La eólica terrestre alcanza su precio más bajo con el nuevo diseño de subastas en España
En su Plan Nacional de Energía y Clima (PNEC), el Gobierno español se comprometió a aumentar la capacidad de eólica terrestre instalada en España en 22 GW, pasando de los 28 GW actuales a 50 GW para 2030. Para facilitar esta expansión a gran escala de la eólica terrestre y garantizar los estabilización de ingresos para los inversores, el Gobierno decidió cambiar el diseño de las subastas renovables. La primera licitación bajo el nuevo diseño ha resultado en los precios más bajos para la eólica terrestre en Europa. Las ofertas eólicas oscilaron entre 20 €/MWh y 28,89 €/MWh.
España ha conseguido los precios más bajos jamás vistos para la eólica terrestre en Europa. La industria eólica europea sigue reduciendo costes a través de la innovación, la escala y los efectos del aprendizaje. Y el mayor crédito se debe también al Gobierno español aquí por utilizar los Contratos por Diferencia (CfD) como nuevo modelo de subasta. Las subastas de CfD ofrecen los precios más bajos para las energías renovables porque minimizan los costos de financiación. Y son baratos para los gobiernos, ya que a los gobiernos se les reembolsa además de pagar.
WindEurope ha promovido el modelo CfD como el modelo favorable para la estabilización de ingresos. Con los CfD, los parques eólicos se amortizan cuando el precio de mercado supera el precio de la subasta. Los gobiernos solo pagan cuando el precio de mercado es más bajo que el precio de la subasta. Por tanto, los CfD son más baratos para los gobiernos y los consumidores que otros esquemas de apoyo y reducen los costos de financiación de nuevos proyectos de energía eólica.
En el nuevo diseño de subastas de pago por oferta, las ofertas exitosas reciben los CfD a 12 años. Los proyectos adjudicados tienen que vender una cantidad definida de electricidad al mercado en virtud del contrato CfD. Una vez que se alcanza el umbral definido, pueden decidir continuar vendiendo su electricidad bajo el CfD hasta un máximo establecido o convertirse en comercializadoras, por ejemplo, firmando acuerdos corporativos de compra de energía renovable (PPAs) con compradores industriales.
WindEurope no apoya la idea de poner en competencia directa a las energías eólica y solar mediante subastas tecnológicamente neutrales. El nuevo diseño de la subasta española refleja solo parcialmente esta preocupaciones. La licitación española de 3.000 MW incluyó tres partes separadas. La primera consta de 1.000 MW de capacidad eólica. La segunda está compuesta por 1.000 MW de energía solar fotovoltaica. Y la tercera, de otros 1.000 MW, estaba dedicada a cualquier fuente de energía renovable. Los proyectos eólicos y fotovoltaicos pueden licitar en las subastas específicas de cada tecnología, partes 1 y 2, respectivamente. Pero también pueden optar por ofertar en la tercera parte, tecnológicamente neutra. Las ofertas no requieren un permiso de construcción y ésta debe concluir en abril de 2024 a más tardar.