Repsol invertirá 2.549 millones hasta 2030 para impulsar el hidrógeno renovable
Repsol presentó el 14 de octubre su estrategia en hidrógeno renovable, una hoja de ruta que tiene por objetivo liderar el mercado de este vector energético en la Península Ibérica y situarse como tercer productor en Europa, donde en la actualidad copa el 5% del consumo actual del continente. El director de Hidrógeno de la compañía, Tomás Malango, repasó en rueda de prensa los proyectos e iniciativas que la multienergética impulsará en toda la cadena de valor del hidrógeno renovable, con una inversión prevista de 2.549 millones de euros hasta 2030.
En su exposición, Malango remarcó que Repsol está transformado sus complejos industriales ubicados en la Península Ibérica para convertirlos en ‘hubs’ multienergéticos en los que se aplicarán criterios de la economía circular, puesto que en ellos transformarán diversos residuos para elaborar ecocombustibles y combustibles sintéticos, así como hidrógeno renovable con un enfoque multitecnológico, ya que prevé recurrir a la electrólisis y al biogás para generar la energía necesaria para la obtención del mismo. Asimismo, la compañía está desarrollando una tecnología de fotoelectrocatálisis en colaboración con Enagás.
Malango afirmó que Repsol, el primer productor y consumidor de hidrógeno de España, lleva más de una década investigando sobre la fotoelectrocatálisis, “cuya principal ventaja frente a las soluciones actuales es que sólo es necesario contar con agua y la luz del sol como materias primas para producir hidrógeno 100% renovable”. En 2018 Repsol incorporó al proyecto a Enagás “con el objetivo de acelerar el desarrollo y escalado de la tecnología”. En la actualidad, ambas empresas cuentan con una planta piloto en el centro de investigación Repsol Technology Lab, ubicado en la localidad madrileña de Móstoles, que está generando gas renovable.
La fotoelectrocatálisis, explicaron fuentes de Repsol en una nota de prensa, permite la ruptura de la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno renovable en un solo paso, directamente a partir de la radiación solar y sin necesidad de conectar los dispositivos a una fuente de energía eléctrica. Malango destacó que la multienergética impulsa desde 2010 Sunrgyze, un proyecto que se está desarrollando desde 2010 en el Technology Lab de Repsol en Móstoles, Madrid y que ya está produciendo 100 litros diarios de hidrógeno renovable.
Otro de los datos compartidos por Malango en su exposición fue que el 90% del hidrógeno consumido en España se usa en el sector industrial como materia prima en el refino, en la producción de amoníaco, en la industria del acero y en la química. Este reparto de la demanda es sobre el que se basan las autoridades comunitarias para considerar en primer lugar el despliegue del hidrógeno renovable en la industria y en aquellos sectores que no tienen en la electrificación una alternativa a corto y medio plazo para alcanzar la descarbonización.
Por lo que respecta a la movilidad, el hidrógeno se utiliza en la producción de combustibles. Así, se usa para eliminar el azufre en combustibles tradicionales y es “esencial en la producción de combustibles líquidos con baja huella de carbono, como los biocombustibles y los combustibles sintéticos”, señaló Malango.
La ventaja de estos productos frente a otras opciones, destacan desde la compañía presidida por Antonio Brufau, es que sus prestaciones son similares a los combustibles tradicionales y pueden ser utilizados en los actuales motores de combustión interna montados en los automóviles, camiones, aviones y barcos “sin necesidad de realizar modificaciones, empleando además la red de distribución logística y de suministro ya establecida”.
En opinión de Tomás Malango, “la combinación de biocombustibles avanzados, combustibles sintéticos e hidrógeno renovable es la opción tecnológica más competitiva para superar los desafíos de la descarbonización en sectores donde actualmente la electrificación no es viable”. En este sentido, Repsol se ha marcado el objetivo de instalar, al menos, doce hidrogeneras en 2025 para así proporcionar “la más completa oferta de soluciones energéticas sostenibles en torno a la movilidad”, lo que otorgará a la compañía “ventajas competitivas y una propuesta de valor única para sus clientes”.
Respecto a la aplicación del hidrógeno a la movilidad, Malango considera que se llevará a cabo antes en el transporte ferroviario, en particular en aquellas líneas de la red secundaria que no han sido electrificadas. En este sentido, fuentes de Repsol recordaron el acuerdo alcanzado con Talgo para colaborar en el impulso del tren de hidrógeno en la Península Ibérica y gracias al cual la compañía multienergética aportaría su infraestructura logística para abastecer de hidrógeno renovable la red ferroviaria.
