GeoNovatek resuelve la inclinación de un depósito de gas utilizando herramientas certificadas ATEX
Solucionar el hundimiento del suelo en cualquier escenario no es una empresa fácil. A la complejidad del trabajo en cuestión, también hay que sumarle las condiciones y circunstancias del escenario en el que se desempeña el trabajo: tener que maniobrar en espacios estrechos, otros con mucha humedad e, incluso, algunos en los que es necesario actuar con precaución y con las herramientas adecuadas para que no se produzcan explosiones. Este último es el caso que ha enfrentado GeoNovatek, una obra cuyo objetivo era resolver la inclinación de un depósito de gas natural licuado que se sitúa en una zona ATEX.
Asimismo, el depósito estaba anclado a una losa de hormigón de 40 cm de grosor, en la cual aparecieron una serie de grietas que llamaron la atención. La cimentación estaba compuesta por una losa del depósito de 45cm armada y una losa de gasificadores de 35cm armada. Teniendo en cuenta esta coyuntura, GeoNovatek decidió llevar a cabo un recalce de la cimentación con elevación y consolidación del terreno.
Técnica Lift Pile, el método para recalzar y elevar la cimentación
Se realiza una perforación de 65 mm de diámetro que traspasa de forma íntegra la cimentación. Tras esto, se forman los anclajes para el pistón de hinca. Mediante la perforación realizada al principio, se lleva a cabo la hinca de los elementos que componen el micropilote. Estos miden 1 m de longitud y se hincan en profundidad dentro del terreno, como consecuencia de la presión ejercida por un pistón hidráulico. El pistón inserta un manómetro que muestra la presión necesaria para que los micropilotes de acero se hundan en el terreno, además de comprobar la capacidad portante de cada uno.
Una vez que el micropilote encuentra una formación geotécnica que resiste la fuerza de hincado, se interrumpe esta acción al considerarse que el micropilote ha llegado a su tope. El siguiente paso es introducir el dispositivo de precarga regulable en la parte superior del micropilote para, a continuación, accionar el dispositivo de precarga con un atornillador dinamométrico, hasta el nivel de elevación que se desea. Finalmente, se une el micropilote a la cimentación a través del vertido de un mortero fluido de alta resistencia tipo BASF Masterflow 765.
Consolidación del terreno mediante el empleo de la resina HDR300
Para ello, se realizan varias perforaciones de entre 10 y 26 mm de diámetro, que atraviesan la losa. Tras esto, se insertan una o varias cánulas metálicas en cada una de dichas perforaciones, a través de las cuales se realizan las inyecciones de resina HDR300 justo debajo del plano de apoyo de la losa, que, con motivo de una reacción química, se expande hasta llegar a un estado sólido. Después de solidificarse, la resina rellena todas las oquedades y crea un estrato entre la cimentación y el terreno de elevada resistencia a la compresión.
Por lo tanto, el empleo de dos técnicas eficaces como la resina HDR300 y el sistema Lift Pile® solucionó la inclinación de este depósito de gas en una zona ATEX, un emplazamiento sensible en el que era necesario actuar con las herramientas adecuadas para prevenir explosiones.