Brufau destaca la importancia de luchar contra el cambio climático y trabajar en un modelo energético más sostenible

El viernes 19 de mayo Repsol celebró en Madrid su Junta General de Accionistas 2017, en la que el presidente de la compañía, Antonio Brufau, y el consejero delegado, Josu Jon Imaz, presentaron las principales magnitudes del ejercicio 2016 y la evolución de los primeros meses de 2017. En su intervención Brufau subrayó la importancia de luchar contra el cambio climático y trabajar en un modelo energético más sostenible, un “gran reto” que es “global”.

En este sentido, el presidente de la compañía energética destacó el esfuerzo que Repsol está desarrollando en este campo y su compromiso con el nuevo modelo de transición energética. Asimismo, añadió que se trata “de un gran reto global en el que todos los agentes deben exigirse eficiencia y rigor científico”.

El éxito de este reto se asentará “en nuestra capacidad de adoptar medidas que sean eficaces y económicamente sostenibles”, dijo Brufau, quien se mostró partidario de establecer medidas “que aumenten el ahorro y la eficiencia energética, como la renovación del parque automovilístico y el fomento de la economía colaborativa”.

El presidente de la multinacional energética aseguró que el sector del petróleo y el gas “hace ya mucho tiempo que decidió formar parte de la solución del problema energético y del cambio climático”. “Lo estamos demostrando haciendo evolucionar nuestra industria hacia la sostenibilidad”, explicó en referencia a Repsol, un esfuerzo que se concreta “a través de una apuesta por la tecnología y la innovación”, informaron fuentes de la compañía.

Por su parte, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, expuso ante los accionistas los resultados del ejercicio 2016 y del primer trimestre de 2017, así como los principales hitos logrados por la compañía durante ambos periodos.

Imaz calificó el ejercicio de “retador” tanto para Repsol como para el sector, debido a la volatilidad de los mercados y a los bajos precios del crudo y del gas. En este contexto, añaden desde la multinacional, “la compañía ha sido capaz de crear valor y seguir generando caja”.

Imaz recordó que Repsol parte de una nueva dimensión y perfil tras haber acometido “una operación transformadora de crecimiento con la incorporación de Talisman, que le ha otorgado un alto grado de flexibilidad para tomar decisiones, con una cartera de activos de alta calidad y focalizada en países de la OCDE, de mayor estabilidad”.

“El año 2016 ha sido clave en el desarrollo de nuestro Plan Estratégico y los avances han sido muy relevantes”, apuntó Imaz, quien añadió que todos los esfuerzos de la compañía “van a continuar enfocados durante el año 2017 y siguientes en mantener una caja positiva en el entorno de los 40 dólares por barril”. Todo ello, agregó, con una producción objetivo situada en la franja de los 700.000 barriles/día y una capacidad de refino de un millón de barriles diarios.

Imaz avanzó que en el primer semestre de 2018 se presentará una actualización del Plan Estratégico y concluyó que “Repsol es hoy una compañía más fuerte, más ágil y competitiva, con un modelo altamente integrado, más eficiente, con un portafolio optimizado, con mayores capacidades técnicas y tecnológicas, y comprometida con el cambio climático y los retos que nos plantea”.

Imaz presentó los resultados del pasado ejercicio, en el que Repsol alcanzó un resultado neto de 1.736 millones de euros, el mayor de los últimos cuatro años, “gracias a la fortaleza y flexibilidad mostrada por los negocios, especialmente tras la adquisición de Talisman, y a la eficacia del programa de actuación puesto en marcha para contrarrestar la caída de los precios de las materias primas de referencia”, apuntaron fuentes de la compañía.

La buena salud de los negocios de Repsol se vio reflejada en el EBITDA, que alcanzó los 5.226 millones de euros, un 18% superior al obtenido en el ejercicio anterior, apoyado en los ahorros derivados de los programas de eficiencia.

La capacidad de los negocios y el éxito de las medidas aplicadas (eficiencia, gestión de cartera y sinergias) permitieron reducir la deuda neta de la compañía en 3.790 millones de euros, un 32%, situándola al cierre del ejercicio 2016 en 8.144 millones de euros.

La compañía cerró el pasado año con una producción media de 690.200 barriles equivalentes de petróleo diarios, un 23% más que lo producido en 2015. Durante 2016, la acción de Repsol se revalorizó en bolsa un 33%, lo que supone una de las mayores subidas entre sus comparables europeas y del IBEX35.

Durante su intervención, el consejero delegado de Repsol repasó los resultados obtenidos durante el primer trimestre de 2017, en el que la compañía continuó gestionado un entorno de bajos precios del petróleo y el gas.

Repsol alcanzó un beneficio neto de 689 millones de euros en el primer trimestre de 2017, un 59% superior a los 434 millones de euros obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior, impulsada por los planes implantados para aumentar la resiliencia y flexibilidad de su actividad en el actual escenario de precios deprimidos del petróleo y el gas.

Los proyectos en curso del programa de sinergias y eficiencias materializaron y contabilizaron en el primer trimestre más de 500 millones de euros del objetivo establecido para 2017. Se espera que este año el programa aporte un total de 2.100 millones de euros.

La producción media del trimestre fue de 693.400 barriles equivalentes de petróleo al día, superior a la obtenida al cierre del año 2016 e impulsada por la aportación de Reino Unido, Libia y Brasil.

La Junta de Accionistas dio su visto bueno a la incorporación como consejeros externos independientes de María Teresa Ballester Fornés; Isabel Torremocha Ferrezuelo y Mariano Marzo Carpio, en sustitución de Javier Echenique Landiríbar; María Isabel Gabarró Miquel y Henri Philippe Reichstul.

Asimismo, aprobó la reelección como consejeros de Rene Dahan; Manuel Manrique Cecilia y Luis Suárez de Lezo Mantilla, así como la ratificación del nombramiento por cooptación y reelección de Antonio Massanell Lavilla.

También dio luz verde a una retribución equivalente a unos 0,45 euros brutos por acción, a través del Programa “Repsol Dividendo Flexible” y en sustitución del dividendo complementario del ejercicio 2016. Esta retribución se suma a la que la compañía aprobó, como parte del mismo programa y en sustitución del tradicional dividendo a cuenta de 2016, por un importe equivalente a unos 0,35 euros brutos por acción.

Finalmente, La Junta de Accionistas aprobó las cuentas anuales y la aplicación de los resultados correspondientes al ejercicio 2016, así como el nombramiento de PricewaterhouseCoopers como auditor de la compañía para los ejercicios 2018, 2019 y 2020.