El sector termosolar utiliza más de un 75% de componentes ‘made in Spain’
1 de septiembre de 2011
En tan sólo tres años, los que median entre 2008 y 2011, las centrales termosolares han pasado de utilizar elementos fabricados en un 50% en el extranjero a tan sólo un 20/25 %, un dato suficientemente ilustrativo de los avances que en I+D+i ha realizado la industria española y, por ende, su liderazgo mundial en el sector, por contraste con otros de la economía nacional, según datos publicados por Protermosolar. En realidad es más espectacular porque ese 50 % se aplicaba, en todo caso, a una cantidad muy pequeña de elementos mientras que el 75 % se aplica a mucha mayor cantidad.
En líneas generales, los costes de una central termosolar se reparten a razón de un 50% para el campo solar, un 15% para el sistema de conversión de potencia, un 15% para el sistema de almacenamiento, un 10% para el sistema de control y sus elementos auxiliares y el 10% restante para componentes eléctricos y electrónicos.
El campo solar se fabrica íntegramente en España porque el mercado termosolar eléctrico ha tenido el suficiente poder de atracción como para que se implantara en Aznalcóllar (Sevilla) la fábrica de tubos absorbedores de la firma alemana Schott Solar, con una inversión inicial de 25 millones de euros y la creación de un centenar de puestos de trabajo. Esta empresa ha tenido las mismas ayudas que cualquier otro sector industrial en regiones declaradas Objetivo 1 de la Unión Europea y ha permitido trasvasar tecnología que hasta ahora sólo se había desarrollado en países como Alemania, Estados Unidos y Japón y generar empleo en una zona deprimida y necesitada de un nuevo modelo económico tras la catástrofe ecológica que supuso el vertido tóxico de Boliden, el cual significó el fin de la minería en Aznalcóllar. Esta operación, en la medida en que ha sido cofinanciada por Bruselas, no ha incrementado el déficit de la Hacienda española. Hay que reseñar que en este campo las patentes no son relevantes, porque los conceptos no se patentan.
Por otra parte, antes no se fabricaban en nuestro país espejos parabólicos, una situación que cambió hace tres años cuando la compañía Rioglass, de capital y tecnología íntegramente españoles, construyó en Asturias la factoría más avanzada del mundo en su género.
Asimismo, grupos de empresas dedicadas a la fabricación de estructuras metálicas para subsectores de la industria nacional han reconvertido sus actividades en los últimos años para fabricar componentes de los colectores solares. Igualmente, los motores con que se mueven los espejos de los campos solares se fabrican íntegramente en España, y la industria nacional suministra el 100% del cableado eléctrico de las centrales termosolares a partir de materia prima que incluso pueden adquirir en nuestro territorio, ya que la mina de Las Cruces, en la provincia de Sevilla, es el mayor yacimiento de mineral de cobre a cielo abierto de Europa y su complejo industrial produce cobre con una pureza del 99,999 %. Una central termosolar precisa de entre 200 y 300 toneladas de cobre en el cableado subterráneo que incorpora.