La legislación de la transición energética: cal y arena para el refino
Andreu Puñet, director general de AOP
03/06/2021El Congreso de los Diputados aprobó el pasado mes de mayo la tan anunciada Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Sin duda se trata de un avance legislativo histórico para España que marca unos objetivos mínimos de reducción de emisiones de CO2 y establece el marco regulatorio necesario para descarbonizar la economía. A la industria del refino español, la norma le da una de cal y otra de arena: el artículo 13 reconoce la importancia de los ecocombustibles en el transporte, sea marítimo, aéreo o por carretera, pero el artículo 14 supone una apuesta de facto por la electrificación total de la modalidad ligera del transporte al mantener la prohibición de venta de vehículos con tubo de escape más allá de 2040.
Con esta regulación, el sector petrolífero español no puede asegurar la continuidad de los 200.000 puestos de trabajo que en la actualidad genera, ni mucho menos garantizar la creación de más empleo de calidad que prometía nuestra Estrategia para la Evolución hacia los Ecocombustibles. Las posibilidades de inversión del refino en su transición energética quedan restringidas por la Ley al limitar el mercado de nuestros productos.
El largo plazo no es el único horizonte que afecta al desarrollo industrial de nuestro país. En el corto plazo y tal como expone la Alianza para la Competitividad de la Industria Española, el Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico supondrá un coste de 2.650 millones de euros para la industria española. Además, el anuncio de mayores presiones fiscales para el diésel y la circulación de los vehículos (vía peajes o impuesto de matriculación), añade otra dificultad más a la recuperación económica.
Dentro de los avances del marco normativo, el Gobierno ha iniciado también la tramitación de la Ley de Residuos, que impulsará la economía circular y permitirá a nuestro sector el desarrollo de biocombustibles de segunda generación a partir de los residuos de las ciudades y la actividad agraria.
El sector del refino sigue trabajando en la reducción de emisiones de sus productos y procesos y lo seguirá haciendo dentro de los límites que permita el marco regulatorio.