Ningún material tiene valor si no está convenientemente preparado

La Asociación Española de Gestores de Biomasas de Madera Recuperadas, Aserma, es la asociación empresarial representante de las empresas que realizan la gestión y logística de biomasas de madera recuperadas de toda España. Aserma como asociación se creó hace trece años aunque evidentemente la actividad que representa existía desde mucho antes y gran parte de estas empresas trabajaban gestionando biomasas de madera desde décadas atrás.

Es un sector maduro tanto en cuanto a procesos como a materiales lo que se refleja en la alta especialización y profesionalidad que han alcanzado sus empresas. Sin ellas no habría valor para muchos flujos de biomasas de madera recuperadas.

A lo largo de estos trece años el sector ha ido cambiando bastante y muchas de ellas tuvieron que incorporar la gestión de otros materiales para poder ofrecer un servicio integral. La actividad de las empresas gestoras no es sencilla ya que aunque existe una extensa legislación obligatoria de carácter medioambiental, ésta no siempre se cumple. Se ha de tener claro que las empresas gestoras realizan un servicio a empresas obligadas por ley a ser responsables con sus materiales una vez acabada la vida útil de los mismos; estas últimas pueden encargarse directamente de la gestión o hacerlo a través de una empresa externa y es en este caso cuando intervienen los gestores.

Quizá con la expectativa que generó la biomasa para usos energéticos muchos clientes pensaron que sus materiales tenían valor per se y entendían que la actividad de recuperación era sencilla. Pero la realidad es que ningún material tiene valor si no es convenientemente preparado por la empresa gestora.

Foto: Radovan Uhler.

Evidentemente si una empresa da un servicio éste tiene un coste, máxime cuando, en muchos casos, se han separar convenientemente los distintos flujos. Los materiales no separados en origen, mezclados sin control, y no cumpliendo unas especificaciones no tienen valor. El cliente ha de entender que igual que separa en su hogar el cartón de los envases, en su empresa se han de separar los distintos flujos; en caso contrario el coste será mayor o será basura sin calidad. En relación con las Administraciones sucede lo mismo; existen muchas empresas que trabajan para ellas a través de ecoparques o puntos limpios; en algunos casos las Administraciones realizan una primera fase de la actividad, como es la recogida, y subcontratan después al gestor pero en todos los casos han de tener en cuenta que de la calidad de la entrega de los materiales dependerá mucho el coste. Por ejemplo al compactar los materiales se ha de tener cuidado ya que luego si lo que se busca es separarlos el gestor le va a resultar muy difícil.

La recogida de forma selectiva es muy importante para economizar procesos: si se juntan fracciones que luego se han de separar para que tengan valor estamos duplicando el proceso y haciéndolo poco sostenible desde cualquier punto de vista (medioambiental, económico, etc.). Un vez que la empresa gestora recibe los materiales empieza la fase más importante que es darles calidad separando y preparándolos convenientemente según la salida que se les vaya a dar ya que las exigencias serán distintas en cada caso. La labor del gestor permite que pueda ser utilizado como materia prima, combustible o producto dependiendo del sector de salida al que vaya dirigido; este servicio, unido al servicio de entrada, permite al gestor cubrir los costes de todo el proceso y obtener un beneficio.

Con la mencionada expectativa que generó la biomasa para usos energéticos muchos pensaron que el trabajo del gestor era sencillo sin tener en cuenta que se requieren inversiones en maquinaria, conocimiento del material con el que se va a trabajar y de sus posibles salidas a fin de elegir adecuadamente los equipos, además de la gestión de ingente cantidad de permisos y de las dificultades que suponen las diferencias entre Comunidades Autónomas. Por ejemplo si se permite quemar podas como mucho se conseguirá que las aparten y no les prendan fuego pero no será un servicio, por lo que el beneficio para el gestor dependerá del valor que alcance el material una vez preparado y también del cliente consumidor. A él se deberá repercutir, a grandes rasgos, transporte, preparación, almacenamiento y entrega lo que desequilibra la balanza y le encarece el producto.

Si el coste del vertido es bajo y se permite la entrada de materiales susceptibles de ser aprovechados, no existe una razón para reciclarlos, recuperarlos o valorizarlos y se pierde por lo tanto la oportunidad de aprovechar un recurso que tenemos. El vertedero siempre ha de ser la última opción, de lo contrario el trabajo de todas las empresas que gestionan materiales no tendría sentido.

Por otra parte ese abandono del vertido ha de ir acompañado de medidas que potencien otros usos y es allí donde cobra fuerza la experiencia y la labor de las empresas asociadas a Aserma. Además muchas de ellas se han especializado como otra línea de su actividad, en la producción de combustibles específicos como son los CSR (Combustibles Sólidos Recuperados) lo que permite a varios sectores sustituir los combustibles tradicionales por otros alternativos y conseguir la reducción de emisiones de CO₂ gracias a la presencia de biomasa en los mismos. En definitiva, la labor del gestor de biomasas de madera recuperadas es compleja y ha de estar en manos de empresas profesionales que cumplan a nivel técnico y medioambiental, pero también requiere de una mayor concienciación por parte de los clientes (privados y públicos), si no esa cadena antes explicada se desequilibra y en muchos casos puede llegar a romperse.