Soluciones adaptadas al cliente
Día a día el negocio de lavado se posiciona en nuestro país como una industria en expansión que aún no ha encontrado sus límites. Así, hemos visto en los últimos tiempos como numerosas estaciones de servicio han renovado sus equipos con el objetivo de mantenerse a la vanguardia de este negocio. Este es el caso de la estación de servicio Repsol ubicada a las afueras de Guillena, que se remodeló recientemente de la mano de Lavarte.
Una estación de servicio situada a las afueras del municipio sevillano en la cual destaca la compleja distribución de los elementos del área de lavado, construida de manera totalmente personalizada por Lavarte para adaptarse a las necesidades propias de la zona. “La idea es que el espacio funcione, es decir que haya un buen acceso a los vehículos, tanto de entrada como de salida en la zona de lavado y, así, conseguir que haya una gran fluidez”, apunta Ángel Carabaña, jefe de Ventas de Lavarte Car.
Desde hace casi dos décadas, Lavarte, empresa dedicada a la fabricación, montaje y mantenimiento de boxes de lavado, trabaja en proyectos de esta índole. Una experiencia que ha resultado fundamental a la hora de afrontar esta operación. A. Carabaña asegura que “nosotros no hacemos una producción en serie si no que buscamos algo más específico. Lavarte se implica desde el primer momento en todo el proceso, para que nuestro cliente pueda brindarle todos los servicios al usuario final de la manera más agradable posible”.
Las peculiaridades del terreno empujaron a Lavarte a modificar el diseño de cerramiento que emplean habitualmente.
En este caso, las peculiaridades del terreno no solo obligaron a una planificación más exhaustiva del proyecto, sino que, además, esta condición empujó a la empresa a modificar el diseño de cerramiento que emplean habitualmente. “Aquí se estudiaron muy bien las medidas del terreno que eran un poco complicadas, pero, además hubo que modificar precisamente ese cerramiento para adaptarlo a las necesidades que presentaba el cliente”, explica el jefe de Ventas de Lavarte Car.
Un equipo completamente adaptado
En este caso, la parte principal de las instalaciones de Guillena se encuentra dentro de un cerramiento Delta diseñado por Lavarte. Este está formado por una estructura metálica totalmente desmontable, con todos sus elementos atornillados, de manera que no hay ninguna soldadura en su montaje. Bajo su techo, en Guillena, podemos encontrar tres boxes y un puente de lavado situados de forma escalonada, para facilitar el acceso de todo tipo de vehículos a través de las pistas.
Además, la compañía ha dejado preparado un espacio adicional en el que poder ampliar los boxes con una pista de lavado para vehículos grandes. “En ocasiones, cuando afrontas una operación de este tipo, el cliente no está seguro del todo. En este caso, pese a la población y la ubicación que tenemos aquí, ideal para el lavado de vehículos grandes, se optó por no montar está cuarta pista. Sin embargo, nosotros dejamos hecha una preinstalación para posteriormente ampliar la operación cuando nuestro cliente lo estime oportuno” comenta, A. Carabaña.
A su vez, estos equipos incorporan algunos programas de lavado novedosos que proporcionan un resultado más profesional. Para Ángel Carabaña “nuestro objetivo es que el usuario final disponga de todas las opciones para poder lavar su vehículo, es decir, no limitarnos al lavado y abrillantado, sino buscar otro tipo de opciones. En el caso de las instalaciones de Guillena el cliente ha introducido una serie de programas avanzados como puede ser el encerado o la espuma activa ‘Wash Foam XXL’ que se aplica inicialmente sobre la carrocería”.
Además, el área de lavado cuenta con tres aspiradores y un pulverizador preparado para que el cliente pueda limpiar también el interior de su vehículo. “Estos equipos de aspirado resultan muy interesantes, porque le dan al cliente unos beneficios interesantes con un consumo mínimo”, indica A. Carabaña.
Velocidad en las operaciones
Asimismo, cabe destacar el tiempo en el cual se efectuó la instalación de estos equipos. El jefe de Ventas de Lavarte asegura que “considerando el tipo de instalación que tenemos aquí, no tardamos más de una semana en completar el montaje del área de lavado, sin contar toda la parte de obra civil”.
