"La clave de nuestro éxito es el conjunto de productos y servicios que ofrecemos"

Belmar, licenciado en Derecho y máster MBA por el Instituto de Empresa de Madrid, fue director general de Elefante Azul, cargo al que accedió tras ejercer la misma labor en Fila Sport Ibérica y en Kelme. Previamente, ocupó diversos puestos de responsabilidad en compañías como Famosa y Yoplait, del grupo francés Sodima. Durante el paréntesis de casi dos años que transcurrió desde su salida del sector a su entrada en Lavarte Car, Belmar asumió la Dirección de la División Internacional de un fabricante líder en soluciones RFID.

La oportunidad de integrarme dentro de Lavarte fue muy difícil de rechazar. Además, el sector del lavado de vehículos me gusta mucho. Conozco otros, como el de la gran distribución en alimentación, el sector textil, el de juguetes…Y el sector de lavado de vehículos me resulta muy atractivo por el componente técnico, por el asesoramiento al cliente que requiere. Cada proyecto, además, es un reto y no hay dos iguales. Hay que añadir que he hecho muchos amigos aquí y volver a encontrarlos ha sido un ‘gran plus’.

En conjunto, la posibilidad de volver al sector con todo lo que supone para mí, aportaba un punto de motivación enorme. Si añadimos las posibilidades que tiene de desarrollo una empresa como Lavarte, con el reconocimiento de su marca en el mercado y la proyección de desarrollo que se le puede dar, el resultado ha sido un cóctel imposible de rechazar.

Bueno, tras mantener varias conversaciones con Óscar Domínguez alcanzamos un acuerdo que consiste en adquirir la mayoría del capital junto con otros socios, manteniendo Óscar una parte del capital. Sólo él y yo desempeñaremos labores ejecutivas. Los otros socios realizan otras actividades profesionales, habiendo decidido el Consejo de Administración que yo sea el consejero delegado.

Hay ciertas diferencias en tamaño y tipología de empresa al tener fabricación propia; sin embargo, en esencia, no hay muchas diferencias. Se trata, en definitiva, de liderar tu equipo, gestionar los recursos, atender a tus clientes y conseguir los objetivos. El hecho de ser empresario conlleva algunas responsabilidades adicionales, pero para mí el rol es prácticamente el mismo.

Los contactos que he tenido tras mi incorporación han sido muy positivos, como si no hubiera pasado el tiempo. Me he encontrado con amigos con los que la relación estaba latente y realmente no he notado que haya habido un parón o que haya descendido ese nivel de buen entendimiento. Es como si no hubiera pasado el tiempo. Estoy muy contento de haber vuelto, la verdad.

Me gusta hacer las cosas de forma sencilla, trabajar codo con codo con los clientes y, sobre todo, generar confianza y, además, dar esa confianza a los demás, aconsejar con honestidad profesional, solo pensando en el beneficio y la oportunidad para el cliente. Los clientes siempre valoran esa forma de actuar. Esta es la manera de actuar de Lavarte en el sector, así que encaja perfectamente con la manera en la que yo veo las cosas. Es una empresa de actitud honesta, esforzada y orientada en prestar servicio, proponiendo consejos, sugerencias y soluciones personalizadas.

En este sentido, creo que Óscar ha hecho un trabajo enorme en estos años y se ha ganado el reconocimiento que tiene tanto Lavarte como marca como su propia profesionalidad. Creo que él es uno de los mejores profesionales del sector, sin duda. El rol que va a desempeñar será como director de Operaciones de Lavarte; se encargará de la producción, del desarrollo de producto y del área técnica. Así compaginaremos nuestros respectivos papeles, que son complementarios. Por mi parte, tengo una inclinación natural por el área comercial y la estrategia. Hay una buena simbiosis entre ambos y hacemos un muy buen equipo.

