendo más asequible”.
Además de la gran ventaja que supone para el bolsillo de los conductores, el GLP ofrece muchas más ventajas. Entre ellas, su menor impacto ambiental debido a emisiones más limpias, lo que contribuye a la reducción de la contaminación atmosférica, y ofrece la posibilidad de obtener la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT), con todos los beneficios asociados a esta clasificación.
A esta lista, se suma el aumento de la autonomía del automóvil, ya que el vehículo consumirá previamente el combustible GLP y, en el momento en que se agote, siempre va a tener el apoyo de un depósito de gasolina que permitiría repostar en cualquier gasolinera.
Sin embargo, Montero apuntó que “la reducción del espacio del maletero y la necesidad de un mayor consumo para lograr la misma potencia que un vehículo de gasolina, así como la falta de gasolineras que ofrezcan GLP, son algunos de los inconvenientes a tener en cuenta”.
Por ello, para aquellos que estén pensando en la adaptación de sus vehículos al gas licuado, el experto advirtió que “antes de hacer la adaptación del vehículo, se deberán tener en cuenta las circunstancias económicas del momento, ya que una diferencia no muy significativa del precio entre el GLP y la gasolina puede poner en entredicho la inversión”.
Finalmente, el director general de la compañía señaló los posibles obstáculos a los que se enfrenta la adopción de combustibles alternativos, explicando que “la implementación de estos combustibles alternativos puede tener su peor enemigo en la declaración de muchos países y ciudades de todo el mundo que desean prohibir la venta de vehículos propulsados por combustibles fósiles como la gasolina, el gasóleo y el gas licuado de petróleo”.