En este sentido, Lavarte no desarrolla directamente la obra civil sobre el terreno, aunque, sí hace un seguimiento muy de cerca de las operaciones para asegurarse de que la instalación queda configurada de una forma óptima. “Nosotros siempre estaremos en contacto con la ingeniería y con la empresa contratada que ejecuta la obra antes de su inicio, para que esta se realice según los planos aportados por Lavarte para los requerimientos específicos de nuestros centros de lavado en cada uno de los proyectos. Y, por supuesto, antes de hormigonar nuestro departamento técnico y de proyectos visita las instalaciones para revisar que esté todo correcto”, dice Ángel Carabaña.
“Normalmente el tiempo de instalación de zonas de lavado como esta ronda los ocho-nueve días”, señala Ángel Carabaña, jefe de Ventas de Lavarte.
“Debemos considerar que, para conseguir esos tiempos de instalación, nuestros equipos ya vienen montados en el interior de una sala autoportante. La previa coordinación entre nuestro equipo y el desarrollo la obra civil, facilita mucho el conexionado entre los distintos elementos de montaje del equipo. Después, solo nos queda conectar la luz y el agua para empezar a funcionar. Todo se basa en una buena planificación para optimizar los tiempos, porque el cliente, obviamente, quiere ponerse a trabajar lo antes posible”, asegura A. Carabaña.
La importancia del servicio técnico
Para seguir apoyando a sus clientes una vez se ha completado la instalación, Lavarte ofrece un servicio de asistencia técnica (SAT) “gratuito” a través del cual los clientes pueden contactar con los técnicos de la compañía para resolver cualquier incidencia. En este punto el jefe de Ventas de Lavarte explica como “lógicamente, nosotros contamos con técnicos propios, pero a nivel nacional también trabajamos con algunas empresas colaboradoras de servicio técnico autorizado, que formamos continuamente, y que nos ayudan a desarrollar esta labor. Estamos en contacto constante con dichas empresas para darles apoyo en las soluciones inmediatas a nuestros clientes”.
Lavarte hace un seguimiento de todo el proceso de asistencia técnica
“El objetivo de la compañía es que el cliente pueda seguir trabajando siempre al 100%”, describe Ángel Carabaña jefe de Ventas de Lavarte.
“Este contacto constante de todos los eslabones del SAT es algo necesario porque, como ya hemos comentado, pese a que el diseño es propio de Lavarte cada instalación está preparada de manera individual y completamente personalizada, por lo que los técnicos pueden encontrar pequeños cambios en cada intervención”, añade A. Carabaña
En este punto, destaca el papel que están jugando en los últimos tiempos las nuevas tecnologías. “A día de hoy estamos totalmente conectados y, en la mayor parte de los casos, con una simple llamada telefónica o una videollamada se pueden resolver la mayoría de las incidencias”, observa Ángel Carabaña, jefe de Ventas de Lavarte. “Además, es de señalar que nuestros equipos cuentan con un autómata digital de pantalla táctil que tiene conexión vía internet y que te permite conectarte desde cualquier lugar para conocer detalles técnicos o de gestión (ventas, cambio de horarios, incidencias técnicas, y un largo etc.) ¡La conectividad es clave en estos tiempos!”, añade.
Del mismo modo, la empresa dedicada al montaje de áreas de lavado pone a disposición del cliente equipos auxiliares para garantizar que las máquinas sigan funcionando incluso si se produjera alguna incidencia. El jefe de Ventas de Lavarte aclara que, “en estas ocasiones, el cliente seguirá facturando, hasta que se pueda solventar la incidencia producida.
Además, para que evitar que se produzcan incidencias graves, Lavarte pone a servicio de sus clientes un “contrato de mantenimiento preventivo”, un servicio de pago a través del cual cada trimestre la compañía revisa las instalaciones para que el lavado siga funcionando. “Este servicio tiene un coste anual, pero garantiza que la maquinaria estará funcionando constantemente”, indica A. Carabaña.
Controlar qué está ocurriendo en la máquina
Para que los encargados de las zonas de lavado puedan gestionar lo que está ocurriendo en sus equipos, la compañía ha desarrollado un programa propio instalado en el autómata que mencionaba antes junto con la pantalla táctil que informa en tiempo real del estado de los equipos. Ángel Carabaña explica que “esto es como trabajar con un ‘smartphone’, a través de la pantalla y de forma intuitiva, la herramienta presenta toda la información sobre lo que está ocurriendo en la máquina, para que en caso de que haya alguna incidencia el cliente la detecte y se pueda poner en contacto con nosotros”.
“Aprovechando este sistema le estamos ahorrando mucho dinero al cliente, que puede seguir trabajando pese a las incidencias, y también nos resulta más económico a nosotros que evitamos desplazamientos innecesarios”, apunta Ángel Carabaña, jefe de Ventas de Lavarte.
