La bioenergía es fundamental para descarbonizar con seguridad la economía española, europea y mundial
La bioenergía está demostrando que es capaz de soportar mejor que otras fuentes de energía - gas, gasóleo, electricidad de origen fósil y otros combustibles fósiles- los efectos de la crisis y de la inflación derivadas de la subida de los precios de los combustibles fósiles y de la guerra en Ucrania. El papel de la bioenergía en la transición energética de nuestro país es fundamental y, en especial, cuando hablamos de seguridad energética.
Así, vemos como seguimos logrando máximos históricos en la instalación de equipos de biomasa sólida para generación de energía térmica y en potencia total instalada en el sector industrial y en calefacción doméstica: tras un año récord como 2021, en el que se instalaron 75.832 dispositivos nuevos de biomasa sólida y se superaron las 512.000 unidades operativas entre estufas y calderas de pellet, astilla, hueso y otros biocombustibles, en 2022 estimamos que el número de instalaciones ha seguido creciendo al menos al mismo ritmo que en 2021, por lo que a finales de este año el parque de equipos de biomasa para usos térmicos en España habrá aumentado en otras 70.000 – 80.000 unidades.
Por otra parte, desde 2021 la leña está atrayendo la atención de muchos consumidores domésticos, fundamentalmente por su menor precio en comparación con otros biocombustibles más afectados por la actual coyuntura inflacionaria. Este renovado interés por la leña ha venido acompañado de un aumento de alrededor del 25% anual en las ventas de estufas, chimeneas, cocinas y calderas de leña modernas, según hemos averiguado gracias a los datos obtenidos por el observatorio de la biomasa; esto supone cerca de 70.000 unidades nuevas en estos dos últimos años.
También quiero destacar las buenas perspectivas del sector de las redes de calor con biomasa. Según datos recogidos por nuestro observatorio de la biomasa nos acercamos a las 500 instalaciones en funcionamiento en nuestro país y no dejan de aparecer noticias sobre ampliaciones de algunas de las redes de mayor tamaño e inicios de construcción de nuevas redes que se inaugurarán a lo largo del año 2023. Cataluña y Castilla y León son las grandes abanderadas de uno de los sistemas más eficientes de valorización energética de la biomasa para obtener energía térmica.
Pero España tiene capacidad para que la bioenergía continúe aumentando su aportación a la generación de energía renovable y sostenible tanto para usos domésticos como industriales y eléctricos. En la actualidad estamos aprovechando 4,3 millones de toneladas de biomasa, pero disponemos de millones más de toneladas de materias primas tanto forestales como agrícolas susceptibles de valorizarse y de gran cantidad de subproductos de la agroindustria.
Uno de los retos, pues, para los próximos años es lograr movilizar de forma sostenible la biomasa infrautilizada y dirigirla al sector energético, que dispone de tecnologías de valorización tanto para electricidad como para energía térmica sólidas y fiables y cadenas de suministro bien asentadas.
Por ello, el medio millón de equipos que utilizan biomasa actualmente para generar energía térmica representa un porcentaje aún pequeño, aunque nada despreciable, en comparación con su potencial de sustitución de los combustibles fósiles para cubrir una parte del 40% de la energía que se consume en España en este ámbito.
El cambio de tendencia en los precios de pellets y astilla en Europa se ha notado en el último trimestre del año, gracias a un otoño más cálido de lo normal, que está facilitando que los stocks comiencen a recuperarse, y por una menor actividad en la construcción, que ha relajado las tensiones en el acceso a la materia prima. En diciembre de 2022 hemos constatado que los precios en fábrica en España también han comenzado a bajar después de tres meses de subidas mucho más contenidas que las ocurridas a principios del año.
Los productores nacionales de pellet han trabajado al máximo este año para asegurar el suministro a sus clientes. De hecho, según nuestras primeras estimaciones para 2022 es muy posible que se supere el récord de producción de 2019, con más de 750.000 toneladas puestas en el mercado.
La rebaja del IVA para los biocombustibles sólidos como pellets, leña y briquetas al 5% ha sido una buena noticia para los consumidores y el sector empresarial, aunque se haya dado para evitar un agravio comparativo con el gas fósil.
AVEBIOM ha solicitado en reiteradas ocasiones esta rebaja del impuesto en los últimos 15 años; la última vez en septiembre, junto con otras asociaciones empresariales del sector.
A finales de 2022 el parque de equipos de biomasa para usos térmicos en España habrá aumentado en otras 70.000 – 80.000 unidades y en 2022 se habrán superado fácilmente los 15 GW instalados en el sector térmico nacional.
Esperemos que la prolongación de la rebaja del IVA durante 2023 sea un paso hacia su instauración definitiva, pues esta medida animaría a más ciudadanos a elegir la biomasa como forma de obtener energía renovable y sostenible en sus hogares y empresas.
Quiero destacar la creación a final de 2022 de la red europea de bioeconomía rural, BioRural, en la que Avebiom participa de forma muy activa y que va a facilitar que agentes clave, empresas y centros de conocimiento compartan innovaciones ya existentes en bioeconomía, detallando cómo se han puesto en práctica y cómo replicarlas; por ejemplo, cómo gasificar el alperujo para lograr la autosuficiencia energética en las almazaras o cómo fabricar pajitas de refresco a partir de la paja de cereal.
En cuanto a los gases renovables, en 2022 hemos visto como el biogás, el biometano o el hidrógeno verde han obtenido una visibilidad jamás conocida anteriormente por este sector, clave para reducir emisiones y obtener múltiples productos en el ámbito de la bioeconomía.
España podría estar generando 45 TWh de biometano en 2030, convirtiéndose en el cuarto país productor de Europa, y alcanzar los 122 TWh en 2050 para ascender al tercer puesto gracias a la implantación de tecnologías, procesos y modelos de negocio para valorizar todo tipo de materias de base, incluidos algunos hasta ahora poco utilizados.
Por último, creo que es muy importante ser conscientes de que, incluso en esta situación tan alejada de la normalidad que hemos vivido en 2022 y que aún tendremos que soportar durante unos meses, la bioenergía sigue siendo una alternativa competitiva frente a los combustibles fósiles, fundamental para descarbonizar con seguridad la economía española, europea y mundial.
"La bioenergía sigue siendo una alternativa competitiva frente a los combustibles fósiles, fundamental para descarbonizar con seguridad la economía española, europea y mundial"