Tenemos varios objetivos, uno de ellos es ampliar la capacidad de producción para dar mejor servicio a nuestros clientes. De hecho, ya estamos ampliandola con el traslado a dos nuevas naves con 1.500 metros cuadrados nuevos entre Producción y Oficinas. Seguramente inauguremos las nuevas instalaciones en la primera quincena de septiembre.

Por otro lado, tener más presencia internacional, principalmente en los países más próximos, pero también potenciar nuestra presencia en otros países en los que ya hay algunos de nuestros equipos. De hecho, tenemos ya contactos iniciados y la próxima semana (la entrevista tuvo lugar el 31 de agosto) recibiremos la visita de un cliente del norte de África que vendrá a ver los equipos y a arrancar la relación para iniciar nuestra presencia en los países del Magreb.

El director general de Lavarte, Carlos Belmar, está "muy contento" de haber vuelto al sector del lavado de vehículos, en el que ya acumula catorce años de experiencia.

España cuenta con una muy buena ubicación geográfica para una empresa que quiera exportar. Además, hay que tener en cuenta que en algunos productos el precio no lo es todo. La tecnología, la durabilidad y fiabilidad de los equipos, así como la confianza, son factores más determinantes. Buscar solo un precio bajo tiene sus riesgos en cuanto a fiabilidad y vida útil en productos de carácter industrial.

Además, el posicionamiento de precio de Lavarte es razonablemente competitivo, ofreciendo una gran calidad, lo que da como resultado un ‘mix’ de oferta muy equilibrado. De todas formas, gran parte de los países del Magreb miran mucho a Francia como referencia y en este sector hay fabricantes franceses frente a los cuales tendremos algunas ventajas en este sentido, también desde el punto de vista tecnológico.

Apuntaremos tanto a petroleras y redes de estaciones de servicio como algún distribuidor que tenga vocación de seguimiento y conozca el sector del lavado de vehículos. Hay ocasiones en las que encuentras a personas que te hacen decidir en el último momento la fórmula comercial con la que vas a estar en un determinado mercado.

Los objetivos son varios. Como ya indicaba antes, de manera inmediata vamos a ampliar nuestra capacidad de producción, una tarea en la que ya hemos avanzado tras la adquisición de nuevas instalaciones a las que nos trasladaremos antes de que finalice la primera quincena de septiembre (lan nuevas instalaciones están junto a las antiguas). La empresa ha crecido mucho durante estos años y, si queremos seguir creciendo y seguir ofreciendo el servicio que prestamos a nuestros clientes, debemos tener la capacidad productiva suficiente para poder responder a ese deseado incremento. Para mí esa era una premisa que debemos cumplir de forma inmediata. Este es un objetivo que se va a alcanzar en las próximas semanas, por lo que estoy muy satisfecho.

Por otro lado, los equipos humanos deben reforzarse. El crecimiento productivo debe ir acompañado del incremento de los recursos humanos, tanto a nivel de fabricación como a nivel comercial y también a nivel administrativo, por lo que vamos a incorporar a nuevos empleados. De hecho, estamos en pleno proceso de selección.

A nivel comercial hay dos objetivos: en el plano nacional, consolidar nuestra presencia en las zonas en las que más presentes estamos y conseguir más presencia en aquellas zonas en las que aún podemos crecer. Paralelamente, buscaremos oportunidades en mercados internacionales.

En algunos países del este de Europa y en alguno de Centroamérica, donde hay alguna instalación funcionando; aunque no son muchas, pero hay algunas que nos pueden ayudar a seguir creciendo en esos mercados.

Ya conocía a Lavarte desde hace mucho tiempo, tanto como competidor como proveedor. Era ya consciente del potencial que tenía y tiene la empresa de desarrollarse más allá de donde está hoy.

