AEE considera que si se aprueban nuevos impuestos energéticos no deben ser discriminatorios
11 de julio de 2012
El eólico es un sector con una rentabilidad muy ajustada y una mayor presión fiscal supondría problemas para que las empresas hiciesen frente a sus pagos, entre ellos los financieros. Las compañías eólicas han hecho un fuerte esfuerzo inversor en los últimos años, lo que ha supuesto un elevado nivel de endeudamiento, y sus activos aún no están amortizados. Además, la eólica es la tecnología que soporta un mayor número de gravámenes de carácter local y autonómico (cánones medioambientales, ICIOS, BICES, impuesto sobre transmisiones patrimoniales, etcétera), que cada vez ahogan más al sector y amenazan su supervivencia.
AEE considera que cualquier medida que el Gobierno adopte debe cumplir el principio básico de seguridad jurídica para garantizar la credibilidad y confianza de los inversores nacionales e internacionales.