Dice que Soria no ha seguido "ni una sola" de sus recomendaciones

El presidente de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), Joaquín María Bernaldo de Quirós, ha reprochado al Gobierno -y más concretamente al Ministerio de Industria-, que no haya seguido ni una sola de las 23 recomendaciones "muy concretas" que el organismo realizó en octubre del año pasado con el objetivo de incrementar la competencia en el sector de los carburantes y reducir así el precio de la gasolina y el gasóleo.

Durante su comparecencia anual en el Congreso de los Diputados, el presidente de la CNC ha recordado que las medidas que propuso hace casi cuatro meses pretendían limitar los márgenes crecientes de las petroleras y bajar de ese modo los precios de venta al público de los carburantes, que aumentaron en 2012 pese a la caída del consumo y a la estabilización del precio del petróleo.

Después de las vacaciones estivales, los ministerios de Economía e Industria encargaron a la CNC y a la Comisión Nacional de la Energía sendos informes sobre el funcionamiento del mercado de distribución de carburantes con el objetivo de detectar posibles anomalías y corregirlas para evitar que la tendencia alcista en los surtidores impulsara el IPC por encima de lo previsto y obligara al Gobierno a pagar un sobrecoste "inasumible" para las arcas públicas a la hora de actualizar las pensiones.

Tanto la CNE como la CNC publicaron sus respectivos informes, en los que ambos organismos coincidían en señalar el escaso grado de competencia existente en el sector. En concreto, el documento elaborado por la Comisión Nacional de la Competencia (consúltalo en pdf aquí) denunciaba que los márgenes de las petroleras se habían disparado un 20% desde que comenzara la crisis, en lo que a todas luces parece ser una estrategia para mantener los ingresos pese al desplome de la demanda.

Después de que los dos entes publicaran sus estudios, el ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció que modificaría la legislación vigente con el objetivo de introducir en ella las recomendaciones sugeridas por CNC y CNE. Sin embargo, Soria había pedido a las petroleras un esfuerzo para contener la escalada de los precios de los carburantes y los operadores "pasaron por el aro", como evidencia la reducción de los precios antes de impuestos que se registró entre septiembre y noviembre.

El titular de Industria consideró que un acuerdo "por las buenas" podía ser más ventajoso y efectivo que una serie de cambios normativos, máxime teniendo en cuenta el exiguo plazo con el que podía jugar el Gobierno para conseguir una contención del IPC (la inflación de noviembre es la que se toma en cuenta a la hora de actualizar las pensiones, a pesar de que el Ejecutivo finalmente las congeló).

El hecho de que Soria optara por la vía del diálogo hizo que el Gobierno no se planteara la adopción de las medidas propuestas por la CNC. Sin embargo, a partir de noviembre los precios de los carburantes volvieron a dispararse, hasta alcanzar sus máximos en Nochevieja, tal y como denunció en su día la CNE.

En vista de que el esfuerzo de las petroleras fue pasajero, José Manuel Soria las advirtió de que si los precios no evolucionaban en la senda "deseable", el Ministerio de Industria procedería a introducir cambios en la Ley de Hidrocarburos, cuya modificación "ya está muy avanzada". Sin embargo, esas reformas no han cristalizado aún y el presidente de la CNC se ha encargado de recordárselo al Gobierno.

Joaquín García Bernaldo de Quirós se ha referido expresamente a las 23 recomendaciones que hizo en octubre la CNC y ha hecho hincapié en que "hasta el día de hoy ninguna de esas medidas se ha puesto en práctica".

El estudio de la Comisión Nacional de la Competencia ponía el acento en el poder casi absoluto con el que Repsol, Cepsa y BP controlan el mercado del carburante en España, que, en opinión de la CNC, es un sector "cerrado" en el que los principales operadores impiden la entrada de nuevos actores, tanto en el segmento mayorista -con CLH controlada por las petroleras dominantes-, como en el minorista, con las tres petroleras anteriormente citadas copando alrededor del 70% del mercado.

En lo que a la distribución al por menor se refiere, el ente supervisor propuso en octubre reducir la duración de los contratos de suministro en exclusiva que ligan a las estaciones de servicio con las petroleras. Además, pidió a Industria que estableciera la prohibición de recomendaciones de precios de venta al público en las estaciones de servicio por parte de los operadores que abanderan las gasolineras.

La CNC sugirió además incorporar medidas de fomento de la transparencia para reforzar la capacidad de los consumidores de comparar entre estaciones de servicio y estimular la competencia entre ellas. Más concretamente, el organismo presidido por Joaquín García Bernaldo de Quirós propuso elaborar y publicar rankings de las estaciones de servicio más baratas en la última semana, el último mes o el último año, en entornos locales.

En los últimos cuatro años, la Comisión Nacional de la Competencia ha elaborado cuatro informes sobre el sector de carburantes de automoción, dos de ellos con el PSOE en el poder y otros dos con Mariano Rajoy ya de inquilino en La Moncloa. Ninguno de los dos gobiernos ha puesto en práctica ni una sola de las recomendaciones propuestas por la CNC.