En cuanto a la movilidad por carretera, Malango auguró que el hidrógeno se aplicará antes en camiones y autobuses, en los que, desde el punto de vista de la eficiencia, es menos adecuado aplicar baterías eléctricas.
España, apunta desde Repsol, “se encuentra en una situación de privilegio frente a otros países para capturar la oportunidad que genera la nueva economía del hidrógeno renovable gracias a la gran disponibilidad de recursos solares y eólicos, así como a la capacidad de adaptación de la propia industria a una nueva economía en torno a la cadena de valor del hidrógeno”. La empresa, “consciente de esta situación y de sus propias fortalezas como compañía multienergética industrial, tractora de empleo e inversión, está abanderando importantes iniciativas regionales para impulsar la creación de clústeres de hidrógeno, donde el objetivo es acoplar la capacidad de producción a las necesidades de la industria circundante y de nueva creación, además de diversificar los usos del hidrógeno renovable, de manera que el ecosistema sea lo más eficiente posible, tanto en costes de producción como de transformación y logísticos”.
Respecto a los electrolizadores, Malango aseguró que su producción debe crecer un 200% para pdoer atender los proyectos previstos y, además, mejorar así tanto su tecnología como su escalabilidad, incrementando así su rendimiento y reduciendo sus costes.
La estrategia presentada por Repsol “se encuentra perfectamente alineada con los objetivos marcados tanto por la Unión Europea como por el Gobierno de España”. Así, la ‘Fuel Cells and Hydrogen Joint Undertaking’, una iniciativa público-privada que actúa como herramienta de la Comisión Europea para promover la investigación y el desarrollo de tecnologías de hidrógeno y pilas de combustible en Europa, ha marcado como objetivo alcanzar la capacidad de 40 GW y multiplicar por siete su presencia actual en el ‘mix’ energético, hasta el 13% en 2050.
Además, el reciente paquete regulatorio lanzado por la UE, ‘Fit for 55’, apoya el despliegue del hidrógeno renovable con el establecimiento de cuotas mínimas de uso en 2030 (al menos un 50% en la industria, cuota del 2,6% en combustibles renovables de origen no biológico y del 0,7% en combustibles sintéticos para aviación).
En España, el objetivo marcado por la Hoja de Ruta del Hidrógeno publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en octubre de 2020 apunta hacia los 4 GW de capacidad instalada en 2030, para lo que el Gobierno financiará su desarrollo con 1.550 millones de euros procedentes de los fondos ‘Next Generation’ hasta el año 2024. Repsol, que está en condiciones de suministrar hidrógenos renovable en 2022, aspira a aportar 1,5 GW de esos cuatro, afirmó Malango.
Para alcanzar dichos objetivos, apuntan desde Repsol, será necesaria la colaboración público-privada “para poner en marcha grandes proyectos industriales en toda la cadena de valor del hidrógeno renovable –como los que propone Repsol– y un marco jurídico estable y favorable para el desarrollo de las iniciativas intensivas en capital”.
Acuerdo con edp
Por otra parte, Repsol y edp han formalizado una alianza para promover conjuntamente la producción de hidrógeno renovable en la Península Ibérica. El acuerdo, hecho público el 14 de octubre, contempla, “en una primera fase, tres oportunidades de inversión en distintos emplazamientos”.
Repsol, explicaron desde la multinacional española, liderará el proyecto localizado en el País Vasco, cuyo objetivo es instalar un electrolizador a gran escala dentro de la iniciativa del Corredor Vasco del Hidrógeno. Por su parte, edp liderará un proyecto en Asturias con el que se pretende crear un Valle del Hidrógeno en esta comunidad autónoma, así como un proyecto en Sines (Portugal), aprovechando las sinergias entre las operaciones de Repsol en su complejo petroquímico –como potencial usuario de gas renovable– y edp como proveedor de energía. Con este acuerdo “ambas compañías ponen de manifiesto, una vez más, la importancia de la colaboración, tanto entre entidades públicas como privadas, para afrontar con éxito y rapidez la transición energética”.
Según Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, "este acuerdo reunirá las capacidades complementarias de dos grandes empresas para acelerar la descarbonización de las economías española y portuguesa. Las sinergias y la voluntad de crear valor en la producción y comercialización de hidrógeno reno-
vable ayudarán a desarrollar un mercado emergente que aún tiene retos tecnológicos y regulatorios".
Malango, quien señaló que además de financiación es necesario el impulso de habilitadores legislativos que den seguridad jurídica a las inversiones previstas, reiteró que la apuesta de Repsol por el hidrógeno renovable es estratégica