Retos y desafíos del sector energético en 2024: la oportunidad de los gases renovables
Joan Batalla, presidente de Sedigas
17/01/2024“No sería descabellado proponer un objetivo mínimo vinculante de 35 TWh de biometano en la mezcla de gases para 2030”.
Por esta razón, desde Sedigas hemos abogado de manera incansable por reclamar un enfoque más ambicioso en la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para el periodo 2023-2030, ya que entendemos que los objetivos finales deben ser capaces de reflejar la capacidad real de producción de España y situarse en línea con las ambiciones europeas establecidas en las iniciativas “Fit For 55” y “REPowerEU”.
Por esta razón, valoramos con cierta inquietud la propuesta actual del PNIEC, dado que no refleja adecuadamente la capacidad potencial de producción de nuestro país -hasta 163 TWh o un 45% de la demanda nacional de gas natural- identificado en el estudio el ‘Estudio de la capacidad de producción de biometano en España’ elaborado por Sedigas en colaboración con PwC y Biovic, y presentado hace ahora justo un año. Con estas cifras en la mano, sería de todo menos descabellado proponer un objetivo mínimo vinculante de 35 TWh de biometano en la mezcla de gases para 2030, lo que pone más de relieve si cabe lo cortos que se quedan los objetivos planteados en esta revisión, de tan solo 20 TWh anuales de biogás (equivalente en términos de biometano a menos de un 1% de la demanda de gas natural).
“La inversión en el desarrollo de biometano e hidrógeno renovable no solo impulsa la sostenibilidad, sino que también promueve la creación de empleo y contribuye al desarrollo industrial, económico y social del país”.
Precisamente, y volviendo a la necesidad de un marco normativo adecuado, celebramos que se dé respuesta a demandas generalizadas por parte de todo el sector, como es el caso de la propuesta de Resolución recientemente presentada por la CNMC para establecer un procedimiento de gestión de la conexión de las plantas de producción de biometano con la infraestructura de transporte y distribución gasista.
Otro asunto al que vamos a prestar gran interés en 2024 es el debate alrededor de la descarbonización de la calefacción en los hogares, con Europa basculando hacia el lado de la electrificación mediante bombas de calor como una de las soluciones “eficientes” en detrimento de otras también sostenibles y más asequibles para la ciudadanía.
Desde Sedigas vamos a seguir haciendo pedagogía en que las diferentes soluciones tecnológicas tendrán la categoría de renovables en función del origen de la energía utilizada. En este sentido, cualquier limitación a los sistemas de calefacción de gas -calderas de condensación de alta eficiencia, perfectamente compatibles con combustibles renovables como el biometano- contravendría el principio de neutralidad tecnológica. No queda otra que seguir insistiendo en el papel que pueden desempeñar los gases renovables en una transición energética eficiente, justa y equilibrada.
Por otro lado, teniendo en cuenta que en los próximos años 5,73 millones de contadores habrán superado su vida útil máxima de 20 años, en estos meses prestaremos también atención a cualquier novedad en el despliegue de los contadores inteligentes para el control del uso del gas en los hogares y cómo su adopción de manera generalizada puede repercutir positivamente en aspectos tales como la reducción de consumos de gas natural, el aumento de la frecuencia en las lecturas o la mejora del servicio al cliente, por mencionar solo algunos de los beneficios asociados. Más aún, teniendo en cuenta que la instalación de contadores inteligentes puede contribuir a la progresiva introducción de los gases renovables, primero biometano y luego hidrógeno, en la red de distribución gasista.
Seguiremos insistiendo también en la importancia estratégica de los ciclos combinados -que el pasado mes de agosto fueron la principal fuente de generación eléctrica del país con una aportación del 21,2% del total- para garantizar la seguridad de suministro eléctrico en España. Una contribución que sigue resultando particularmente significativa en los momentos en los que las tecnologías renovables eléctricas reducen su aportación, ya que los ciclos ofrecen la flexibilidad necesaria para contrarrestar la intermitencia y la variabilidad de producción de aquellas.
En síntesis, a la hora de realizar una prospección para los próximos doce meses, todo pasa por mantener el compromiso con la promoción de iniciativas que concreten la gran oportunidad energética, económica y social que representan los gases renovables. Y esto a su vez nos lleva a concluir que la inversión en el desarrollo de biometano e hidrógeno renovable no solo impulsa la sostenibilidad, sino que también promueve la creación de empleo y contribuye al desarrollo industrial, económico y social del país.
Como conclusión, el 2024 se presenta como un momento crucial para el sector gasista en España. La colaboración entre la industria, el Gobierno y demás administraciones públicas, y el conjunto de los actores sociales es fundamental para superar los desafíos y aprovechar las oportunidades que nos ofrecen los gases renovables. Y Sedigas va a seguir trabajando para defender los intereses estratégicos del sector y contribuir a la consecución de unos objetivos climáticos y energéticos que faciliten la senda hacia un futuro más próspero, justo y sostenible para todos.