Es una marca bien conocida que cuenta con productos reconocidos por su calidad, fiabilidad y larga vida útil. Y es una empresa que apuesta por la innovación. Sin duda, tiene una serie de elementos que hacen que sea una marca atractiva. Esa es la valoración que hacía desde fuera, antes de incorporarme y, tras mi incorporación, esta impresión se ha ratificado. Sigo pensando exactamente lo mismo: el potencial que tiene y el reconocimiento de marca y producto, así como la inquietud de la empresa en generar innovaciones que puedan mejorar el servicio, tanto a nuestros clientes como a los usuarios finales.

Nosotros hemos percibido cierta cautela de un tiempo a esta parte. Hay proyectos que tenemos sobre la mesa, aunque están avanzando quizá más lentamente de lo que podrían avanzar. En general, se puede decir que el sector sigue desarrollándose, seguramente con cierta cautela.

Al principio, debido a la premura de la entrada en vigor de la medida, el adelanto de los veinte céntimos generó confusión, pero tengo la impresión de que la situación se ha normalizado. Es una situación que no es fácil para los operadores y empresarios, porque tienen que adelantar un dinero; sin embargo, creo que ahora mismo no es un hándicap grave.

Es muy difícil de saber con precisión. Se estima que debe haber entre seis mil y siete mil. Es una cifra que se deduce teniendo en cuenta el número de estaciones de servicio que cuentan con oferta de lavado de vehículos. Por otro lado, si se tiene en cuenta que además hay instalaciones que funcionan de forma independiente, sin estar ligadas a estaciones de servicio, y que hay algunas de ellas que prestan servicio a flotas de transporte… se podría pensar que esa puede ser la horquilla de áreas de lavado en funcionamiento.

Siempre hay centros de lavado nuevos. Es un porcentaje pequeño del total de centros de lavado que se instalan por parte de los proveedores. Aunque puede variar de año a año, se podría decir que alrededor de un 10-15% de las operaciones que llevamos a cabo es de nuevas instalaciones. Suelen ponerse en marcha en aquellas zonas en las que se amplían las zonas urbanas, como zonas comerciales que generan un núcleo de movimiento, lo que abre oportunidades para la construcción de nuevas áreas de lavado en esas ubicaciones. Además, también aumenta el número de gasolineras.

Lo sabemos cuando actualizamos equipos que son sustituidos, pero en este caso habría que diferenciar entre boxes y las máquinas (puentes y túneles), que se suelen cambiar entre los ocho y diez años, aunque hay algunos que son casi piezas de museo que funcionan porque están muy bien mantenidos y se han ido actualizando.

En cuanto a los boxes, suelen tener una edad media superior, te diría que se suelen cambiar entre los diez y los doce años de funcionamiento. Te encuentras algunos que tienen más y otros que tienen menos, pero el grueso de las sustituciones se lleva a cabo en esa horquilla de edad.

En mi opinión, hay dos criterios para llevar a cabo el cambio de una máquina. Uno es que te esté dando problemas técnicos y que el coste de su resolución (y el coste de oportunidad perdida) sea superior al cambio de la máquina. El otro criterio es el de los avances tecnológicos. En diez años se producen muchas novedades que se han incorporado a los centros de lavado, incluso antes. En los últimos cinco años, por ejemplo, hemos visto la generalización del uso de diferentes programas de prelavado, la conexión digital, la conectividad de los equipos, mejoras en los autómatas… Son prestaciones que antes no existían y que ahora sí y que hacen que los centros menos actualizados vayan perdiendo competitividad respecto a aquellos que sí han modernizado su propuesta. Y esa pérdida de competitividad suele suponer una merma de clientela y de ingresos. Si eso sucede, es el momento de plantearse una renovación que incorpore esas mejoras.

Sí, como bien sabemos, el lavado es una actividad de buen margen, mientras que la venta de combustibles es de alta rotación y márgenes más estrechos, por lo que hay que vender muchos litros para que luzcan en la cuenta de resultados. El lavado, junto a la tienda, es un gran contribuyente de margen, y eso con los años se ha ido valorando cada vez más. Es algo que no se le escapa a ningún operador o empresario del sector.