De esta manera, la herramienta permite al operario acceder a todos los datos de la instalación no solo para ver las posibles incidencias en los equipos, sino también para monitorizar el rendimiento económico de las mismas. “Desde este punto puedo ver cuantos lavados se han hecho en el día, tanto de los boxes como en los aspiradores, y el propietario, a través de unos permisos especiales, puede modificar incluso los precios y la duración del lavado”, explica A. Carabaña.
El jefe de Ventas de Lavarte subraya que “con un poco de formación sobre cómo tienes que mantener los equipos, este sistema digital permite al empleado que está trabajando cada día en el área de lavado hacer que la máquina siga funcionando con el mejor rendimiento posible”.
Nuevas formas de pago
En los últimos años las nuevas tecnologías han cargado de novedades este campo. “Hoy en día hemos visto como la forma de pago ha evolucionado mucho. Estamos fomentando el pago con tarjeta y a través del teléfono móvil (TPV). Antes funcionábamos más con fichas y eso necesitaba un operario que cargara, rellenara y estuviera ahí presente”, desarrolla A. Carabaña.
Además, para facilitar la recogida de las monedas, cuando el pago se realice en efectivo, la compañía encargada del diseño de las instalaciones ha implementado un sistema centralizado de aspiración de monedas. Gracias a este dispositivo las monedas que entran en las máquinas viajan, a través de un sistema de tubos hasta una caja fuerte de almacenaje común desde todos los puntos de recogida de efectivo.
“En mi opinión, esta fórmula centralizada es lo mejor que se puede hacer de cara a las nuevas instalaciones de lavado ya que en todo momento tienes el dinero a buen recaudo y “las personas amigas de lo ajeno, quedan informados de que los monederos están vacíos”, dice el jefe de Ventas de Lavarte Car.
El papel del agua
Para conseguir un resultado óptimo en el lavado, el agua es mucho más importante de lo que puede parecer, por ello la compañía hace especial hincapié en este punto. Para obtener un producto que proporcione un resultado de calidad, Lavarte trata el agua sometiéndola en primer lugar a un proceso de descalcificación y después aplicándole una ósmosis inversa en la caldera.
“El agua es fundamental para obtener un resultado óptimo”, apunta Ángel Carabaña, jefe de Ventas de Lavarte Car.
Con el objetivo de conseguir un agua adecuada para la limpieza de los vehículos “debemos tratar el agua previamente, porque de lo contrario esta puede dejar manchas sobre la carrocería. Pero nosotros solo nos centramos en retirar la cal, que es el elemento más habitual, en caso de que encontráramos un agua muy turbia, con otra serie de elementos como pueden ser metales, será otra empresa del sector quien tenga que tratar este producto”, añade A. Carabaña.
“El agua resulta muy importante en el proceso, así como los productos que elija el cliente, aquí en Guillena, el cliente ha optado por el detergente en polvo”, señalo el jefe de Ventas de Lavarte. Además, A. Carabaña recuerda que “Lavarte siempre recomienda usar el detergente en polvo, pero disponemos de productos líquidos, desengrasantes, limpia llantas, limpia mosquitos, espumas densas ‘Wash Foam XXL’, con y sin clores, todos ellos de gran calidad, además del detergente en polvo. Todos los mencionados anteriormente son de la Marca Lavarte que, tras probar muchos productos durante estos años de existencia, ha encontrado el que proporciona el mejor resultado de lavado para nuestros equipos. Siendo además respetuoso con el medio ambiente y la carrocería de los Vehículos de los usuarios finales”, añade.
“Hemos de pensar que Lavarte insiste en la máxima calidad de los componentes para dar un mayor tiempo de vida útil a sus equipos y la mejor respuesta de funcionamiento, lo que se traduce en rentabilidad para nuestro cliente y satisfacción para el usuario final”, precisa Ángel Carabaña
“El sector del lavado ha demostrado una gran evolución a lo largo de las últimas crisis. Durante este tiempo, muchas empresas se han dado cuenta de que este negocio deja una rentabilidad importante dentro de las gasolineras. En tienda puedes tener unos buenos márgenes, pero el lavado o las aspiradoras dejan un retorno muy importante con menos gastos asociados. Después de la pandemia y la crisis asociada, observamos que empresarios áreas de lavado ven que su oferta de lavado se ha quedado obsoleta, tanto en equipamiento como imagen y recurren a Lavarte para cambiarla radicalmente", concluye A.Carabaña.