La UE debe priorizar el apoyo masivo al I+D del hidrógeno para reducir los costes y evitar un exceso de subvenciones a la producción
La estrategia del hidrógeno de la UE debería adoptar un “enfoque eficiente en costes”, con una prioridad máxima de apoyo masivo a la I+D y a los proyectos de demostración, seguida posteriormente por subvenciones a la producción en una segunda etapa. Es una de las principales afirmaciones del informe ‘Una descarbonización eficiente en costes’, elaborado por la Florence School of Regulation del European University Institute y publicado por Fundación Naturgy.
Según recoge el documento, es fundamental que el desarrollo del hidrógeno garantice el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, pero «es igualmente importante que se implemente de tal forma que conduzca a una descarbonización eficiente en costes«.
El trabajo ha sido elaborado, entre otros, por los expertos Andris Piebalgs, ex comisario de Energía y Christopher Jones, profesor del European University Institute.
El informe sostiene que la UE se encuentra en el comienzo de un nuevo «ciclo de tecnología energética» con el desarrollo del mercado de hidrógeno de nulas o bajas emisiones de carbono. «Como hemos aprendido con la experiencia del desarrollo de los mercados de energía eólica y fotovoltaica, un desafío clave para el diseño eficaz de una política energética al comienzo de un nuevo ciclo tecnológico es la coordinación temporal: lograr el equilibrio necesario entre la I+D y los proyectos de demostración de nuevas tecnologías para reducir costes y las subvenciones a la producción«, afirman los autores.
Incertidumbre ante la gran diversidad de datos sobre costes
El informe constata que hay una gran dispersión de datos sobre el coste del hidrógeno: «La gran diversidad de los datos clave y las predicciones de los costes futuros del hidrógeno que hemos encontrado en la bibliografía son, en sí mismos, un hallazgo importante. Esto demuestra el alto nivel de incertidumbre en torno a las tendencias futuras de los costes del hidrógeno y, por tanto, a los precios equivalentes del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) necesarios para impulsar su desarrollo«.
En este contexto, los autores consideran que hay que aplicar «un enfoque político tecnológicamente neutro en la financiación de la I+D y los proyectos de demostración de las distintas tecnologías. Es necesario habilitar mecanismos que reflejen plenamente las externalidades (en particular, el contenido de gases de efecto invernadero), mediante garantías de origen considerando todo el ciclo de vida, para que podamos tener una transición energética más eficiente en costes«, afirman.
Según los autores del informe, los precios de las distintas tecnologías del hidrógeno dependerán mucho de los precios de la electricidad renovable y de la disponibilidad de la misma a coste bajo, así como del precio del gas natural.
Teniendo todo esto en cuenta, los expertos consideran que «un enfoque lógico sería centrarse en el hidrógeno azul (a partir de gas natural y con captura de carbono) y turquesa (a partir de gas natural mediante pirólisis, que puede producirse con bajas o nulas emisiones) hasta 2030, y luego centrarse en el hidrógeno verde (mediante electrólisis con electricidad renovable, libre de carbono) y turquesa libre de emisiones«.
Aprovechamiento de la red de gas actual
El documento sostiene también que «un elemento clave para el desarrollo de un futuro sistema de hidrógeno que sea eficiente en costes será la existencia de una red de hidrógeno, esencial para reducir los costes de su transporte y evitar la aparición de posiciones monopolísticas«.
En este sentido, los autores coinciden con la Estrategia del Hidrógeno de la Comisión, que señala que «la transformación y reutilización de la infraestructura de gas existente será la forma más económica de construir la futura red«.
Por ello, el documento defiende que «las disposiciones básicas del mercado interno de gas (desagregación, acceso para terceros, regulación de tarifas) deben aplicarse a la futura red de hidrógeno de la UE«.
Reducción significativa de costes de las renovables en 2050
El estudio analiza también los costes de la electricidad renovable esperados, sobre los que los autores suponen «que cada vez serán más baratas. Tanto la energía eólica terrestre como la solar fotovoltaica son actualmente competitivas con otras tecnologías de generación de electricidad, por ejemplo, las basadas en combustibles fósiles«, afirman.
El documento sostiene que para 2030, se prevé una «disminución adicional significativa en los costes nivelados promedios estimados para la energía solar a escala de centrales, la energía eólica terrestre y la energía eólica marina, y para 2050 está previsto que se reduzcan aún más«. Un requerimiento de CAPEX menor, debido a las mejoras tecnológicas previstas, será una de las claves de esta reducción de costes prevista.