Sigue habiendo algunas, aunque muchas de ellas se han reconvertido en estaciones de servicio al incorporar a su oferta la venta de combustibles mediante una gasolinera de bajo coste. En nuestro caso, grosso modo, el 70% de los equipamientos instalados por Lavarte a lo largo de un año está vinculado a estaciones de servicio, el restante 30% corresponde a centros de lavado independientes.

Está yendo muy bien, mantenemos un incremento de 10% por encima de las operaciones que cerramos en 2021 a estas alturas del año. Estamos muy pendientes del mercado, seguimos las oportunidades que surgen de forma muy cercana y somos proactivos en nuestra labor comercial… Al final, estos resultados se deben a una labor de equipo: tenemos un gran servicio de asistencia técnica, el equipo humano de fabricación es muy profesional, el equipo comercial está muy preparado, dando seguimiento a los presupuestos presentados. No hay un único elemento que sea la clave de nuestro éxito, todo el equipo Lavarte es responsable de los buenos resultados. En realidad, la clave de nuestro éxito es el conjunto de productos y servicios que ofrecemos.

A nivel nacional estamos cubiertos. Prestamos servicio en todos los rincones de España, bien con servicio técnico propio, bien con servicio técnico oficial colaborador. Al final, este crecimiento hay que acompasarlo con recursos humanos adicionales, como es el caso del incremento de la capacidad de producción. Esto es necesario, sin duda.

Esto varia de año en año. Podríamos decir, como aproximación, que la renovación es el grueso de las operaciones, entre el 60 y el 70% de las operaciones que cerramos. El resto, alrededor del 30%, se reparten en partes muy similares entre ampliaciones e inauguraciones.

A nivel de ventas de repuestos y químicos, la zona de costa ha tenido mucha actividad. Ha debido producirse un éxodo muy importante debido al rigor del verano que hemos tenido en junio y julio, y se ha notado. En cambio, en cuanto a consumibles, en el centro de la península la actividad ha estado más tranquila.

Por lo que respecta a los centros de lavado, todas las zonas están demostrando un buen comportamiento. Si tuviera que nombrar algunas, diría que las que están despuntado más durante este año están siendo la cona centro y Aragón.

Ofrecemos un valor añadido a nuestros clientes que reside en la seguridad que da nuestra maquinaria (fiabilidad y durabilidad), lo que implica una garantía de mantener el negocio operativo, lo que favorece la solidez económica recurrente, ofreciendo altas prestaciones y sin interrupciones. Por otro lado, el reconocimiento de la marca es siempre un plus de garantía frente al operador y al usuario.

Por otro lado, utilizamos componentes de primerísima calidad en la fabricación del equipamiento de lavado, apostando claramente por la digitalización y el cuidado del medio ambiente. A nivel técnico, nuestro rack/monoblock es muy accesible, lo que es una ventaja a la hora de reponer los consumibles o a la de realizar labores de mantenimiento preventivo. Además, utilizamos siempre acero inoxidable, que aporta una gran durabilidad a nuestros equipos. Finalmente, creo que el trato personalizado que ofrecemos a cada cliente, la orientación técnica que ofrecemos a cada uno de ellos para aconsejarle cuál es el equipamiento más adecuado para su instalación teniendo en cuenta los factores que rodean su negocio, es fundamental.

Añadir que personalizamos cada una de las instalaciones que suministramos, porque nuestros equipos son un traje a medida, nos ajustamos a las características de cada parcela, a los programas que desee cada propietario y a las prestaciones que mejor se adaptan a la clientela de la zona.

“Tenemos un gran servicio de asistencia técnica, el equipo humano de fabricación es muy profesional, el equipo comercial está muy preparado, dando seguimiento a los presupuestos presentados (...) todo el equipo de Lavarte es responsable de los buenos resultados”