Nuevo RD por fin
31 de enero de 2011
Al fin el resultado de todo el proceso de negociación con el Ministerio ha dado el resultado esperado: la aprobación del RD que ha consolidado los acuerdos a los que llegamos en el mes de julio. No es que esto me parezca espectacular sino solo el resultado normal de un proceso lógico y razonable —que no hubiese sido necesario si no se hubiesen producido los alarmantes anuncios del Ministerio en mayo sobre la reducción de primas y horas de operación— y cuya concreción ya se estaba dilatando demasiado tiempo, causando grandes perjuicios a un sector industrial tan significativo, económica y socialmente, como el nuestro.
Hay que reconocer que las dificultades y los sobresaltos han sido muchos pero también es bueno que se sepa que el Ministerio ha cumplido con su responsabilidad y ha respondido al compromiso que contrajo con nuestro sector, manteniendo los acuerdos alcanzados a pesar de los matices sugeridos en los informes de los organismos consultivos y de las enormes presiones de los sectores convencionales para cortar el desarrollo de la termosolar.
El Ministerio ha mantenido los acuerdos a pesar de las enormes presiones de los sectores convencionales para cortar el desarrollo de la termosolar
Pero también es el momento de decir que esto es sólo una etapa y que queda mucho camino por recorrer con grandes indefiniciones de cara al futuro. Nuestras empresas tienen por delante un proceso de internacionalización prácticamente obligado en el que —todo hay que reconocerlo— lo llevado a cabo en nuestro país les ha sido fundamental toda vez que han aprendido las lecciones imprescindibles para situarse con ventaja en el ámbito internacional.
Pero esperamos todavía algo más de nuestro Gobierno: que haga honor a las declaraciones de nuestro presidente en el extranjero y se concreten sobre todo en el sentido de propiciar las mejoras tecnológicas que son necesarias con apoyos especiales a todas las tecnologías y fomentando la competitividad entre ellas, mirando el medio y largo plazo y no quedándose solo en el corto.
Confiamos en que en el ya inmediato nuevo Plan de Energías Renovables 2011-2020 se proponga como objetivo la instalación de 1.000 MW anuales a partir del 2014 en que termina el compromiso actualmente consolidado. Con ello se contribuiría a cumplir dos retos de nuestro país:
Alcanzar —y sobrepasar— el millón de empleos de los que ha hablado el presidente del Gobierno y nuestros compromisos de emisiones de GEI del protocolo de Kioto. Al mismo tiempo ganar en competitividad tecnológica y disminuir nuestra balanza de pagos en el capítulo de energías primarias convencionales.
Empresas o entidades relacionadas
Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar