Urge incrementar las instalaciones eólicas para alcanzar los objetivos de 2030
La Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha presentado el Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España, elaborado junto a Deloitte, donde se destaca el papel crucial de la energía eólica como motor económico y su potencial para consolidarse como una tecnología vertebral en el progreso socioeconómico del país. Sin embargo, el informe también lanza una advertencia: el ritmo actual de instalación de nueva potencia eólica está muy lejos de lo necesario para cumplir los objetivos climáticos y energéticos marcados para 2030. Así lo expusieron en rueda de prensa la presidenta de la asociación, Rocío Sicre, y el director general, Juan Virgilio Márquez.
Un motor económico en cifras
El sector eólico generó 62.594 gigavatios hora (GWh) en 2023, contribuyendo con 3.791 millones de euros al Producto Interior Bruto (PIB) español, de los cuales 2.434 millones correspondieron a contribuciones directas y 1.357 millones a indirectas. Además, empleó a 35.741 personas, con 19.421 empleos directos y 16.320 indirectos. En el ámbito internacional, las exportaciones alcanzaron los 1.970 millones de euros, situando a España como un actor clave en el mercado global.
Desde el punto de vista medioambiental, la energía eólica permitió un ahorro en la importación de combustibles fósiles equivalente a 12 millones de toneladas de petróleo, valoradas en 3.697 millones de euros, y evitó la emisión de 32,8 millones de toneladas de CO2. Asimismo, se registraron ahorros de 4.685 millones de euros para los consumidores españoles gracias al efecto reductor de la eólica en el precio de la electricidad.
Despliegue territorial
La energía eólica también juega un papel relevante en la España vaciada, contribuyendo a fijar población en zonas rurales gracias a la generación de empleo y actividad económica. En provincias como Albacete y Zaragoza, más del 80% de la población vive en municipios con parques eólicos, lo que evidencia su impacto socioeconómico positivo.
Los desafíos del sector
El informe destaca varios obstáculos que amenazan el desarrollo del sector eólico. La falta de un marco normativo claro y armonizado a nivel estatal es uno de los principales problemas. La AEE urge a la trasposición del concepto de 'Interés Público Superior' desde la normativa europea para homogeneizar criterios autonómicos y desbloquear proyectos paralizados por barreras administrativas o conflictos locales.
La electrificación de sectores clave es otra asignatura pendiente. Según el informe, es necesario orientar los instrumentos públicos hacia un crecimiento acelerado de la demanda eléctrica, estrechamente vinculada a la transición energética y el desarrollo industrial. Además, aunque España cuenta con el 100% de la cadena de valor eólica, compuesta por 287 centros industriales distribuidos en 16 comunidades autónomas, el sector enfrenta amenazas externas y pide una política industrial ambiciosa para salvaguardar su competitividad frente a terceros mercados.
Otro punto crítico es el desarrollo de la eólica marina flotante. La AEE considera urgente establecer un marco normativo completo y lanzar la primera subasta en 2025 para evitar perder oportunidades industriales clave. Asimismo, la repotenciación de parques eólicos existentes se plantea como una prioridad nacional, aunque debe incentivarse sin imponer condiciones que desincentiven la inversión.
La aceptación social sigue siendo otro de los problemas a los que se pueden enfrentar a la hora de planificar un proyecto. Por tanto, el diálogo con las comunidades locales es fundamental para superar la oposición social que, “aunque minoritaria y acrecentado los últimos años por condicionante ideológicos” puede retrasar la construcción de nuevos parques. La AEE subraya la necesidad de trabajar con antelación, sensibilización y transparencia para generar confianza y apoyo en los territorios.