Las cuatro variables del círculo de Sinner son la acción mecánica, la acción química, la temperatura y el tiempo
El círculo de Sinner: la estrategia para alcanzar una limpieza perfecta
Redacción Interempresas12/01/2023
El proceso de limpieza puede resultar arduo si no se cuenta con las herramientas necesarias. Es decir, conocer los factores presentes en la limpieza es clave para conseguir los mejores resultados. Para ello, se diseñó el círculo de Sinner.
El círculo de Sinner fue creado por Herbert Sinner a finales de los años 50, y asegura que para lograr la limpieza óptima se deben tener en cuenta cuatro variables. Aunque él lo aplicó al lavado de ropa, esta estrategia se puede aplicar a cualquier tarea de limpieza. Estos cuatro factores siguen ayudando en la actualidad a diseñar planes de limpiezas eficientes en todos los ámbitos.
Las cuatro fuerzas fundamentales son las siguientes:
- Acción mecánica. Hace referencia a la acción física de eliminar la suciedad, ya sea manual o mecánica en el caso de que se haga uso de una máquina. Tiene en cuenta la abrasión, la presión de contacto y la frecuencia del movimiento. En este punto es clave conocer a la perfección las herramientas que se van a utilizar para así evitar su uso indebido y un deterioro de las superficies.
- Acción química. Incluye el conjunto de productos químicos que se utilizan en la limpieza. Es fundamental escoger el producto que mejor se adapte a cada tarea y utilizarlo siguiendo las recomendaciones del fabricante. La acción química es un factor importante ya que no solo se evitan los efectos negativos en las superficies sino también en la salud de las personas.
- Temperatura. Influye directamente en la efectividad del producto que se emplee. Aunque es cierto que algunas acciones requieren de una temperatura más elevada, en algunos casos el agua demasiado caliente puede llegar a inactivar algunos componentes de los productos. Asimismo, puede llegar a ocasionar problemas también en algunas superficies.
- Tiempo. Dependiendo del tipo de superficie que se esté limpiando y la suciedad acumulada, el tiempo de actuación del producto varía. También juegan un papel importante la efectividad de la máquina o de la persona que desempeñe la limpieza y el producto que se esté utilizando. Por lo general, un tiempo de acción mayor ablanda la suciedad y es mucho más fácil de eliminar disminuyendo la acción mecánica y la cantidad de producto.
Aplicar estos cuatro elementos de forma equilibrada ayuda a alcanzar la excelencia en la limpieza y desinfección. Sin embargo, estas no son sus únicas ventajas. Con el círculo de Sinner se evitan sobrecostes, ya que contribuye al ahorro tanto de agua como de productos. Asimismo, también favorece el buen mantenimiento de los equipos a la vez que previene problemas medioambientales.
También hay que tener en cuenta que, si uno de estos factores disminuye, se tendrá que compensar por uno o varios de los otros puntos para poder obtener una buena calidad en la limpieza. Un claro ejemplo de la efectividad de esta estrategia de limpieza son las limpiadoras Kärcher, que mediante la combinación de presión de vapor y las altas temperaturas eliminan la suciedad sin necesidad de invertir ni mucho tiempo ni mucho detergente.
Aunque el círculo de Sinner es fundamental en la actividad de toda empresa de limpieza profesional, también se puede aplicar en la limpieza cotidiana del hogar. Sea cual sea la necesidad, la compañía líder de productos de limpieza Kärcher, cumple con las demandas. A través de sus limpiadoras se adapta a las cuatro fuerzas que indica Sinner. Aquellas que utilizan vapor logran su función precisamente gracias al uso de la alta temperatura, disminuyendo la ayuda mecánica y la acción química para lograr el mejor resultado. En el caso de las hidrolimpiadoras, producen un efecto mecánico muy fuerte consiguiendo una limpieza sin necesidad de aplicar los otros factores.
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